La vieja herida que aún duele entre Rosie O’Donnell y Ellen DeGeneres

A finales de la década de los noventa y principios de los años 2000, en un mundo que aún digería lentamente que gente poderosa se declarara abiertamente gay, dos mujeres en Estados Unidos se repartían el título de pioneras en esta categoría, ambas desde el púlpito mediático de ser famosas actrices y presentadoras de talk shows. Por un lado, Ellen DeGeneres (Luisiana, 67 años) había alcanzado su estatus como Ellen Morgan, la protagonista de la exitosa serie cómica Ellen, emitida de 1994 a 1998. Por otro, Rosie O’Donnell (Nueva York, 63 años) entrevistaba a las personalidades del momento en su programa The Rosie O’Donnell Show, al que llegó en 1996, después de ser Betty Rizzo en el musical Grease, en Broadway. Ambas eran mujeres influyentes y tenían clara una cosa: no iban a aguantar por mucho tiempo seguir dentro del armario en el que la industria del entretenimiento no tenía problemas en mantener a sus estrellas en aquellos tiempos. Entonces, un personaje público podía ser gay, parecerlo, pero no contarlo.

En este clima, tanto DeGeneres como O’Donnell comenzaron a levantar la mano. Aprovechando el éxito de su ficción, la primera le contó al mundo que era homosexual a través del personaje que interpretaba. En el capítulo de Ellen emitido en 1997 y titulado The Puppy Episode, una conversación entre la protagonista y su terapeuta, interpretada por Oprah Winfrey, revelaba al público que Morgan era gay: “Solo quiero a alguien especial, alguien con quien encajar”, comenzaba explicando a su interlocutora. “Y obviamente no encajaste con Richard. ¿Alguna vez ha habido alguien con quien encajaras?“, replicaba la psicóloga mientras Ellen asentía con la cabeza y antes de preguntar: ”¿Cuál era su nombre?“. ”Susan", desvelaba. En paralelo al giro de la trama, en la vida real, una foto de DeGeneres en la portada de la revista Time del 14 de abril de 1997 acompañaba un texto titulado “Sí, soy gay”.

Antes de todo esto, en el año 1996, una entrevista que le hizo Rosie O’Donnell —quien no diría abiertamente que era lesbiana hasta el año 2002— en su programa sirvió para allanar el camino a la actriz. “¿Qué va a pasar con Ellen Morgan esta temporada?“, comenzaba la entrevistadora la conversación entre ambas, llena de divertidos códigos tan fáciles de interpretar que era imposible no saber de lo que hablaban: ”Pues nos enteramos de que el personaje es libanés", contesta DeGeneres iniciando el juego que ambas mantienen durante un buen rato, entre las risas del público: “¿Pero es así, de repente?”, continúa O’Donnell. “No, ha habido pistas, la hemos visto comer baba ganoush, hummus y es una gran fan de Casey Kasem [un locutor de origen libanés]”, explica la invitada. A lo que la conductora responde: “Espera, yo también soy una gran fan de Casey Kasem, quizás yo también soy libanesa y no lo sabía”. “Tenemos que cambiar la percepción de la gente sobre los libaneses”, interviene DeGeneres. “Estás haciendo un buen trabajo”, concluye O’Donnell. Así, públicamente y ante la audiencia de la cadena ABC, ambas mujeres se desnudaron profesionalmente para siempre.

Pero este momento memorable no tuvo continuidad entre las dos estrellas. Tiempo después, en 2004, durante una entrevista como invitada, esta vez al programa Larry King Live, Ellen DeGeneres sepultó años de complicidad negando conocer a Rosie O’Donnell, algo que la neoyorquina ha comentado en varias entrevistas en los últimos años, la última vez en el podcast No Filter, emitido el pasado 8 de septiembre, en el que recuerda lo doloroso que fue ese momento. En un momento de su conversación con Kate Langbroek, la conductora del espacio, mientras charlan sobre el desafío que supuso para O’Donnell declararse públicamente homosexual y sobre aquella entrevista a DeGeneres en la que se declaró “libanesa” como una muestra de apoyo, explica que aquello fue muy “amenazante” para ella, pero también que no quiso apartarse: “Tenía que estar a su lado y cogerla de la mano, y es lo que decidí hacer”, explica. “Pero es curioso, porque creo que ella nunca apreció ese momento. Cuando fue como invitada al programa de Larry King y él le preguntó: ‘¿Qué le ha pasado a Rosie O’Donnell? Su programa fracasó estrepitosamente’, ella contestó: ‘No conozco a Rosie, no somos amigas". “Fue una de las cosas más dolorosas que me han ocurrido en la vida en este negocio”, sentencia.

La revelación sobre este momento, que supuso el fin de su relación —y de la amistad entre ellas, si existió— no llegó hasta el año 2022, cuando O’Donnell asistió al programa Watch What Happens Live y el presentador, Andy Cohen, le recordó que nunca había ido de invitada a The Ellen DeGeneres Show (el programa que esta tuvo hasta el año 2022, durante 19 temporadas). Fue entonces cuando la actriz detalló lo ocurrido y cómo le había impactado: “Estaba en la cama con [mi exesposa] Kelli [Carpenter] y pensé: ‘¿Acabo de oír eso? ¿O fue una alucinación?“, para aclarar después que le habían invitado al programa de DeGeneres muy al final: “Iba a participar en SMILF [la serie], pero quería ir con alguien más para que fuera un poco menos incómodo. No quisieron hacerlo”.

“No sé por qué dijo eso [a Larry King] porque tengo fotos con ella sosteniendo a mis hijos recién nacidos. La conocí durante 30 años”, continúa su relato O’Donnell en el podcast de Langbroek, donde termina comparando el comportamiento de DeGeneres, acusada por sus extrabajadores de un clima tóxico laboral, con lo que le hizo a ella misma: “La forma en que me trató es como ha tratado a los demás”. La actriz asegura además que DeGeneres le ha preguntado en varias ocasiones por qué sigue hablando sobre este episodio de sus vidas: “Creo que en su cabeza ella cree que me he estado recreando por placer. Pero no lo hice por placer, lo hice porque nuestras carreras han tomado una especie de caminos paralelos entrelazados. Somos dos presentadoras gais de la misma edad, la gente siempre me pregunta sobre el tema y yo he pasado una época dura sin decir la verdad”, se confiesa.

Ahora, además de su pasado, a ambas actrices y presentadoras les une un enemigo mayor, Donald Trump. En los últimos tiempos, se han mudado de Estados Unidos debido a las políticas del presidente, DeGeneres a Inglaterra (con su esposa Portia de Rossi) y O’Donnell a Irlanda, algo que Ellen quiso apoyar públicamente con un “Good for you, Rosie” en las redes sociales de la que, parece, sí fue su amiga.