Massimo Dutti ilumina estas navidades con un emocionante cuento en stop motion
La firma despliega sus valores de autenticidad en una creativa historia animada fotograma a fotograma que nos muestra el camino para volver a brillar con espíritu navideño
Si tenemos los ojos abiertos a la magia, esta puede caer a nuestros pies cualquier día en estas fechas tan especiales. Massimo Dutti lo sabe, y por eso su campaña navideña para 2025, Holiday Light, va mucho más allá de un simple anuncio: es una declaración de principios, un cuento de hadas moderno tejido con hilos de autenticidad y artesanía. Frente a un mundo dominado por lo digital, la firma apuesta por volver a lo tangible, a lo trabajado con las manos, a lo que late con el pulso humano.
Por eso ha imaginado un universo en miniatura, donde cada copo de nieve parece posado con pinzas, cada luz parpadea con el calor de una idea, y cada movimiento es el resultado de un gesto deliberado y amoroso. Así es Holiday Light, un cortometraje de animación en stop motion que deja de lado la tecnología digital para sumergirnos en la magia pura de lo hecho a mano. Más de 2.400 fotogramas, cada uno dentro de una escena física construida, iluminada y fotografiada para la ocasión. Un trabajo de orfebrería visual que involucró a más de 25 artistas —desde figuristas hasta escenógrafos— bajo la batuta del prestigioso Ray Atelier de Estocolmo, estudio creativo especializado en experiencias inmersivas, para contar una historia tan elaborada como sencilla: la de una estrella que encuentra su camino a casa.
Su narrativa es delicada y universal. Una estrella perdida cae a la Tierra, impregnando de luz todo lo que toca. Una mujer misteriosa, observadora del firmamento, la rescata. Con la ayuda de una escalera que desafía la noche, la devuelve con ternura a su lugar en el cosmos, sobre la luna. Una hermosa metáfora visual de la Navidad: ese viaje de vuelta a casa, la luz que guía en la oscuridad, un simple gesto altruista que ilumina el mundo de otro.
Para Massimo Dutti, esta estrella es también un reflejo de su propia filosofía navideña de dar valor a los detalles significativos: de la luz cálida que emana de una lana fina, del corte impecable de un abrigo que abriga no solo el cuerpo, sino también el espíritu festivo, de la textura de un suéter que invita a ser tocado. La colección que acompaña esta campaña —aunque no explicitada en el corto— se intuye en cada plano: elegante, sosegada, con un corte contemporáneo y materiales nobles que dialogan perfectamente con este universo de artesanía y belleza serena.
El entorno nevado minimalista de la campaña es un guiño a una paleta navideña refinada: negros profundos, grises minerales, blancos níveos, toques de beige y marrón, acentuados por el brillo metálico y discreto de los accesorios, como esa estrella que todo lo ilumina. Es una invitación a vestir la Navidad con piezas atemporales, con ese savoir-faire que caracteriza a la firma. Frente a la aceleración y el ruido, Massimo Dutti elige el camino contrario: la pausa, la emoción, una narrativa cuidadosa de nuestra propia imagen y emociones. Porque vestir bien, con la elegancia calmada que propone la firma, es también una manera de iluminar el mundo que nos rodea.