La culpa de los Sonny Angel la tiene Rose O’ Neill, la ilustradora sufragista que inventó los ‘kewpie’
Estas figuras coleccionables para el móvil, que lucen muchos famosos, se basaron en las creaciones que la artista estadounidense publicó de 1909
Están por todas partes y estas Navidades los verás enganchados a muchos móviles. Los Sonny Angel, figuras de siete centímetros que han ayudado a popularizar famosos como Rosalía, tienen sin embargo una larga historia. Con forma de ángel y coloridos tocados, estos muñecos se inspiraron en las creaciones de la ilustradora Rose O’Neill, publicadas 1909. Así lo explica en el artículo de ICON el periodista Lucas Navarro: “Se llamaban Kewpie y sus viñetas en una revista femenina fueron un éxito instantáneo. No solo comercial”.
Eso sí, reciben su nombre por el apodo del diseñador de juguetes japonés, Toru Soeya, el responsable de la fiebre actual de estas figuras. Las creó hace dos décadas aunque entonces su tamaño era de 18 centímetros. Fueron producto de la compañía nipona de artículos de interiorismo Dreams, que los lanzó bajo el eslogan Él puede traerte felicidad.
Ahora cuentan con más de un millar de modelos y se venden en 33 países por unos 10 euros. Inspirados en el Kewpie original, se presentaban en formato diminuto y coleccionable. No fue hasta 2023, con el auge de TikTok, cuando estos “querubines” volvieron a Occidente para trepar por los móviles de influencers y famosas como Rosalía o Victoria Beckham.
La increíble historia de O’Neill
La dibujante estadounidense, que participó activamente en el movimiento sufragista, publicó estas ilustraciones en Ladie’s Home Journal. Lo hizo antes de que el mismísimo Walt Disney creara a Mickey Mouse en 1928.
Nacida en Wilkes-Barre, Pensilvania, en 1874, y sin formación artística formal, publicó sus primeros dibujos a los 18 años y un año después se mudó a Manhattan. Según relataba Gerri Hirshey en The New York Times, al poco tiempo, O’Neill tuvo una gran demanda como ilustradora. También como pintora, escultora y escritora. Pero sin duda, su gran triunfo fueron las ilustraciones que terminarían inspirando a los actuales, Sonny Angel. Contaba el diario estadounidense que estas condujeron a la producción de más de cinco millones de Kewpies y durante años siguió siendo la pieza de escultura estadounidense más popular, generando, según se estima, más de un millón de dólares para Rose O’Neill.