“Tres días después, me dejó”: ¿puede ser un beso en la frente el fin de la pasión?
En ese eterno análisis del alma humana que son las redes sociales, los besos en la frente se han convertido en la última controversia: ¿son un gesto tierno de protección o la señal de que la pasión ha terminado?
“El beso en la frente de la fatalidad”. Así han bautizado los internautas a los besos en la frente en el convulso contexto de las relaciones. “Cuando te besa en la frente y sabes que en menos de 48 horas va a dejar de hablarte para siempre” es uno de los memes que circulan en TikTok.
El hecho de que un gesto cariñoso que en otro tiempo era considerado como una señal de protección sea ahora interpretado como la condena que dinamita las relaciones dice mucho del estado en el que se encuentra el panorama sentimental. En las dos décadas que han pasado entre el estreno de Smallville y El verano en que me enamoré, la forma en la que la gente valora los besos ha cambiado de forma muy significativa. Mientras que en la serie de Clark Kent el protagonista besaba constantemente a su interés amoroso en la frente, algo que en las redes sociales sus fans consideran una forma silenciosa y tierna de hacerle ver que siempre la cuidará, el beso en la frente que uno de los hermanos de la serie basada en la trilogía de Jenny Han da a la protagonista cuenta con infinidad de vídeos en TikTok que consideran que se trata de una señal inequívoca de que su historia de amor no tiene futuro.
“A medida que las citas informales se normalizan, la línea entre las muestras de afecto significativas y las superficiales se difumina cada vez más. Las promesas de quedar en el futuro, los halagos e incluso los besos en la frente ya no pueden interpretarse literalmente como señales de que la relación va bien. De hecho, podrían ser un presagio de que el ghosting está a la vuelta de la esquina”, escribe en Dazed & Confused Isabel Bekele. “Lo más interesante (y trágico) del beso en la frente como símbolo de fatalidad es su aparente universalidad. Parece que muchísimas jóvenes tienen una historia de terror relacionada con este tipo de besos, y cada vídeo sobre el tema genera innumerables comentarios que las identifican con sus propias experiencias”, añade la periodista, que lo achaca a que en un momento en el que las relaciones casuales se imponen, quien comienza una relación suele hacerlo abogando por las denominadas situationships (relaciones románticas o sexuales que no se consideran formales ni establecidas). Por ello, es complicado comprender el verdadero significado de ciertas muestras de afecto.
“En otra época, quizás estos pequeños momentos de intimidad eran una señal de amor. Hoy son la cuenta atrás antes de una detonación”, apunta. Por eso, en un vídeo que acumula 5,5 millones de reproducciones y que disecciona lo que cada tipo de beso significa, cuando al comienzo dice que un beso en la frente quiere decir que esa pareja va a estar siempre junta, una internauta llamada Claire Rollinson hace un comentario revelador. “¡Me besó en la frente y me dejó tres días después!”, asegura. Otra llamada Tami Roper Attebery lo tiene claro: “Un beso en la frente es la forma en la que la pareja sella el fin de la relación”. Y es entonces cuando un hombre llamado Zech Rhoads les da la razón: “El último beso que le di fue en la frente. Y ese fue el final... pasamos de ser amantes a extraños”.
“Aunque no creo que un beso en la frente sea un indicador de que las cosas vayan mal, si de la pareja solo recibimos una atención fraternal, claramente hay una pata de la mesa que no está ahí. Puede que de repente tu pareja te genere rechazo y te sorprendas dándole un besito casi virginal. El cuerpo reacciona de una forma ministerial para que detectes lo que pasa. También hay gente que lo emplea como mecanismo de defensa, personas que son más bien evitativas y de repente desarrollan este gesto para alejarse. En resumen: lo importante es ver de dónde viene. En algún momento se puede besar a la pareja en la frente desde el cuidado y el amor sin un cariz sexual, pero hay que estar atentos a las señales”, explica Lucía Jiménez, sexóloga de Diversual.
Por su parte Eva Moreno, sexóloga, terapeuta de pareja y fundadora de Tapersex, hace un matiz: “En una relación de pareja ha de haber una relación horizontal y en este tipo de beso se impone la verticalidad, porque alguien besa desde arriba. Cuando estás dando un beso en la frente estás evitando el contacto en zonas más jugosas. Incluso en la mano sería mucho más erótico que en la frente. ¿Quién te da un beso así? Un padre, un cura…”, asegura. “Lo que hay que hacer es activar la parabólica para ver otras señales. Si no solamente son los besos en la frente los que priman, sino que ya no hay contacto cariñoso, si se ha reducido la actividad sexual o si hace mucho tiempo que la pareja no le mete la lengua hasta el cuello, hay otros síntomas. También hay que tener en cuenta que la otra persona puede estar transitando por un periodo complicado, de estrés o de enfermedad, por lo que quizás la pareja se haya vuelto más cuidadora. Hay que analizar qué elementos hay en la relación que puedan indicar que ya no es una relación horizontal, sino que por alguna razón, se ha vuelto vertical”, comenta.
La coach de relaciones Jackie Dorman ve este tipo de besos de forma diferente. “Los besos en los labios no quieren decir demasiado mientras que, en la frente, son una promesa. No vayas por ahí besando a cualquiera en la frente. Un beso en la frente suele interpretarse como una promesa tácita de protección, una muestra de cariño, afecto, honor y respeto. Puede ser de un padre a un hijo, de un hombre a una mujer o viceversa, pero significa mucho para quien lo recibe, así que no lo hagas si no lo sientes de verdad”, escribe.
Lo que queda claro es que al ser el panorama de las citas tan complicado y convulso, no existen normas claras sobre el significado de determinados gestos, lo que hace que la gente se vea forzada sobreanalizar los gestos de la pareja para tratar de alcanzar cierto control en un panorama ciertamente incontrolable. Como explicaba a EL PAÍS la psicóloga Elena Daprá, “en un contexto de hiperproductividad y desencanto con los modelos tradicionales, tanto las situationships como la apuesta por vínculos estables reflejan la necesidad de encontrar un sentido y profundidad en la vida afectiva, evidenciando que, al final, el anhelo por un amor auténtico sigue siendo el motor de la búsqueda de relaciones en las nuevas generaciones”.
Para algunos, el beso en la frente es una profunda señal de amor y, para otros, la antesala del ghosting, por lo que como señalan las expertas consultadas, la única solución es atender a las señales y asumir que en tiempos de relaciones fluidas que evitan las etiquetas y las normas, preguntar a la “pareja” si todo está bien es la mejor fórmula de saber si ese beso en la frente es un beso de Judas a Cupido.