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12 motivos para regalar(te) y brindar con un whisky premium estas fiestas

En tiempo de celebraciones, Johnnie Walker Black Label se presenta como la bebida ideal tanto para sorprender a alguien como para triunfar en cualquier reunión

Celebrar con éxito las fiestas navideñas depende de algunos factores clave: ser generosos con quienes más queremos, darnos algún capricho, estar dispuestos a sorprender y sorprenderse, saber mezclar invitados y buscar buenos acompañantes para cada cita. Para acertar en todas estas situaciones festivas, nada mejor que compartir un Johnnie Walker Black Label 12 años. Este blend premium es uno de los whiskies más reconocidos a nivel mundial. Su elaboración es clave: los single malts y whiskies de grano se añejan en barricas durante 12 años. Es ese envejecimiento, que le otorga profundidad y complejidad, el que nos inspira para buscar 12 motivos y momentos en los que Johnnie Walker Black Label 12 años puede dar la campanada.

1. Para acertar en el amigo invisible

Es quizá la manera más divertida de regalar en estas fiestas, aunque acertar no es tarea (nada) fácil. Una botella de Johnnie Walker Black Label 12 años asegura la sonrisa en la cara del que lo recibe. Su distintiva etiqueta negra y su diseño elegante respiran prestigio y buen gusto.

2. Para sorprender al novato

Un magnífico whisky de entrada para el que está dando sus primeros pasos en esta bebida noble: así es Johnnie Walker Black Label 12 años que, pese a su complejidad, exhibe un paladar suave que permite que el principiante se sienta cómodo al degustarlo.

3. Pero también sorprender al connoiseur

El scotchmaniaco, que presume de afición al whisky desde hace eones, tampoco se puede resistir a los poderes de esta referencia. Johnnie Walker Black Label 12 años ofrece una amalgama de sabores que seducen al más versado, que se deja envolver por las notas de caramelo cremoso, fruta dulce, especias…

4. Para practicar el noble arte del autorregalo

Los que siempre sufren (en silencio) que nadie acierte con su presente navideño tienen en este Johnnie Walker Black Label 12 años la opción perfecta para darse un capricho con el compañero perfecto y así dejarse acariciar por su calidez y sus toques ahumados…

5. Para tomar un cóctel (o dos) en buena compañía

Son estas fechas propicias para sacar al coctelero que todos llevamos dentro. Y Johnnie Walker Black Label 12 años, gracias a su versatilidad, se convierte en la opción perfecta para actualizar los clásicos que han marcado la historia de la coctelería: de la mezcla agridulce del Whisky Sour, con sus contrastes de limón, jarabe de azúcar y clara de huevo, a un auténtico Old Fashioned, con el toque de angostura y cáscara de naranja; de un inconfundible Johnnie & Ginger Ale a un infalible Johnnie & Lemon. Y también, por qué no, para inventar nuevas mezclas con garnish decorativos que nos alegren aún más las fiestas.

6. Para reencontrarte con esa persona a la que no ves desde hace tiempo

Huele a eslogan publicitario pero es, literalmente, el espíritu de la Navidad, que llega trufada de encuentros postergados durante todo el año (y concentrados en unos pocos días). A veces la espera merece la pena y compartir con esa persona un trago de Johnnie Walker Black Label es el plan perfecto: al fin y al cabo, este whisky es también el resultado de 12 años de un paciente afinamiento para lograr la perfección.

7. Para elevar cualquier celebración familiar

Solo, on the rocks, en combinaciones clásicas y modernas… Sí, las mil y una maneras de tomar Johnnie Walker Black Label 12 años son la demostración empírica de que una única botella puede funcionar como pegamento familiar en cualquier reunión en estas fechas, incluyendo las noches del 24 y del 31. Éxito asegurado.

8. Para recibir en casa con unos bocados

Los banquetes grandilocuentes de estas fechas están pasados de moda. Ahora lo que se lleva es más montar una velada divertida con bocaditos, tapas y platillos armonizados con cócteles. En ese terreno, nadie le gana a Johnnie Walker Black Label 12 años, maná de los dioses para el arte de la mixología, desde un intenso Old Fashioned, en el que alíe con bitters, agua, azúcar y cáscara de naranja a un refrescante Highball, con soda, hielo o cáscara de limón.

9. Para hacer de la noche de Reyes una gran noche

El carácter premium y atemporal de un whisky como este lo convierte en un regalo capaz de sacar de su zona de confort a sus majestades los Reyes de Oriente. Adiós (por fin) a la rutina de paquetes con corbatas, calcetines y pijamas.

10. Para regalar al coleccionista de iconos

Siempre hay alguien que huye de lo circunstancial y busca lo eterno. Ese es el tipo de persona que también puede apreciar el valor de una botella de Johnnie Walker Black Label 12 años, inconfundible por ese caballero de la etiqueta, emblema de la marca desde principios del siglo XX, y que simboliza ese caminar constante hacia la excelencia.

11. Para el que ama la artesanía

Tiempo, tradición, maestría… todos estos factores están detrás de cada una de las botellas de Johnnie Walker Black Label 12 años, lo que convierte a este whisky en el regalo ideal para el que aprecia el valor de un producto hecho con una atención plena al detalle.

12. Para el que no puede dejar de viajar…

En este caso con el paladar. Speyside, Highlands, Lowlands e Islay… son los cuatro rincones de Escocia de los que provienen los Single Malts y whiskies de grano que participan en la receta de Johnnie Walker Black Label 12 años. Por eso, cada trago transporta al que lo bebe a la patria chica de una bebida capaz de crear una docena (y más) de momentos irrepetibles en estas fiestas.