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Una noche de gloria y después el vacío: 10 víctimas de la ‘maldición del Oscar’

La nominación de Adrien Brody por ‘El Brutalista’ puede hacer que uno de los grandes nombres que se achacan a la maldición del Oscar demuestre que esta se puede romper. Grandes intérpretes cayeron antes y algunos, solo unos pocos, también lo consiguieron

¿Puede un premio por el que suspiran todos los actores arruinar una carrera? Si tenemos en cuenta el número de estrellas que lo han sufrido podemos asegurar que sí. Tal vez llamarle “maldición” resulte melodramático, pero muchos de los que creen haber sido sus víctimas se refieren así al asunto, quizás porque asumir sus malas decisiones, muchas veces provocadas por egos infladisimos que no supieron redimensionar adecuadamente sus carreras, resulta más doloroso. A lo largo de los años ha recibido también el nombre de “síndrome de F. Murray Abraham”, por el galardonado secundario de 'Amadeus', hoy un rostro muy reconocible gracias a 'Homeland', 'Mythic Quest' o 'The white lotus', y también “maldición de Halle Berry”, por la decadencia artística que sufrió la protagonista de 'Monster’s Ball'. Algunos, como Berry, no han conseguido volver al nivel que les auguraba la estatuilla. Otros sin embargo han renacido de sus cenizas. Por ejemplo, el propio Brody.TIMOTHY A. CLARY (AFP via Getty Images)
Adrien Brody es el principal favorito de este año al Oscar, con permiso de Timothee Chalamet y su Bob Dylan, por su papel de arquitecto en 'El brutalista'. Un éxito que deja atrás años de cierta irrelevancia inimaginables cuando a los 29 años se convirtió en el ganador más joven de la historia del Oscar al mejor actor principal gracias a 'El pianista'. Ya lo habíamos visto en 'Summer of Sam' de Spike Lee, en 'La delgada línea roja' de Terrence Malick y en la muy comprometida 'Pan y rosas' de Ken Loach, pero fue la historia dirigida por Roman Polanski la que le enfrentó al personaje más exigente de su carrera. La interpretación del pianista Wladyslaw Szpilman cambió su vida para siempre. 'El pianista' lo transformó: “Desconecté mi teléfono, rompí con mi novia, vendí mi coche… No sabía qué estaba haciendo, pero me deshice de todas las comodidades. Era joven, podía permitírmelo, supongo. La sensación fue muy emocionante, pero también muy severa. Desde entonces no soy el mismo”, confesó a ICON. Tras una promoción extenuante a la que se vio obligado por ser el rostro más conocido de la película, llegó el vacío. No encontró nada a la altura. Lo más destacable fue su participación en 'El bosque', de M. Night Shyamalan, y más olvidable fue su paso por la española 'Manolete'. Desde entonces se ha convertido en un fijo de las producciones de Wes Anderson y ha pasado por lo más granado de la televisión como 'Succesion' y 'Peaky Blinders'. Ahora su papel en 'El Brutalista' podrá demostrar si la maldición se ha volatilizado o si por el contrario podría incluso sufrirla dos veces. Repasamos, a continuación, otros casos de grandes estrellas que han sido víctimas del mismo síndrome. Frank Micelotta (Getty Images)
HALLE BERRY – El Oscar: 'Monster’s Ball' (2002), la historia de amor y sexo entre una camarera negra viuda y el verdugo de su marido, un guardia de prisiones racista, era tan excesiva y melodramática como su sinopsis vaticinaba, pero sirvió para poner en el mapa al director Marc Foster y lograr que Halle Berry, que hasta entonces era conocida principalmente por comedias como 'Boomerang, el príncipe de las mujeres' o 'Los Picapiedra' y su papel de Tormenta en 'X-Men', mostrase un rango interpretativo inédito hasta entonces. El merecidísimo Oscar la convertió en la primera (y