Manuel Díaz ‘El Cordobés’, sobre el encuentro con su padre: “Me dijo: ‘Hijo, todo llega, ya estamos aquí”
El torero, de 54 años, ha convocado a los medios para explicar cómo se gestó y transcurrió el primer encuentro con Manuel Benítez: “La historia va a seguir, me está proponiendo infinidad de cosas y yo no me lo voy a perder”
Manuel Díaz El Cordobés tuvo que esperar 54 años para oír, en boca de su padre, la palabra que tanto “ansiaba escuchar”: “Hijo, todo llega, ya estamos aquí”, fue la frase con la que Manuel Benítez recibió a Díaz después de una larga lucha por que este reconociera su paternidad (hace seis años) y ...
Manuel Díaz El Cordobés tuvo que esperar 54 años para oír, en boca de su padre, la palabra que tanto “ansiaba escuchar”: “Hijo, todo llega, ya estamos aquí”, fue la frase con la que Manuel Benítez recibió a Díaz después de una larga lucha por que este reconociera su paternidad (hace seis años) y que el pasado 14 de febrero culminó con el primer encuentro de ambos en la casa del diestro de 86 años. Así lo ha relatado el propio Díaz este martes, quien ha convocado a propósito a los medios para explicar cómo se gestó y transcurrió el momento.
En su rueda de prensa, el diestro ha relatado cómo “por condiciones del destino” surgió la oportunidad de verse cara a cara, al fin, con Benítez. Es entonces cuando decidió “tomar las riendas” de su vida “sin que haya un tercero de por medio” y ser él quien tome la iniciativa. “He vivido con el ‘no’ toda mi vida; uno más, uno menos...”, se ha sincerado. “Surge la oportunidad, se dan esas circunstancias y entramos por primera vez en contacto directo y automáticamente y se convierte en algo tan profundo y tan mío que digo: ‘Esto no lo voy a perder. Necesito verlo a medio metro de mí. Es algo vital”, ha añadido, indicando que el primer intercambio de palabras fue “telefónico”. “Llega el día en que decidimos vernos. Y a mí me permiten un poco que sea como yo quería que fuese, una reunión donde estuvieran las personas que yo quería que estuvieran: su compañera, Mari Ángeles —que tengo que decir que es un descubrimiento de persona, un ángel en la tierra y una de las personas que ha hecho posible que esto sucediera, se lo agradeceré siempre—, mi mujer, Virginia, y yo” ha puntualizado.
Aunque el torero se ha disculpado por no entrar en detalles, sí ha querido pormenorizar esos primeros instantes llenos de emoción delante de su padre. “Llegando a su finca, me paré en la cuneta porque yo no paraba de temblar, menos mal que Virginia estaba conmigo también porque si no creo que me hubiese desmayado, estaba supernervioso. Mira que yo he estado en cosas difíciles, pero hay algo que es muy interior”, ha comentado. Después, según ha contado, soltó el volante cuando vio que El Cordobés padre le estaba esperando en medio del camino con los brazos abiertos, salió del coche —”no sé ni si lo paré”, ha recordado— y fue cuando escuchó lo que había estado esperando toda la vida. “Hijo, todo llega, ya estamos aquí'. Ahí, en ese momento, es donde hemos nacido los dos. Lo demás ya no tiene sentido”, ha dicho.
Manuel Díaz también ha contado, embargado por la emoción, algún detalle sobre su nueva vida con un padre. “Le felicité por el día del padre el año pasado”, ha dicho, explicando también que el abuelo conoce a sus tres nietos: Alba (fruto del primer matrimonio de Díaz con Vicky Martín Berrocal), Triana y Manuel (del segundo, con Virginia Troconis). El Cordobés hijo no descarta un encuentro entre su madre y su padre, y entre él y el resto de sus hermanos, ya que solamente mantiene relación con el también torero Julio Benítez. “Cuando hablo con él, no hablo de tiempo compartido, sino de tiempo ganado”, ha asegurado, también ha reconocido que sería “una satisfacción” que su padre fuera a verle torear en su año de despedida de las plazas, así como compartir experiencias en el campo. “La historia va a seguir, me está proponiendo infinidad de cosas, porque es un terremoto, y yo no me lo voy a perder”.
En su primera conversación en persona, padre e hijo, se pidieron perdón mutuamente: “Necesitaba decirle: ‘Perdona si he hecho algo en mi vida que no debiera, pero las circunstancias me han obligado’. Él me dijo: ‘Perdóname tú a mí”. Después, cuenta, se intercambiaron palabras, miradas y gestos de cariño “sin reproches” y hubo “entendimiento desde el minuto cero”. Díaz le pidió permiso para llamarle “papá”: “Venga, palante”. También ha explicado que su padre le “cautivó” y que le considera “un ser humano excepcional”.
Esta ha sido la primera vez que Díaz ha hablado con detalle y ampliamente sobre el reencuentro con su padre. Benítez, por su parte, se dirigió a los medios el mismo día del acontecimiento, durante la celebración del vigésimo aniversario de su proclamación como V Califa del Toreo. “No tengo palabras, estoy muy contento con todo, todo viene en su momento, gracias a Dios, estamos aquí y vamos a navegar en el mismo barco”, dijo entonces el diestro, quien se dirigió a su hijo llamándole Manolo y al que calificó como “muy cariñoso, bastante luchador y un torero de casta”.
La fotografía de Benítez y Días juntos se barruntaba desde hacía años, aunque siempre terminaba por no producirse. En 2017, por ejemplo, estuvo a punto de tener lugar cuando Manuel Díaz y su hermano por parte de padre, Julio Benítez, que se habían conocido apenas unos días antes, anunciaron que iban a realizar el paseíllo juntos el 11 de marzo en la plaza sevillana de Morón de la Frontera. Una iniciativa que supuestamente, y según ellos, contaba con el beneplácito del patriarca. Finalmente, y en contra de lo esperado, Benítez no se presentó en la primera corrida conjunta de sus hijos, a pesar de que días antes se había pronunciado sobre el acto, reconociendo públicamente a su hijo Manuel. “Los dos [Julio y Manuel] llevan la sangre fuerte de su padre, sangre del V Califa”, aseguró.
Nacido en 1968 como fruto de una relación fuera del noviazgo con la que después sería la mujer de su padre, Martina Fraysse, Manuel Díaz no logró que se le reconociera oficialmente como hijo de Benítez hasta 2016, resolución judicial mediante. En su intento por conseguirlo, Díaz llegó incluso a saltar al ruedo en Las Ventas de manera espontánea durante una corrida de su padre en 1986, tal y como él mismo comentó en el programa de TVE Lazos de sangre. “Yo solamente estaba siguiendo sus pasos”.