Un mediador noruego declara suspendido el proceso de paz en Sri Lanka
El viceministro de Asuntos Exteriores de Noruega señala que la crisis política entre la presidenta y el primer ministro bloquea las negociaciones
El proceso de paz en Sri Lanka estará suspendido hasta que se resuelva la crisis política entre la presidenta y el primer ministro de ese país, ha informado el viceministro noruego de Asuntos Exteriores, Vidar Helgesen, mediador de las negociaciones de paz.
"No hay lugar para la mediación noruega. Nosotros tenemos que regresar y esperar", ha afirmado Helgesen al termino de una sesión del proceso en la capital esrilanquesa. "No hay una paz estable en Sri Lanka. Creo, al menos, que las partes están comprometidas con el alto el fuego".
Helgesen tiene previsto regresar a Noruega hoy,...
El proceso de paz en Sri Lanka estará suspendido hasta que se resuelva la crisis política entre la presidenta y el primer ministro de ese país, ha informado el viceministro noruego de Asuntos Exteriores, Vidar Helgesen, mediador de las negociaciones de paz.
"No hay lugar para la mediación noruega. Nosotros tenemos que regresar y esperar", ha afirmado Helgesen al termino de una sesión del proceso en la capital esrilanquesa. "No hay una paz estable en Sri Lanka. Creo, al menos, que las partes están comprometidas con el alto el fuego".
Helgesen tiene previsto regresar a Noruega hoy, tras haber mantenido encuentros por separado con la presidenta de Sri Lanka, Chandrika Kumaratunga, con el primer ministro cingalés, Ranil Weckremesinghe, y con el líder de los Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE), Velupillai Prabhakaran.
La semana pasada, la presidenta esrilanquesa declaró el estado de emergencia, ordenó el cierre del Parlamento y el despliegue del Ejército. Kumaratunga argumentó que su primer ministro, que milita en la oposición, había llegado muy lejos en las negociaciones de paz con el secesionista LTTE, que busca la creación de una zona autónoma en la zona norte, de mayoría tamil. El conflicto ha causado desde mediados de los años setenta más de 64.000 muertos. La crisis se conjuró al final de la semana pasada, pero el pulso entre presidenta y primer ministro continúa.