todavía única) actriz negra en hacerse con la estatuilla a mejor actriz principal. ¿Qué pasó después del Oscar? Se convirtió en una de las actrices mejor pagadas de Hollywood y su carrera parecía imparable, pero aunque técnicamente no se paró, sí que entró en un carril de desaceleración. Tal vez porque a eso de “la maldición del Oscar” se sumó “la maldición de la chica Bond”, que se ganó por su participación en 'Muere otro día'. El impacto de la estatuilla y su bikini homenaje a Ursula Andress provocaron que incluso se hablase de un 'spin-off' para su personaje, algo inédito en la saga del agente 007. No se logró, tampoco las increíbles oportunidades que esperaba. "Creo que es, en gran parte, porque no había lugar para alguien como yo", declaró a 'Variety' en 2020. "Pensé: 'Oh, todos esos grandes guiones van a llegar a mí; grandes directores van a estar llamando a mi puerta'. No sucedió. De hecho, se puso un poco más difícil. Lo llaman la maldición de los Oscar”, sentenció. No ayudó tampoco que se decantase por proyectos como la risible 'Catwoman', que la hizo pasar del Oscar al Razzie (y fue a recogerlo, algo que demuestra un excelente sentido del humor), 'Gothika' o la inclasificable 'Movie 43'. Frederick M. Brown (Getty Images)
HILLARY SWANK – Cuando apareció en el casting de 'Boys don’t cry' (1999), la directora Kimberly Peirce la rechazó. Era demasiado femenina y demasiado “popular”. Pocos podrían decir su nombre, pero había sido parte de 'Sensación de vivir' y la sucesora de Ralph Macchio en 'El nuevo karate kid', la visionaria revitalización del personaje que se adelantó al interés del público por los papeles de acción interpretados por mujeres. Personajes muy alejados de las dramáticas vivencias del transexual Brandon Teena, salvajemente violado y asesinado a los 21 años. Tras el desplante de Pierce, Swank volvió con lo que la directora definió como un “corte de pelo de nueve dólares que le hacía parecer Matt Damon” y el papel fue suyo. No defraudó. Una desconocida al frente de una película independiente realizada con un presupuesto casi irrisorio le ganó a la favoritísima Annette Bening, que llegaba subida a la ola del inmenso éxito de 'American Beauty'. ¿Qué pasó después del Oscar? No funcionaron la coral 'Premonición', dirigida por Sam Raimi, ni la cinta de época 'El asunto del collar', pero cuando empezaba a sonar el runrún de “la maldición del Oscar” llegó 'Million Dolar Baby', la adaptación de la obra de F.X. Toole que había estado a punto de acabar en manos de Isabel Coixet y Sandra Bullock. A las órdenes de Clint Eastwood, Swank regaló de nuevo una interpretación magistral. Todo funcionaba en una película crepuscular que marcó el punto más alto de la carrera como director de Eastwood. Esta vez el premio por interpretar a la cándida y tenaz Maggie Fitzgerald no fue una sorpresa para nadie. Sí sorprendió el escaso éxito de la tan esperada como fallida adaptación de 'La dalia negra' de Brian de Palma. Menos recorrido tuvieron 'La cosecha' o su encarnación de la legendaria Amelia Earhart, un papel que parecía poder situarla de nuevo en la senda del Oscar, al igual que el interesante drama judicial 'Betty Anne Waters'. Sus papeles en cine fueron perdiendo relevancia y lo más interesante que ha protagonizado recientemente es la cancelada serie de Disney 'Alaska Daily'. En febrero estará de vuelta con 'Yellowjackets', el drama caníbal que ya ha traído a la actualidad a otras estrellas de los noventa como Christina Ricci y Juliette Lewis. Ken Hively (Los Angeles Times via Getty Imag)
