Cristina Pedroche: “Este año siento más la presión de hacer feliz a la gente”
La presentadora se prepara ya para las campanadas de 2021, una cita en la que su traje es una de las sorpresas de la noche. “Tendrá que ver con la pandemia, como todo”, anuncia
Nunca se han contado tanto los días para que acabe un año, un 2020 que ha sido malo por la pandemia que asola el mundo y que ha cambiado la forma de vivir. Cristina Pedroche, la presentadora de Atresmedia, asegura que nunca pensó que, cuando deseó un feliz año a la audiencia la noche de las campanadas, algo así pudiera suceder. A poco más de un mes para una nueva cita en la Puerta del Sol de Madrid e...
Nunca se han contado tanto los días para que acabe un año, un 2020 que ha sido malo por la pandemia que asola el mundo y que ha cambiado la forma de vivir. Cristina Pedroche, la presentadora de Atresmedia, asegura que nunca pensó que, cuando deseó un feliz año a la audiencia la noche de las campanadas, algo así pudiera suceder. A poco más de un mes para una nueva cita en la Puerta del Sol de Madrid es consciente de que todo será diferente. “No sabremos todavía si habrá público allí”, aclara pendiente de las decisiones de la autoridades para esa gran noche. Y sabe la responsabilidad añadida que tendrá en esta ocasión. “Este año siento más la presión de hacer feliz a la gente”. Por eso está dispuesta a hacer lo que sea necesario para conseguirlo con su optimismo característico.
Llega la Navidad y Pedroche se reactiva. Le llueven contratos de imagen. Ayer presentó la nueva campaña de Baileys en Madrid, una recomendación para las noches de fiesta que vienen. Para ellas, la presentadora se prepara a conciencia. “Me pongo en forma tanto físicamente como psíquicamente”, advierte. Partidaria declarada del yoga también corre y ahora, además, se ha embarcado en un reto para un programa de televisión que todavía es secreto pero que la tiene con el cuerpo baldado. En los meses del aislamiento no tuvo ganas de moverse del sofá por la situación y porque sufrió el virus, eso sí, casi sin síntomas a diferencia de su marido, el chef Dabiz Muñoz, que perdió el gusto y el olfato, una faena para un cocinero de su talla. “No tenía ganas ni de comer, que eso en mí es raro”, recuerda. El confinamiento lo pasó en un pequeño piso. Ahora se ha mudado a un chalé en Pozuelo. Ha sentido los efectos de la pandemia en su trabajo pero no tanto como en otros casos. “Se suspendieron algunas campañas, pero poco más”, cuenta. Ella y su marido lo notaron más en sus restaurantes, que tuvieron que cerrar. “Ahora falta por abrir solo el de Londres”. Entre medias sufrieron un incendio en DiverXo y ya abiertos tuvieron que cerrar al detectarse un caso de coronavirus entre el personal. Pedroche, en otro arranque de optimismo, proclama: “Pero todo lo vamos a superar, vamos a salir de esto”. Solo se pone algo más seria al recordar que no abraza a su madre desde marzo y que no pudo despedirse de su abuela, fallecida durante la pandemia.
Pedroche se declara una feminista convencida. En estos días lucha por normalizar algunos aspectos de la vida de las mujeres como la regla. “Muchas se ven afectadas por ella, tienen muchos síntomas y yo soy una de ellas. ¿Por qué no hablar de ello?”. Esos comentarios le han costado alguna polémica en las redes sociales donde ejerce mucha influencia aunque no se considera una influencer. Otra de sus cruzadas tiene que ver con apoyar el uso de la copa menstrual como gesto sostenible. También reivindica el hecho de no desear ser madre. “No siento la necesidad de serlo. Soy joven, tengo 32 años, y no digo que algún día pueda cambiar de idea”. Asegura que su feminismo no choca con la imagen que proyecta las noches de los 31 de diciembre con esos trajes en los que su físico queda casi al descubierto. “Mi cuerpo es mío y hago con él lo que quiero. Quien no desee mirar, que no lo haga”.
Desde el mes de enero trabaja con su amigo Josie, que triunfa estos días en MasterChef Celebrity, en el diseño para este fin de año. “Siempre tenemos alguna idea pero las hemos ido cambiando. Ya lo están cosiendo”, desvela. El modelo es un secreto, claro está, pero a la pregunta de si tendrá que ver con la pandemia da una pista: “¿Pero este año qué no tiene que ver con la pandemia?”.
Tanto como su estilismo, a Pedroche le preocupa lo que ella llama su discurso: las palabras que pronuncia antes de que suenen las campanadas. “Hablaré de lo que hemos vivido, de lo que nos está pasando”. Una alocución que ella misma escribe sin la ayuda de ningún guionista y que solo enseña a tres o cuatro personas antes de pronunciarla.
En lo que audiencias se refiere, este año Cristina Pedroche y su traje tendrán una gran competencia. En otro balcón de la Puerta del Sol estará Ana Obregón, que dará las campanadas en Televisión Española junto a Anne Igartiburu. Obregón reaparecerá tras un año que ha sido para ella aún más malo, en el que ha perdido a su único hijo. “Si ella cree que eso le ayudará, me alegro de que se haya animado”.