Los héroes también planchan sus capas

“Nos encantan los iconos”, admite Gabriel Suárez, director de la factoría de arte Lucha de Gigantes, que organizó el pasado 2 de febrero una exposición en honor al 60 aniversario de Los Vengadores. Cerca de una veintena de artistas se han unido para reinterpretar una iconografía contemporánea que no necesita de mayores explicaciones para ser comprendida y reconocida por cualquier visitante que acceda al edificio Adolfo Domínguez, sede de la muestra, en colaboración...

“Nos encantan los iconos”, admite Gabriel Suárez, director de la factoría de arte Lucha de Gigantes, que organizó el pasado 2 de febrero una exposición en honor al 60 aniversario de Los Vengadores. Cerca de una veintena de artistas se han unido para reinterpretar una iconografía contemporánea que no necesita de mayores explicaciones para ser comprendida y reconocida por cualquier visitante que acceda al edificio Adolfo Domínguez, sede de la muestra, en colaboración con Mahou. “Lo bueno del arte pop es su carácter directo; no requiere contexto ni extensas explicaciones. Va directamente a los ojos, y solo necesitas saber si te gusta o no”, argumenta Suárez.

La historia de Los Vengadores se remonta a 1963, cuando Stan Lee y Jack Kirby publicaron el primer cómic dedicado a este universo. Desde entonces, se han lanzado más de 700 números de la serie oficial, decenas de spin-offs y se han producido cuatro películas con recaudaciones multimillonarias. Su narrativa ha trascendido generaciones, convirtiendo a sus personajes en íconos de la cultura pop y parte de una mitología e iconografía contemporánea. En esta exposición, han entrado en contacto con la tradición del arte pictórico. En esta iniciativa, artistas como Lantomo, Sol Felpeto, Sandra Rojo Picón, Debbie Reda, Jaime Sancorlo, Nuno Raminhos, Daniel Sueiras, Ricardo Nannini, Mario Soria, Óscar Seco, Dhani Barragán, Jesús Lima, Víctor Castillo, Martín y Sicilia, Álex Zuleta, Arol, Guillermo M. Bermejo y Rodrigo Romero Pérez han aportado su talento y una variedad de estilos para dar vida a estos personajes desde una perspectiva inédita.

Los visitantes y coleccionistas tuvieron la oportunidad de contemplar por primera vez un lienzo de Iron Man planchando ropa, así como a un hombre tendiendo una camiseta del mismo superhéroe. También se exhibió un cuadro monocromo gris, donde solo debajo se descubre el diminuto cuerpo de Ant-Man debajo. Al mismo tiempo que acerca el arte a los más jóvenes, esta exhibición eleva la temática de los superhéroes. “Nos preguntábamos cómo reaccionarían los fans del cómic ante la apropiación de este mundo por parte de artistas externos, pero prevaleció el respeto tanto de los creadores como hacia los creadores, quienes aportaron su toque único”, afirma Suárez. “La selección de los artistas se basó en un único criterio: la emoción. Buscamos aquello que nos atrae, al mismo tiempo que intentamos servir de trampolín para artistas jóvenes, ya sean españoles o residentes en España, que no necesariamente tengan relación previa con el cómic. Queríamos infundirles una tensión positiva, proponiéndoles una temática con la que no guardan relación”.

Es el quinto proyecto artístico promovido por Lucha de Gigantes, siempre enfocado en el arte pop y en el diálogo con hitos culturales, y grandes figuras del arte, a través de las propuestas de artistas emergentes. Uno de sus primeros proyectos estuvo dedicado a las pinturas negras de Goya; más tarde, se embarcaron en reinterpretar el arte de Frida Kahlo, el de la Pantera Rosa e incluso el del escritor Antonio Muñoz Molina. Su novela Invierno en Lisboa inspiró toda una colección de joyas, materializada en 18 piezas que capturaban el ambiente de jazz, los clubes, la música y las imágenes en blanco y negro, del universo que creó el autor andaluz.

Suárez asegura que uno de los principales objetivos de este proyecto era convertirse en el primer contacto de muchas personas con el mundo del arte. “Sobre todo entre la gente joven hay una barrera psicológica para cruzar la puerta de una galería; o bien saben mucho de arte y tienen mucho dinero, o simplemente no entran. Hay que romper esos tabúes, y proyectos como el nuestro aportan un granito de arena”, afirma el galerista. Según él, el arte pop sirve como una puerta para adentrarse en obras más complejas en el futuro. “La idea es que después de pasar por aquí, les surja el interés por obras más sofisticadas o académicas”, destaca. Además, resalta la importancia de trabajar con iconos reconocibles por todos, como las pinturas negras de Goya y Frida, con las que buscan evocar recuerdos de la infancia o la juventud y generar una sensación de nostalgia y conexión personal con el arte. “En resumen, se trata de hacer que el arte sea más accesible, emocionalmente resonante y significativo para una amplia audiencia”.

Una de las obras centrales de la exposición es el automóvil decorado por el artista chileno Víctor Castillo, quien reside en Barcelona desde hace un año. Ha plasmado diseños inspirados en el universo de Marvel sobre la carrocería del vehículo, el cual fue fabricado en Granada por Hurtan, una empresa especializada en la creación de coches únicos por encargo, con acabados artesanales y personalizables. “Es un modelo exquisito. Es mi primer intento de pintar un coche, un desafío y un privilegio”, comenta Castillo. Aunque los diseños no son originales, el artista ha firmado un contrato con Disney para poder utilizar los personajes de la franquicia y adaptarlos a su propio estilo. “Aplico mi estilo personal a las figuras, que se distingue perfectamente por las narices en forma de salchicha y ojos vacíos”, añade.

Para llevar a cabo este proyecto, Castillo recibió asesoramiento de un amigo grafitero y utilizó materiales como spray y rotuladores en la realización de la obra. La temática de Los Vengadores fue una experiencia nueva para él, a pesar de haber visto las películas y animaciones previamente. Lo primero que hizo fue adquirir un montón de revistas de la serie, y estudiarlas a fondo. “Me quedé fascinado por la estética de este universo; me impresionó la economía con la que utilizan las líneas, los movimientos, los gestos exagerados. Con muy poco, logran crear toda una escena, me recuerda a la gráfica japonesa. Estoy seguro de que toda esta fascinación se traducirá en su pintura en algún momento”.

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