CUBA GOODING JR. – Tuvo que competir con el carisma de Tom Cruise y los mohines de Renée Zellweger en 'Jerry Maguire' (1996) y salió airoso. Cuando los espectadores salían de ver el drama deportivo de Cameron Crowe todo el mundo gritaba “show me the money!” ("¡enséñame el dinero!”) el mantra del hipervitaminado y mineralizado Rod Tidwell. ¿Quién es Cuba Gooding Jr.?, se preguntaban ante la omnipresencia del actor durante la promoción de la película. También se cuestionaban cómo aquel tipo tan extrovertido podía haber pasado desapercibido hasta entonces. Apenas nadie le recordaba por su paso por éxitos como 'El príncipe de Zamunda', 'Algunos hombres buenos' o 'Estallido'. ¿Qué pasó después del Oscar? La magia no tardó en desvanecerse y el actor es consciente de que tuvo parte de culpa. Años después, admitió que no tomó decisiones adecuadas y que algunos proyectos que parecían tener todo a favor fracasaron. Él mismo reconoció que ganar el Oscar había sido “una maldición”, que su papel en Jerry Maguire le había llevado tan alto que sería imposible superarlo. “Así que dije que no a un montón de directores”, reconoció. Entre ellos estaban Steven Spielberg, que lo quiso en 'Libertad', Michael Mann y Taylor Hackford, que pensó en él para interpretar a Ray Charles (el papel que le acabaría dando el Oscar a Jamie Foxx). "Me desterraron al desierto de las películas directas a vídeo", declaró a 'Page Six'. Otras sí llegaron al cine, como 'Boat Trip: Este barco es un peligro', aunque tal vez hubiese preferido que no hubiese sido así: no sólo le sirvió para ser nominado al Razzie sino que recibió un severo varapalo por su contenido homófobo. No corrieron mejor suerte la sensiblera 'Me llaman Radio' ni la vergonzante 'Norbit'. "Estaba enfadado. Me destrozaba el alma. Gritaba y chillaba, pero era la voluntad de Dios durante los ocho o diez años que lo hice, porque en cada película aprendía algo". La redención le llegó a través de la televisión, una opción que en principio le pareció un paso atrás en su carrera, pero después de pasar nueve años en “caída libre” aceptó interpretar a O.J Simpson en 'American Crime Story', donde de nuevo pudo revivir los antiguos y efímeros tiempos de éxito. Barry King (Getty Images)
JEAN DUJARDIN – A principios de la pasada década el mundo se enamoró de una película francesa que homenajeaba los inicios de Hollywood y en concreto, y de manera nada disimulada, a la estrella del cine mudo John Gilbert. 'The artist' (2011) se convirtió en un fenómeno teniéndolo todo en contra: era muda (o casi, se pronuncia tan sólo una palabra), y en blanco y negro, puro veneno para la taquilla, pero funcionó gracias al encanto de sus protagonistas, especialmente un Jean Dujardin que además de talento para la acción y la comedia física rebosaba atractivo, algo que ya sabían en Francia donde era una estrella. Hollywood se lo compensó con un Oscar. ¿Qué pasó después del Oscar? Irónicamente, lo mismo que le sucedió a Gilbert tras la llegada del sonoro. En cuanto Dujardin habló y los productores escucharon su ininteligible inglés, dejaron de considerarlo tan rebosante de atractivo. Apareció en 'Monuments Men' de George Clooney, una aspirante a todo que se quedó en nada, y muy brevemente en 'El lobo de Wall Street', para acabar desarrollando el grueso de su carrera posterior en Francia. Y no parece lamentarlo. "No lo echo de menos en absoluto. El cerebro está muy bien hecho. Siempre se queda con lo mejor", declaró el pasado diciembre en un programa de la televisión francesa en el que también confesó que se sentía plenamente satisfecho por su decisión de no instalarse en Estados Unidos: “Culturalmente, no estoy seguro de si estaría muy bien allí. Mi familia está aquí, mi vida está aquí, mis papeles están aquí y mis amigos están aquí". ROBYN BECK (AFP via Getty Images)
