Richy Castellanos, el ingeniero de la fama
El relaciones públicas lleva 26 años manteniendo contacto con celebridades internacionales y ahora prepara una película sobre su vida
Richy Castellanos nació en familia humilde y coleccionaba cromos. Ahora intercambia mensajes de WhatsApp con Julio Iglesias. El tema para tratar con Julio, esta vez, es el cumpleaños de Diego Armando Maradona. “Son mis amigos”, dice con indisimulado orgullo. Castellanos (Madrid, 1968) lleva 26 años en el mundo de las relaciones públicas, los actos benéficos, las ruedas de prensa y los eventos glamurosos. Es ...
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Richy Castellanos nació en familia humilde y coleccionaba cromos. Ahora intercambia mensajes de WhatsApp con Julio Iglesias. El tema para tratar con Julio, esta vez, es el cumpleaños de Diego Armando Maradona. “Son mis amigos”, dice con indisimulado orgullo. Castellanos (Madrid, 1968) lleva 26 años en el mundo de las relaciones públicas, los actos benéficos, las ruedas de prensa y los eventos glamurosos. Es El hombre que susurraba a los famosos, según reza el libro que publicó hace siete años en Planeta, en colaboración con otro amigo, Eloy Arenas: una enciclopedia de anécdotas. En el 60 cumpleaños de Maradona (fue el 30 de octubre) ha reunido a más de 150 celebrities para regalarle al dios del fútbol un vídeo de felicitación, con gran repercusión en medios de aquí y allá.
Nos cita en el madrileño Teatro Amaya, ataviado con gorra porque viene de entrenar: “Aunque no se vea, ahora mismo tengo los abdominales como Bruce Lee”, bromea. No sabemos si Bruce Lee fue su amigo (podría ser), pero él mismo es todo un personaje. Reconoce tener “cara de pillo” y aires callejeros, pero cuando se pone el traje y la corbata para sus eventos es un serio trabajador. “Eso es lo que soy: un trabajador”. Habla rápido, a tiro fijo, y con un discurso plagado de grandes nombres y anécdotas. A pesar de dedicarse al “mundo de la farándula”, parece muy serio, a la par que profesionalmente cordial.
Empezó de relaciones públicas en un gimnasio al que invitó con carnet vip a Los Chunguitos, porque Castellanos es fan de cosas muy ibéricas: el flamenco (su empresa se llama Camarón Eventos, y trató a Camarón y a Paco de Lucía), los toros o el fútbol. Iba para futbolista hasta que se lesionó “como Julio Iglesias y Antonio Banderas, ambos amigos, aunque a ellos los conocen en todo el mundo y a mí solo en mi casa”, le gusta decir.
Castellanos nos descubre la vida social de los famosos cuando no están en la pantalla o sobre los escenarios. Entre los eventos que realiza hay de varios tipos. En algunos, las celebridades asisten cobrando: es porque se trata de un evento de marca o de publicidad. En otros, como inauguraciones o estrenos, van por apoyar la cultura o porque les interesa el acto. “Lo importante es saber mezclar a gente del mismo ámbito o que se lleven bien”, dice el relaciones públicas, “siempre con gusto, con glamur, con clase”. Algo así como la ingeniería social de la fama.
Cuando le llaman “el rey de la noche” puntualiza: ni fuma ni bebe. E insiste: “Soy un trabajador: quiero volver a casa y saber que lo he hecho bien o muy bien”. ¿El truco? “No es el truco del almendruco: prefiero trabajar solo que mal acompañado, con mucha paciencia, siguiendo el camino recto”. Tiene una de las mejores y más nutridas agendas de España: su actual álbum de cromos. En su política profesional está no desvelar secretos de sus conocidos, aunque le tienten.
En los photocalls que organiza “hay gente que se cuela, quiere figurar, quiere ser artista”, dice. Cuando en el evento hay 1.000 personas es difícil de controlar: “No pasa mucho, pero pueden estropear el trabajo que he hecho con mucho esfuerzo”, señala. Con su agenda puede crear lo necesario: un trío de ases, o un póker o un full o toda la baraja. “Te puedo traer a dos actores, dos deportistas, dos toreros y a dos músicos y hacer un buen plantel”, explica. En sus eventos han participado figuras como Frank Sinatra, Michael Jackson, Robert de Niro o Cristiano Ronaldo, según informa su web.
Le gusta, además, presentar a gente que se admire (por ejemplo, a Tomatito y a Vicente Amigo, a Curro Romero y a Paco de Lucía o a El Cigala y a Maradona), y de cuya unión pueda surgir algo nuevo, o una amistad. “Tengo una foto a la que tengo mucho cariño, con Maradona, El Cigala, Colate, Tomatito y Javier Hidalgo: resume cosas que me importan desde niño, como el flamenco o el fútbol”. Una vez más, la ingeniería de la celebridad.
¿Qué le parecen los nuevos famosos televisivos de rápida fama? “Cada uno puede hacer lo que quiera, pero no es lo mismo el que ha desarrollado una actividad artística, cultural o deportiva, que el que ha ganado fama en el entretenimiento televisivo”, opina, “me gusta trabajar con gente con trayectoria, vocación y esfuerzo”. Antes que ver realitys prefiere ver documentales de animales, “que hablan con los ojos”. Los followers de los influencers tampoco suele creérselos: “Muchas veces esos seguidores son comprados”.
Entre sus hitos está el aparecer en casi todas las películas de Torrente (Santiago Segura es un buen “amiguete”) o trabajar en todas las galas de nochevieja de José Mota. Ahora tiene en cartera un vídeo con 60 artistas, para Navidad y por la pandemia, versionando la canción flamenquita Alegría de vivir, de Ray Heredia, (en plan el We are the world de Michael Jackson y Lionel Richie), para la Fundación Atlético de Madrid y la Cruz Roja. Y también una película sobre su propia vida: “Una comedia, sin ganas de incomodar a nadie, de palomitas y Coca-Cola”, dice, “estoy esperando que se apruebe el proyecto”. Él también es un cromo de los que coleccionaba.