Palito Dominguín, del clan Bosé a ‘Supervivientes’
Hija de Lucía, hermana de Bimba y sobrina de Miguel, la joven ha estudiado Bellas Artes y ha debutado como modelo antes de dar el salto a la televisión
Palito Dominguín ni se llama Palito ni se apellida Dominguín. Lucía Tristancho Dominguín es el verdadero nombre de esta joven que quizá suene a algunos por su segundo apellido (o el primero en el plano artístico), pero que pronto estará en boca de muchos más al haberse decidido a unirse a uno de los programas de mayor audiencia de España. En apenas unas horas, la joven de 25 años saltará desde un helicóptero sobre las aguas del Caribe para convertirse en participante de ...
Palito Dominguín ni se llama Palito ni se apellida Dominguín. Lucía Tristancho Dominguín es el verdadero nombre de esta joven que quizá suene a algunos por su segundo apellido (o el primero en el plano artístico), pero que pronto estará en boca de muchos más al haberse decidido a unirse a uno de los programas de mayor audiencia de España. En apenas unas horas, la joven de 25 años saltará desde un helicóptero sobre las aguas del Caribe para convertirse en participante de Supervivientes, el reality de Telecinco donde coincidirá con el presentador Agustín Bravo, la cantante Sylvia Pantoja, la exgranhermana Marta López o con Olga Moreno, esposa de Antonio David Flores.
Pero Dominguín, que dice estar “superemocionada y superansiosa” por su paso por el programa, no se sentirá abrumada entre rostros famosos: su apellido lleva en el papel cuché desde hace más de medio siglo. La joven es nieta de la actriz italiana Lucia Bosé (fallecida hace un año) y del torero Luis Miguel Dominguín. Su madre es la conocida Lucía Dominguín, hermana de Miguel Bosé y Paola Dominguín (por tanto, su primo es Nicolás Coronado); su padre es el actor Carlos Tristancho y su hermana mayor (por parte de madre) era Bimba Bosé. Aunque de cara no sea tan conocida y televisiva como otros participantes del programa, su pedigrí se remonta mucho atrás.
Aunque Palito cuenta con algo menos de 7.700 seguidores en su perfil de Instagram, el programa dará sin duda un espaldarazo a la popularidad de una de los miembros menos conocidos del clan Bosé. Si alguien se ha quedado con su nombre estos años ha sido, seguramente, por lo curioso del mismo. Y es que a la niña Palito le encantaba recoger del suelo de la dehesa extremeña en la que se crio todo palito que se fuera encontrando. De ahí el curioso apodo que no se ha quitado desde entonces; de hecho, ella misma ha contado que cuando en el colegio la llamaban Lucía, ni siquiera respondía.
Hija del segundo matrimonio de Lucía Dominguín, la pequeña Palito nació con tres hermanos: Bimba y Olfo, fruto del primer matrimonio de su madre, y Jara, un par de años mayor que ella y que, tras probar suerte en el diseño de calzado, ahora tiene una empresa de catering en México. Las dos pequeñas se criaron juntas en Badajoz, donde sus padres vivieron durante sus 26 años de matrimonio, entre 1985 y 2011. Allí montaron un hotel llamado Rocamador, de cuatro estrellas, en lo que un día había sido un convento de monjes franciscanos. Un éxito en sus primeros años, polo de atracción de famosos, pero que quebró durante la crisis de la burbuja inmobiliaria. Su propio padre, Carlos Tristancho —que durante siete años fue director del Teatro de Mérida—, confesaba en una entrevista que estaba “arruinado” por su gestión. “No tengo un duro”, llegó a decir.
Tras su paso por una escuela cerca de su casa, la joven Palito se fue a estudiar la última parte de la secundaria a un internado (ella ha afirmado que le encantan, porque dan una cierta ilusión de independencia pero con control) en Villafranca de los Barros, Badajoz. Después se marchó a Brighton, Inglaterra, para estudiar un bachillerato centrado en el arte y la música.
Esa pasión la continuó poco después en Bournemouth, también en Inglaterra, donde estudió Bellas Artes y donde vivió durante siete años. En el Reino Unido también trabajó como institutriz. Fue a su vuelta cuando empezó a tener una faceta más pública en España. Ella misma contó que el arte es “su gran pasión” y que va sacando proyectos “poco a poco”. “Siempre me picó la curiosidad por ser modelo, desde pequeña, al ir a ver a mi hermana desfilar. Tener la oportunidad de hacerlo ahora siendo adulta es un regalo”, le contó a Vanity Fair, en referencia a la fallecida Bimba Bosé, 20 años mayor. Tanto ella como su hermana Jara y algunos de sus primos quisieron hacerle un homenaje cuando falleció y se tatuaron las famosas hormigas que también Bimba tenía en tinta sobre la piel.
El debut de Palito Dominguín en los desfiles de moda fue con Francis Montesinos, gran amigo de su madre, en febrero de 2017. A partir de ahí, participó en desfiles de Ángel Schlesser o Isabel Sanchís o en pasarelas como Gran Canaria Moda Cálida, donde mostró los modelos de baño de Ágatha Ruiz de la Prada (para la que ha desfilado en más de una ocasión), Aurelia Gil o All That She Loves. También ha hecho sesiones de fotos para el diseñador Jorge Vázquez. En esa misma entrevista para Vanity Fair sostenía que iba a intentar “seguir trabajando en esta industria todo el tiempo que pueda”. Y en otra charla con La Vanguardia explicó que todo había sido por elección propia: “Nunca me he sentido presionada por mis padres, hermanas u otra persona”, contaba.
Mientras tanto, y desde finales de verano de 2019, se ha instalado en Barcelona junto a su novio, un joven británico llamado Harry. Juntos viven en un hogar a las afueras de la ciudad, al norte, casi en el campo, porque la joven ha explicado que nunca había vivido en una gran ciudad y quería hacer la prueba. Ahora cambiará su rutina por las aguas y las playas de Honduras. Ahí tendrá que hacer honor a su nombre y recoger mucho más que palitos de sus selvas para poder sobrevivir.