Stoiber arrasa en Baviera y debilita un poco más a Schröder

Los socialcristianos de Edmund Stoiber se han alzado con la victoria en los comicios de la región alemana de Baviera, como estaba previsto a tenor de las encuestas. La dimensión de la derrota del partido del canciller Gerhard Schröder, el SPD, socialdemócrata, ha sido, como auguraban los sondeos, escandalosa: Stoiber se ha hecho con el 61,4% de los votos, mientras que el SPD se queda con un escaso 18,9%.

Stoiber, primer ministro de Baviera, el segundo land más grande de Alemania, tomaba estas elecciones como una revancha casi personal con Schröder, después de intentar el año pasa...

Los socialcristianos de Edmund Stoiber se han alzado con la victoria en los comicios de la región alemana de Baviera, como estaba previsto a tenor de las encuestas. La dimensión de la derrota del partido del canciller Gerhard Schröder, el SPD, socialdemócrata, ha sido, como auguraban los sondeos, escandalosa: Stoiber se ha hecho con el 61,4% de los votos, mientras que el SPD se queda con un escaso 18,9%.

Stoiber, primer ministro de Baviera, el segundo land más grande de Alemania, tomaba estas elecciones como una revancha casi personal con Schröder, después de intentar el año pasado, sin éxito, alcanzar la cancillería frente a los socialdemócratas. Ahora puede cantar victoria, dado que es la derrota más abultada de SPD en Baviera desde la Segunda Guerra Mundial. Es además, la 13ª derrota consecutiva de los socialdemócratas en este estado, una derrota histórica por cuanto le dará en el Parlamento regional una mayoría de tres cuartos suficiente para cambiar la Constitución, algo que ningún partido había logrado hasta ahora en Alemania.

Con el 61,4% de los votos obtenidos hoy, la CSU mejora 8,5 puntos respecto a los últimos comicios de 1998, mientras que el SPD, pierde 9,8 puntos para quedarse en un exiguo 18,9%. El otro partido que entrará en el Parlamento regional, Los Verdes, obtiene un 7,6%, 1,9 puntos más que en 1998.

Stoiber ha centrado la campaña en castigar a Schröder, a quien se acusa de no gestionar eficazmente la difícil situación que atraviesa el país. Así, pidió quie cada voto

para su partido fuera considerado como un voto contra el Gobierno de Schröder. De hecho, hoy ha restado méritos a su partido y ha explicado los apabullantes resultados en Baviera, el segundo mayor estado alemán, en "el profundo descontento de los electores por el desastre que reina en Berlín".

El resultado de los comicios bávaros incidirán sobre la política federal más allá de la advertencia que supone para el Gobierno roji-verde de Berlín y su plan de reformas del sistema social.

La derrota de hoy se une a los malos resultados, con grandes pérdidas, en los comicios de Hesse y de Baja Sajonia en el mes de febrero, y muestran la debilidad de la posición del canciller, que se enfrenta a sus peores momentos un año después de su reelección, con la recesión económica y la reforma de la fiscalidad alemana como grandes desafíos, que además no cuentan con gran popularidad entre los alemanes, pues significan un recorte del estado de bienestar.