La reina Isabel II inicia oficialmente sus primeras vacaciones en Balmoral sin Felipe de Edimburgo
La monarca ha asistido este lunes a la tradicional ceremonia de bienvenida a la residencia escocesa a la que se desconoce si acudirán los duques de Cambridge
No es el primer verano que acude, pero sí el primero que pasa en solitario. Como cada año, sin que ni siquiera la pandemia lo haya impedido, la reina Isabel II ya se encuentra en el castillo de Balmoral, su residencia de verano, para pasar sus primeras vacaciones sin el duque de Edimburgo, fallecido el pasado 9 de abril. La monarca ha iniciado su estancia en las Tierras Altas de Escocia asistiendo a la ceremonia oficial de bienvenida, que en 2020 fue anulada a causa del coronavirus y que es...
No es el primer verano que acude, pero sí el primero que pasa en solitario. Como cada año, sin que ni siquiera la pandemia lo haya impedido, la reina Isabel II ya se encuentra en el castillo de Balmoral, su residencia de verano, para pasar sus primeras vacaciones sin el duque de Edimburgo, fallecido el pasado 9 de abril. La monarca ha iniciado su estancia en las Tierras Altas de Escocia asistiendo a la ceremonia oficial de bienvenida, que en 2020 fue anulada a causa del coronavirus y que este lunes ha vuelto a celebrarse.
Este es el primer verano que la monarca, de 95 años, acude a Balmoral sin su esposo, el duque de Edimburgo, quien falleció a los 99 años la pasada primavera y quien tenía predilección por el lugar, en el que la pareja pasó parte de luna de miel en 1947 y donde Felipe solía preparar barbacoas para agasajar a invitados como hizo con Tony Blair. El ex primer ministro confesó después, que la Isabel II due la encargada entonces de fregar los platos después de aquella velada. Pese a que su presencia es habitual, aún permanece en el aire la incógnita de si se podrá ver a la reina junto a los duques de Cambridge, algo que parece bastante probable, ya que el príncipe Guillermo y Kate Middleton no dejaron de acudir ni siquiera el año pasado como consecuencia del coronavirus. Pero sin embargo, y prácticamente descartada la de los duques de Sussex —que dejaron de asistir hace ya un par de veranos—, si hay posible una visita que genera expectación es la de Sarah Ferguson. Según el Daily Mail, la duquesa de York ha recibido una invitación de la monarca para que acuda junto a su exmarido, el príncipe Andrés, quien permanece apartado de la vida pública después de que se le relacionara con el pedófilo Jeffrey Epstein. Ferguson había sido invitada también en anteriores ocasiones, pero, de acuerdo con el diario británico, solo había asistido unos pocos días, hasta la llegada de Felipe de Edimburgo, con quien no mantenía una buena relación. Precisamente, la duques de York se encontraba en Balmoral cuando en 1992, después de anunciar su separación del príncipe Andrés, salieron a la luz unas fotografías suyas junto al empresario John Bryan que dieron la vuelta al mundo.
La llegada oficial de la reina se ha conmemorado con un pequeño acto a las puertas del castillo, en la que la ha pasado revista a la Guardia de Honor, compuesta por la Compañía Balaklava y el Regimiento Real de Escocia, un cuerpo de infantería al que ha homenajeado en su atuendo llevando un broche con la insignia del mismo y del que ella es coronel en jefe. Además de los momentos más protocolarios, la celebración ha dejado lugar a otros más distendidos como el reencuentro de la monarca con Lance Corporal Cruachan IV, mascota del Regimiento y que es famoso por haber protagonizado momentos hilarantes en pasadas ocasiones, como cuando intentó comerse un ramo de flores durante el evento de bienvenida de 2017. En febrero de 2018, el pony también mordisqueó los dedos del príncipe Harry durante la visita que este hizo con su entonces prometida, Meghan Markle, al castillo de Edimburgo.
Desde que llegó a Balmoral el pasado día 23, la reina Isabel se encontraba alojada en Craigowan Lodge, una finca cercana al castillo que cuenta con siete habitaciones, donde es habitual que permanezca, como en este caso, en los primeros días de sus vacaciones, a la espera de que cesasen las visitas turísticas y estuviese todo a punto para su llegada al castillo, al que acudió incluso el año pasado, en un escenario mucho más incierto en lo que respecta a la pandemia. Al contrario que otras residencias reales, la de Balmoral es propiedad de la reina, no del estado, y se convirtió en destino vacacional de la monarquía inglesa durante el reinado de Victoria I y el príncipe Alberto. Desde entonces ha sido escenario de innumerables momentos históricos y destacados en la vida de la familia real. Allí, por ejemplo, fue donde hace 24 años se le comunicó, incluidos sus hijos, la muerte de Diana de Gales en un accidente de tráfico el 31 de agosto de 1997.