CHER – El único Oscar de Cher gana todavía relevancia cuando se comprueba que lo ganó teniendo como rivales a Meryl Streep y a la Glenn Close de 'Atracción fatal' (si Close no lo ganó ese año, no lo ganará nunca). Pero Cher no tenía rival: su Loretta Castorini, una grisácea joven viuda italoestadounidense condenada a un matrimonio sin amor que acaba arrebatadamente enamorada de Nicolas Cage conquistó a todos los que entraron en las salas a ver 'Hechizo de luna', la inspiradísima comedia romántica de Norman Jewison. ¿Qué pasó después del Oscar? Cuesta asociar a Cher a algo negativo relacionado con los Oscar cuando Cher son los Oscar, o al menos ella es una de las primeras imágenes que nos vienen a la cabeza cuando pensamos en la alfombra roja. Sus icónicos, inolvidables e indescriptibles 'looks' hicieron las delicias de los seguidores de la ceremonia y facilitaron enormemente el trabajo de quienes escribían sobre ella. Lo que no debe hacer olvidar que pocas estrellas vieron como su carrera se resentía más tras recibir la estatuilla. Entre su primera nominación por 'Silkwood', en la que interpretaba a la mejor amiga de Meryl Streep, hasta 'Hechizo de luna', realizó un trío de actuaciones deslumbrantes, véase 'Máscara' de Peter Bogdanovich; el brillante thriller 'Sospechoso', junto a Dennis Quaid y Liam Neeson; y la divertida 'Las brujas de Eastwick', al lado de Susan Sarandon y Michelle Pfeiffer. Un brío interpretativo que su carrera posterior, en la que apenas destacan 'Sirenas', la camp 'Burlesque' y su casi anecdótica presencia en la secuela de 'Mamma Mia', no fue capaz de mantener. Images Press (Getty Images)
ROBERTO BENIGNI -Cada cierto tiempo Hollywood se rinde a una película extranjera y los espectadores lidian con su rechazo a los subtítulos para encumbrarla en taquilla. Eso fue lo que sucedió en 1997 con la italiana 'La vida es bella', la visión de un campo de concentración a través de los ojos de un padre y su hijo que no dejó un ojo seco en los cines. Crítica y público se rindieron a la propuesta de Benigni, que ejercía de director y actor, y del propio Benigni, el perejil de todas las salsas durante la carrera de los Oscars. ¿Qué pasó después del Oscar? El flechazo empezó a desvanecerse en cuanto Sophia Loren pronunció su nombre y el actor intentó llegar al escenario sobre los asientos del auditorio, y cuando proclamó que deseaba hacer el amor a todo el mundo muchos se plantearon ponerle una orden de alejamiento. El excesivo Benigni no era realmente un recién llegado, de hecho era un habitual del cine de Jim Jarmusch, pero se había mantenido siempre por debajo del radar de Hollywood, a pesar de que había participado en un supuesto éxito, la vergonzante 'El hijo de la pantera rosa' de Blake Edwards, por la que cosechó un Razzie. Y bajo el radar se mantuvo desde entonces. Su versión de 'Pinocho' (2002) es uno de los mayores descalabros que se recuerda, tanto de crítica como de público. Sin futuro en Hollywood, se centró en su exitosísimo trabajo como cómico en su italia natal, el lugar en el que mejor entiendo su extravagante humor. TIMOTHY A. CLARY (AFP via Getty Images)
ALICIA VIKANDER – Aunque hoy, con el debate abierto sobre si sólo los actores y actrices trans pueden interpretar personajes trans, 'La chica danesa' está bajo sospecha, en 2015 fue un pequeño fenómeno. La delicada historia de amor inspirada en las vidas de los artistas daneses Lili Elbe y Gerda Wegener cosechó cuatro nominaciones al Oscar, entre ellas una para el diseñador de vestuario español Paco Delgado, aunque sólo Vikander pudo subir a recoger el suyo. En los despachos de Los Ángeles se frotaron las manos, Vikander: joven, guapa y excelente actriz, encarnaba el tipo de diva que en los