Nuestros pioneros y la defensa de la guarida

Uno de mis primeros recuerdos, ejem, decorativos es una silla que vendían en Artespaña llamada Frailera: una revisión posmoderna del clásico español con cuerpo metálico y reposabrazos de madera torneada (el local gigantesco de Artespaña forma parte de mi álbum mental de glorias difuntas del real estate madrileño). Tuve que cumplir algún año más para conocer la reinterpretación, más moderna y sutil, que Paco Muñoz hizo en 1959 de la frailera, aquella silla de madera y cuero tan reivindicada po...

Uno de mis primeros recuerdos, ejem, decorativos es una silla que vendían en Artespaña llamada Frailera: una revisión posmoderna del clásico español con cuerpo metálico y reposabrazos de madera torneada (el local gigantesco de Artespaña forma parte de mi álbum mental de glorias difuntas del real estate madrileño). Tuve que cumplir algún año más para conocer la reinterpretación, más moderna y sutil, que Paco Muñoz hizo en 1959 de la frailera, aquella silla de madera y cuero tan reivindicada por el remordimiento español. La llamó Riaza, en un momento dado formó parte del mobiliario de los Paradores de medio país y, durante años, estuvo a la venta en Casa & Jardín, firma que fundó el histórico interiorista cántabro. Muñoz falleció en 2009 y, dos años después, cuando su tienda cerró, logré hacerme con una. En mi casa no cabían más.

No hay riazas —aunque cabrían— en casa de Mafalda Muñoz, una de las hijas de Paco, y Gonzalo Machado, su marido. Pero su espectacular piso hereda mucho de aquel que el santanderino tenía en la calle Blanca de Navarra, con decoración entre clásica y sixties radical, que fue inmortalizado en el Architectural Digest americano en 1969. Paco Muñoz fue un pionero en la decoración y la industria del mueble en España, y Mafalda y Gonzalo son pioneros en la sensibilidad que une el diseño, el arte y la artesanía contemporánea. Lo demostraron hace casi diez años en su galería, Machado-Muñoz, descubriéndonos nombres que ahora conocemos bien. Y lo siguen demostrando ahora, a través de su estudio de interiorismo Casa Muñoz, con proyectos como la magnífica casa donde viven, y que mostramos ahora.

Hay más pioneros en el último número de ICON Design, empezando por el arquitecto Rem Koolhaas. El holandés es famoso por idear edificios de imprevisible silueta, pero su discurso va más allá de la forma: AMO, la división de contenido de OMA, su estudio de arquitectura, canaliza una manera en inicio conceptual, pero cada vez más reflexiva y analítica, de ver la profesión (el planteamiento antiacomodaticio de Koolhaas hacia la forma arquitectónica es un tema aparte: “Lo normal es salir de los edificios de Rem magullado”, dijo una vez, medio en broma, uno de sus más estrechos colaboradores). Hoy, Koolhaas opina que el futuro de la arquitectura exige salir del paradigma urbano que ha imperado en las últimas décadas. “Todo tiene que cambiar”, nos dijo, ante un menú de lentejas y sándwiches, en una sala de reuniones de OMA.

La palabra pionero lleva al salvaje Oeste y a cierto gusto por la estética puritana, pero cómo llamar si no al hombre que a finales de la década pasada llevó la jardinería al plano aspiracional, dicho esto en positivo: el británico John Tebbs fue el primero en reunir revistas de culto, herramientas de jardinería y prohibitivos accesorios —¡aquellas preciosas regaderas!— en un solo lugar, la plataforma online The Garden Edit. Hoy, convertido en un discreto gurú (desde jardines propios o ajenos, desde su nuevo libro o desde las páginas de M Le Monde), nos recibe en su soleada casa de Hastings. El reportaje resume muy bien una de las razones de ser de esta revista: la defensa de la guarida. Espero que disfruten leyendo estos contenidos tanto como nosotros haciéndolos.

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