Cayetano Rivera atribuye su accidente a un “despiste” y denuncia el “acoso” de los medios
El extorero, que ha comparecido en un juzgado de Alcalá de Guadaíra, califica de “circo” lo que ha ocurrido tras el incidente y no ha aclarado a los periodistas si se negó a someterse al test de alcoholemia. El enjuiciamiento sobre el siniestro se pospondrá por la petición de nuevas diligencias
Cayetano Rivera (Madrid, 48 años) ha comparecido este lunes 17 de noviembre en el juzgado de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) en relación con el accidente de tráfico en el que se vio inmerso el pasado domingo 9 de noviembre, cuando chocó su vehículo contra una palmera en una rotonda a la entrada de la urbanización Sevilla Golf, cerca de Montequinto. Un siniestro vial del que no hubo que lamentar daños personales, ya que el diestro salió ileso; pero sí que hubo daños materiales. Ahora se ha conocido la petición de nuevas diligencias, lo que ha motivado que el enjuiciamiento sobre siniestro vial se pospondrá para poder aportar nuevas posibles nuevas, según han informado fuentes judiciales a la agencia Efe. “Hay que investigar algo más, no están tan claras las cosas”, ha explicado su abogado, Joaquín Moeckel, que ha detallado que, entre las diligencias pendientes —que ha atribuido a la Fiscalía—, está llamar al dueño del vehículo —que es una sociedad—, a la compañía de seguros, hacer un pericial de los daños y declaraciones de testigos que faltan en el atestado policial.
Por la mañana, Rivera, que ha sido citado junto a los policías locales intervinientes y testigos de los hechos, ha sido recibido por decenas de periodistas a las puertas del Tribunal de Instancia de Alcalá de Guadaíra, donde ha sido citado tras el accidente. Antes de declarar ante el juez, el hijo de Carmina Ordóñez y Paquirri ha dicho a los medios que “lo que tenga que decir”, se lo dirá al juez y que este tomará “la decisión que tenga que tomar” y “se acabó”. El torero, visiblemente “incómodo” ante la atención mediática, ha lamentado el “juicio paralelo” que viene sufriendo desde el incidente: “Una rotonda, ningún coche implicado, ninguna persona implicada, solamente yo. ¿Qué problema hay?”, ha cuestionado Rivera ante los micrófonos.
“Cualquier cosa que yo pueda decir ahora, que no pueda demostrar con hechos, va a ser solo para alimentar este juicio popular. Ha sido un percance mínimo que le podría haber pasado a cualquier persona. Mi culpa, haberme despistado porque fui a coger el mando; lo siento, tomaré consecuencias”, ha afirmado el diestro, siguiendo lo que ya declaró en su momento su abogado sobre lo ocurrido. Y ha añadido: “No tengo por qué entrar en colaborar en este circo que estáis montando. No entiendo este tiempo que le estáis dedicando a esto, con todas las noticias que están ocurriendo en el mundo y que son importantes”.
El extorero, quien el pasado mes de septiembre anunció su retirada de los ruedos tras salir a hombros de la plaza sevillana de Écija, ha dicho, además, que físicamente se encuentra “bien” y que, desde el punto de vista anímico, está intentando llevar el “acoso” al que se siente sometido “lo mejor posible”. Ante los medios de comunicación no ha aclarado si se negó o no a someterse a las pruebas de alcoholemia que le requirieron los agentes que se personaron en su domicilio tras el siniestro vial. “Lo que quiero es simplemente terminar con esto”, ha concluido antes de entrar en dependencias judiciales.
Pese a que las primeras informaciones confiaron a este periódico que dio positivo en el control de alcoholemia, posteriormente precisaron que el diestro se negó a someterse a ella. Las mismas fuentes municipales indicaron que la Policía Local presentó una denuncia por desobediencia contra el diestro por negarse a hacer el control, obligatorio en casos de accidentes de tráfico. A primera hora de la mañana del 10 de noviembre, el matador se personó voluntariamente en la Jefatura Policial de Alcalá de Guadaíra para dar su versión de los hechos, tal y como confirmó a EL PAÍS su abogado, Joaquín Moeckel. “Si la policía defiende que se le ofreció hacerse el test y no se le hizo, se seguirán los trámites pertinentes”, indicó entonces su letrado a este periódico.
El pasado 30 de junio, el diestro fue detenido tras protagonizar un incidente con los empleados de una hamburguesería de Madrid. De acuerdo con el atestado policial, el torero se encontraba “en claro estado de embriaguez” e hizo “caso omiso” cuando se le acercaron dos policías que iban de paisano. Rivera fue esposado por los agentes en el local y pasó la noche en un calabozo. A las siete de la mañana, salió en libertad con cargos, acusado de un delito de resistencia a la autoridad y desobediencia. Moeckel señaló que la causa se había archivado.