Una comisión del Congreso de EE UU asegura que no había pruebas firmes sobre las armas de Irak

La Casa Blanca defiende que la invasión se basó en información obtenida poco antes de la guerra

Los miembros de la Comisión Permanente de Inteligencia del Congreso estadounidense han concluido, según desvela hoy el periódico The Washington Post, que los informes en los que se apoyó el Gobierno de Bush para lanzar su ataque a Irak se basaron en información anticuada, "circunstancial" y "fragmentaria" sobre el supuesto arsenal de armas de destrucción masiva del régimen de Sadam.

A esa conclusión ha llegado la citada Comisión tras estudiar durante cuatro meses los 19 volúmenes de información clasificada que utilizó la Administración Bush para justificar la invasión. Sus princi...

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Los miembros de la Comisión Permanente de Inteligencia del Congreso estadounidense han concluido, según desvela hoy el periódico The Washington Post, que los informes en los que se apoyó el Gobierno de Bush para lanzar su ataque a Irak se basaron en información anticuada, "circunstancial" y "fragmentaria" sobre el supuesto arsenal de armas de destrucción masiva del régimen de Sadam.

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A esa conclusión ha llegado la citada Comisión tras estudiar durante cuatro meses los 19 volúmenes de información clasificada que utilizó la Administración Bush para justificar la invasión. Sus principales integrantes afirman, según el citado diario, que los documentos no permiten asegurar firmemente que el país árabe tenía armas de destrucción masiva y que mantenía vínculos con los terroristas de Al Qaeda.

En una carta a la que ha tenido acceso The Washington Post, los dos principales miembros de la comisión, el republicano Porter J. Goss y el demócrata Jane Harman, le explican sus conclusiones al director de la CIA, George Tenet. "La ausencia de pruebas de que las armas químicas y biológicas y sus programas de desarrollo habían sido destruidos se consideró un indicio de que esas armas continuaban existiendo", asegura la misiva.

El texto firmado por Goss y Harman deja claro que "había una desconexión entre las declaraciones públicas de los funcionarios de la administración y los informes de inteligencia" al hablar de temas como la existencia de armas de destrucción masiva en Irak. Los congresistas tampoco exculpan a los servicios de inteligencia: "Si los funcionarios citan los informes de inteligencia incorrectamente, la CIA tiene la responsabilidad de hablar con esos políticos y decirles claramente que sus declaraciones públicas no coinciden con los informes disponibles".

"No tenemos nada de lo que arrepentirnos"

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El secretario de Estado de EE UU, Colin Powell ha tratado esta tarde de rebatir las informaciones publicadas hoy por The Washington Post en una entrevista concedida a la cadena ABC. Lo primero que ha querido dejar claro Powell es que los miembros de la Administración Bush "no tenemos nada de lo que arrepentirnos". La información del espionaje estadounidense era "sólida", ha asegurado Powell antes de añadir que los datos eran "los mejores que podíamos" obtener. "Sigo creyendo que había armas de destrucción masiva y programas para desarrollarlas y que el régimen (de Sadam Husein) tenía vínculos con el terrorismo", ha aseverado el jefe de la diplomacia estadounidense.

Condolezza Rice, la consejera de seguridad del presidente George W. Bush, por su parte, también se ha apresurado a matizar las conclusiones del dossier del Congreso. En declaraciones a la cadena de televisión Fox, Rice asegura que los datos recabados por la Casa Blanca sobre el arsenal iraquí fueron obtenidos poco antes de la invasión del país por tropas estadounidenses. La asesora presidencial ha desestimado las pruebas aportadas por los congresistas, que aseguran que buena parte de la información sobre el armamento de Sadam era parcial y se obtuvo cuando los inspectores de Naciones Unidas abandonaron Irak en 1998. "La información recabada en 1998 se enriqueció con información previa a la guerra", ha añadido Rice. Y con los nuevos datos en la mano, "nada indicaba que Sadam Husein hubiera renunciado a sus esfuerzos para hacerse con armas de destrucción masiva", ha enfatizado Rice. "Estaba muy claro que el peligro continuaba", ha sentenciado.

Cuatro soldados de EE UU, heridos en dos ataques en Irak

Los ataques contra las fuerzas ocupantes en Irak siguen complicando día a día la reconstrucción del país. Hoy, cuatro soldados estadounidenses han resultado heridos en dos ataques separados, el primero en Iskandariya, 45 kilómetros al sur de Bagdad, y el otro en Taji, 10 kilómetros al norte de la capital, han informado fuentes militares de EE UU.

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