La resistencia atenta contra un autobús de policías iraquíes y causa nueve muertos
Más de 800 agentes han perdido la vida desde el pasado 1 de mayo
La policía iraquí ha sido hoy de nuevo víctima del ataque de la resistencia iraquí, que castiga la colaboración de las nuevas fuerzas del orden con las tropas ocupantes. Un grupo de pistoleros ha tiroteado cerca de Bagdad un minibús en el que viajaban policías y reclutas, matando a nueve de ellos e hiriendo a otros dos. Además, dos agentes más han sido abatidos a balazos en Kirkuk.
Esta mañana, un grupo de pistoleros ha adelantado al autobús, en el que viajaban los policías, a bordo de un Opel rojo, y ha abierto fuego a continuación contra el vehículo, causando la muerte a nueve persona...
La policía iraquí ha sido hoy de nuevo víctima del ataque de la resistencia iraquí, que castiga la colaboración de las nuevas fuerzas del orden con las tropas ocupantes. Un grupo de pistoleros ha tiroteado cerca de Bagdad un minibús en el que viajaban policías y reclutas, matando a nueve de ellos e hiriendo a otros dos. Además, dos agentes más han sido abatidos a balazos en Kirkuk.
Esta mañana, un grupo de pistoleros ha adelantado al autobús, en el que viajaban los policías, a bordo de un Opel rojo, y ha abierto fuego a continuación contra el vehículo, causando la muerte a nueve personas. El atentado se ha producido cerca de Hilla, al sur de Bagdad, según fuentes policiales.
Casi al mismo tiempo, dos agentes morían y otros dos resultaban heridos al ser tiroteados desde un coche en marcha cerca de la ciudad norteña de Kirkuk. Además, dos civiles iraquíes han fallecido y otros seis han resultado heridos en Mosul, también en el norte del país, en un ataque de mortero contra una base militar iraquí.
800 policías muertos
La oposición armada a la ocupación de Estados Unidos y sus aliados fue contestada desde el final de la guerra con ataques contra sus soldados, que con el tiempo pasaron de acciones aisladas de escasa envergadura a grandes golpes terroristas con objetivos políticos. Además, la resistencia se ha ido organizando y ha extendido sus ataques contra otros grupos de población, como las fuerzas de seguridad del Estado, a los que castiga por su colaboración con las fuerzas ocupantes.
Desde que el 1 de mayo de 2003, cuando el presidente de EE UU, George W. Bush, declaró el final oficial de las acciones militares en Irak, 435 soldados estadounidenses, 11 españoles, una veintena de italianos, dos polacos y más de 800 policías iraquíes, entre otras nacionalidades, han perdido la vida en ataques directos contra ellos por parte de hombres armados.