El (no tan descabellado) sueño del Club de Críquet de San Pedro, el único formado por 25 seminaristas
En los Juegos Olímpicos de 2024, este deporte será olímpico por primera vez en su historia y el Vaticano valora presentarse como país independiente. ¿Los caminos del Señor les llevarán hasta el podio?
Hace más de un lustro nació el Club de Críquet de San Pedro, equipo fundado por los Legionarios de Cristo. “La idea fue de John McCarthy, entonces embajador australiano para la Santa Sede. Quiso formalizar el críquet en Roma para representar al Vaticano. Obtuvimos el permiso del Papa para el nombre del equipo y para hacer nuestro su escudo de las llaves entrecruzadas”, asegura Eamonn O’Higgins, manager del equipo y director del...
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Hace más de un lustro nació el Club de Críquet de San Pedro, equipo fundado por los Legionarios de Cristo. “La idea fue de John McCarthy, entonces embajador australiano para la Santa Sede. Quiso formalizar el críquet en Roma para representar al Vaticano. Obtuvimos el permiso del Papa para el nombre del equipo y para hacer nuestro su escudo de las llaves entrecruzadas”, asegura Eamonn O’Higgins, manager del equipo y director del colegio romano Matter Ecclesiae, un centro internacional para seminaristas que llegan de países con tradición en este deporte como India, Pakistán o Sri Lanka para cursar sus estudios durante varios años.
“Todos nuestros jugadores son importantes. Tenemos 25 seminaristas. El plantel debe ser amplio, porque tienen otras responsabilidades como los estudios o el apostolado. Algunos apoyan a sacerdotes en parroquias... No tienen todo el tiempo para una dedicación completa”, reconoce el sacerdote Sameer Advani, con quien O’Higgins comparte rol. Para esta escuadra, el críquet no es un objetivo, sino un mensaje. De hecho, durante los tours el equipo suele visitar hospitales o prisiones. “Dios quiere acercarse a toda la gente: ricos, pobres, cristianos, no cristianos... a toda la gente desde un punto de vista humilde y sano”, subrayan los demiurgos de una idea consagrada en Italia (disputaron un partido en Calabria contra laicos) y en todo el mundo: tres giras en Inglaterra contra anglicanos, además de por Argentina, Portugal y Kenia.
El sueño ahora es participar en unos Juegos Olímpicos, algo que a día de hoy resulta menos descabellado de lo que parece. En 2024, en París, este deporte será olímpico por primera vez en su historia. Además, el Vaticano valora la posibilidad de presentarse, también por primera vez como país independiente a este acontecimiento deportivo, según ha anunciado Melchor Sánchez de Toca, su ministro de deportes. ¿Los caminos del Señor les llevarán hasta el podio?
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