Reportaje:

Francia no sale de la pesadilla

Una banda de jóvenes roba, amenaza y agrede a los viajeros del tren Niza-Lyon ante la impotencia de la policía

La violencia vuelve a salpicar la política francesa apenas dos meses después de que una ola de disturbios en los barrios más deprimidos del país pusiera al descubierto la situación de marginación en la que viven muchos jóvenes inmigrantes. Las alarmas se han disparado de nuevo al conocerse que una banda de jóvenes, en su mayoría inmigrantes, asaltó un tren después de un fin de año cargado de alcohol y sembró el terror entre sus 600 pasajeros.

El suceso tuvo lugar en Niza (sureste de Francia) al alba del pasado domingo. La policía escoltó a un centenar de jóvenes ebrios a la estación de...

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La violencia vuelve a salpicar la política francesa apenas dos meses después de que una ola de disturbios en los barrios más deprimidos del país pusiera al descubierto la situación de marginación en la que viven muchos jóvenes inmigrantes. Las alarmas se han disparado de nuevo al conocerse que una banda de jóvenes, en su mayoría inmigrantes, asaltó un tren después de un fin de año cargado de alcohol y sembró el terror entre sus 600 pasajeros.

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El suceso tuvo lugar en Niza (sureste de Francia) al alba del pasado domingo. La policía escoltó a un centenar de jóvenes ebrios a la estación de esa ciudad de la Costa Azul y les introdujo en un tren con destino a Lyon. "Les llevamos a la estación y subieron al tren. Eran en torno a un centenar. El tren salió a las 06.00 horas. En Niza no pasó nada", han relatado a medios locales responsables de la policía local. Tras el descuido policial y alertada por la presencia de los jóvenes en el tren, la SNCF, la empresa nacional de ferrocariles, decidió poner a bordo a tres agentes de la policía de ferrocarriles acompañados por un perro. Pero éstos se apearon en la estación de Saint Raphael, a pocos kilómetros de Niza, al comprobar que todo estaba en regla.

Fue entonces cuando se desató la violencia. Aprovechando la ausencia de vigilancia policial, los alborotadores dieron rienda suelta a su ira y cargaron contra todo lo que encontraron a su paso, desde mobiliario hasta personas. Así, casuaron destrozos, amenazaron y robaron a algunos pasajeros e incluso agredieron sexualmente a una chica de 20 años. Los asaltantes se llevaron varias carteras, teléfonos móviles y otras pertenencias, mientras los pasajeros eran amenazados de muerte si no se los entregaban o llamaban al revisor. La pesadilla terminó en la estación de Les Arcs, donde los jóvenes abandonaron el convoy. La mayoría consiguió escapar y sólo tres fueron arrestados.

Los detalles más escabrosos del suceso saltaron ayer a las páginas de los periódicos franceses después de que la justicia ordenara prisión para dos de los tres detenidos tras los altercados, ambos nacidos en Marruecos hace 19 años y uno de ellos aparentemente reincidente. El tercer detenido, menor de edad, será juzgado por separado.

El fiscal encargado del caso describió los hechos como "una verdadera escena de saqueo" del tren, con "escenas de pánico" entre los viajeros. Las críticas a las autoridades no se han hecho esperar después de que lo ocurrido en el tren no fuera mencionado por éstas cuando informaron sobre el resto de incidentes de la Nochevieja, en la que 425 vehículos fueron quemados en todo el país. Los que sí denunciaron los hechos fueron los propios pasajeros, así como la empresa nacional de ferrocarriles, SNCF, por vandalismo, dado que además de los robos, los asaltantes destrozaron algunos asientos y ventanillas.

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"Buscados y castigados"

Tras calificar los actos violentos de "totalmente inaceptables", el presidente francés, Jacques Chirac, ha dicho que los culpables serán "buscados y castigados como es debido", durante su intervención ante la prensa con motivo de la tradicional ceremonia de felicitación de Año Nuevo. Ha agregado que las fuerzas del orden y la empresa nacional de ferrocarriles, SNCF, "deben evidentemente asegurar la seguridad de los viajeros". Allí es dónde parece que hubo fallos, al menos de coordinación. El ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, conocido por su política de "tolerancia cero" con la violencia, también ha lamentado la falta de comunicación entre la policía y la SNCF.

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