‘Zero’ es más: la fragancia que apuesta por la radical simplificidad de la perfumería
El nuevo perfume de Comme des Garçons se atreve a dar un paso definitivo en el mundo de las fragancias con una relación respetuosa entre nosotros y la Tierra.
Si algo hemos aprendido con las fragancias de Comme des Garçons es a llevar nuestra memoria olfativa, la del pasado y la que proyectamos al futuro, a lugares originales y poco transitados. Por eso, no es de extrañar que en tiempos en los que el exceso ha dado paso a una conciencia renovada sobre lo que consumimos y cómo lo hacemos, su nuevo perfume Zero Comme des Garçons proponga un cambio de dirección de la industria perfumista: la radical expresión de simplicidad.
Zero significa la máxima expresión del minimalismo, una fórmula que apuesta por la precisión y reducción de ingredientes a favor de la preservación de los recursos naturales: una madera de cedro natural, cosechada a mano y extraída con energía hidroeléctrica; impulsada por una brisa de bergamota; un dúo de almizcle y el vetiver de haití, procedentes de comercio justo, mezclado una mezcla de rosa y acorde de barniz. Cada elemento moldeado bajo el propósito de alcanzar la neutralidad de carbono.
“Percibí el perfume como una mezcla de mar, brisa, árboles y arena, y me pareció muy emotivo, porque esos son algunos de los territorios de mi existencia”, comenta el artista Samuel de Saboia, el artífice de la campaña, desde la que nos invita a conectar física y emocionalmente con la naturaleza. Porque el arte, al igual que la perfumería, tiene ese poder de abstracción. “Ambos pueden ser materiales y etéreos y, cada uno a su manera, pueden empujarte a un viaje hacia los sentimientos”, defiende el artista, a quien la fragancia lo trasladó a su ciudad natal, en el noroeste de Brasil, y sus influencias indígenas.
En el universo de Comme des Garçons lo elemental adquiere la cualidad de un portal a lo divino y el perfume es, en palabras de Saboia, “un objeto espiritual y mágico que venía del cielo a la Tierra”. Una metáfora que se materializa en un frasco de cristal totalmente reciclable con tinta negra y papel procedente de bosques certificados FSC. Un objeto de deseo y una promesa de futuro.