años treinta había llegado a Hollywood para aportar clase y glamour, las Garbo y Dietrich que habían reinado y revitalizado las taquillas durante una década. ¿Qué pasó después del Oscar? Aquel año Vikander también había estado espléndida por su cibernético papel en 'Ex-Machina' y venía de participar en la exquisita 'Anna Karenina' y en la también nominada 'Un asunto real'. No era una desconocida para la crítica y su trayectoria dejaba claro que su brillante actuación en 'La chica danesa' no era una casualidad, pero sus elecciones posteriores no estuvieron acordes con lo que se esperaba de ella. Participó en taquillazos como 'Jason Bourne' y 'Operación U.N.C.L.E.' y fue elegida para sustituir a Angelina Jolie como 'Lara Croft', pero la idea de convertirla en una heroína de acción no cuajó. Parece mucho más cómoda en proyectos más personales como la versión televisiva de 'Irma Veep' de Olivier Assayas y llevando una vida tranquila en Lisboa junto a su marido Michael Fassbender. Habrá quien diga que bendita sea la maldición del Oscar sí implica un matrimonio con el germanoirlandés. Steve Granitz (WireImage)
GWYNETH PALTROW - El de 'Shakespeare enamorado' fue un Oscar que siempre estuvo bajo sospecha y más después de que tras explotar el escándalo Weinstein saliesen a la luz los ardides que el magnate empleaba para favorecer sus producciones. La oscarizada protagonista acudió al podcast 'Call Her Daddy' para hablar de cómo ese Oscar le llevó a una profunda crisis de identidad que define como "poco saludable". "Una vez que gané el Oscar entre en una especie de crisis de identidad, porque si ganas el premio más grande, ¿qué se supone que debes hacer? ¿Y adónde se supone que debes ir? Fue difícil la cantidad de atención que recibes en una noche como esa y las semanas siguientes... es muy desorientador. Y francamente, realmente poco saludable. Yo pensaba: esto es una locura. No sé qué hacer, no sé dónde está arriba y dónde está abajo. Fue mucho. No es que lo quiera devolver ni nada, fue una experiencia increíble, pero me hizo dudar sobre muchas cosas. Sentí un verdadero cambio esa noche". Los medios no sabían que su padre estaba enfermo de cáncer (falleció en 2002). "Tenía 26 años. Lloré y la gente fue muy mala al respecto y pensé: ‘Creo que voy a tener que aprender a ser menos sincera y mucho más protectora conmigo misma y filtrar mejor a las personas’. Paltrow agregó: "Recuerdo que estaba trabajando en Inglaterra y la prensa británica fue tan horrible conmigo que lloré".Evan Agostini (Getty Images)
MARCIA GAY HARDEN – Harden tiene un talento enorme y entra en cada personaje como una segunda piel, sin importar la época o el acento: 'gángster moll', ama de casa del sur o artista de Brooklyn. Su representación de la esposa materna de Jackson Pollock, Lee Krasner, en 'Pollock' (2000), protagonizada y dirigida por Ed Harris, puso a Harden en el mapa. Obtuvo una nominación al Premio Independent Spirit, un Premio del Círculo de Críticos de Cine de Nueva York y el Oscar a la Mejor Actriz de Reparto en 2001. Ante las otras nominadas (Judi Dench, Julie Walters, Frances McDormand y Kate Hudson), Harden declaró: "Me tenía con probabilidades de 12 a 1. Desearía haber apostado por mí misma y haber ganado un poco de dinero". ¿Qué pasó después del Oscar? Harden declaró a la revista 'Premiere' que el premio fue una de las peores cosas que le han pasado. "El Oscar es desastroso a nivel profesional", dijo. "De repente, los papeles que te ofrecen se vuelven más pequeños y te pagan menos. No tiene lógica". Aún así, tuvo un papel sólido, aunque pequeño, en 'Mona Lisa Smile' y recibió otra nominación a actriz de reparto por 'Mystic River'. Kevin Winter (Getty Images)