Alberto de Mónaco, sin mascarilla y sin distancia social en la fiesta de la cerveza
El príncipe, que sufrió el coronavirus en primavera, se salta las normas fijadas en el Principado contra la pandemia
Alberto de Mónaco no cumple las normas que él mismo impone en el Principado para combatir la pandemia. El príncipe ha sido fotografiado en el Café de París de Montecarlo celebrando la fiesta del Oktoberfest, conocida popularmente como la fiesta de la cerveza que aunque originaria de Baviera tiene réplicas en otras ciudades. Alberto llegó a la cita sin su esposa Charlène y se integró rápidamente en la celebración.
Mónaco acaba de decretar el cierre de restaurantes a l...
Alberto de Mónaco no cumple las normas que él mismo impone en el Principado para combatir la pandemia. El príncipe ha sido fotografiado en el Café de París de Montecarlo celebrando la fiesta del Oktoberfest, conocida popularmente como la fiesta de la cerveza que aunque originaria de Baviera tiene réplicas en otras ciudades. Alberto llegó a la cita sin su esposa Charlène y se integró rápidamente en la celebración.
Mónaco acaba de decretar el cierre de restaurantes a las 23.30 horas cuando se celebró la fiesta, pero lo que más ha sorprendido ha sido la falta de distancia social y la ausencia de mascarillas, tanto del príncipe como de muchos de los asistentes.
Alberto de Mónaco fue uno de los primeros royals en caer enfermo de coronavirus. El 19 de marzo, a través de un comunicado de prensa oficial, se anunció que Alberto de Mónaco había dado positivo por Covid-19. Desde su aislamiento concedió una entrevista a la cadena de televisión privada TF1 en la que el príncipe dijo que estaba “mejorando cada vez más”.
“Estoy cada vez mejor, estoy empezando a ver el final del túnel”, afirmó. “Todavía estoy tosiendo un poco, pero las luces son verdes. Veo los próximos días con serenidad (...) Debemos ser lo más transparentes posible por nuestras familias, seres queridos, por las personas que has conocido en días anteriores. Necesitamos recibir tratamiento lo antes posible y tranquilizarnos acerca de los síntomas”. En cuanto a su esposa Charlene y sus hijos, Jacques y Gabriella, explicó que actualmente residen en Roc Angel a pocos kilómetros de Montecarlo. Alberto II de Mónaco, que celebró su 62º cumpleaños el 14 de marzo, fue el primer jefe de Estado en revelar públicamente que estaba infectado con el coronavirus.
Sobre el proceso de la enfermedad dijo: “Mis síntomas se parecían a los de la gripe, pero parecía ser un caso bastante leve”, describió. "Tenía un poco de fiebre, un poco de tos, y los primeros días tuve secreción nasal. Sentí que estaba un poco mareado, pero eso es todo ".
Quince días después, los médicos anunciaban que el príncipe estaba recuperado, a la vez que Alberto de Mónaco recordaba a sus ciudadanos la importancia de respetar escrupulosamente las medidas de confinamiento y limitar el contacto con los demás. “El cumplimiento riguroso de estas reglas ayudará a detener la propagación del coronavirus”, finalizaba el comunicado.
El 22 de mayo, Alberto de Mónaco tomaba otra decisión en tiempos de pandemia. Esta vez tenía que ver con su sueldo. “La pandemia del coronavirus va a impactar fuertemente en el presupuesto del Estado, con un déficit provisional estimado en 500 millones de euros para el ejercicio de 2020”, explica el comunicado hecho público por su gabinete. “Este montante corresponde a la financiación de las medidas excepcionales de apoyo necesarias en favor de todos los participantes de la economía monegasca, medidas decididas por el Gobierno, así como teniendo en cuenta una reducción anticipada de los ingresos del Estado”, explica, dando a entender que, como es lógico, el presupuesto de un Estado basado en el lujo y el turismo se verán afectados por la pandemia.
“La gravedad de la situación impone una gestión financiera rigurosa, acompañada de esfuerzos importantes para lograr una disminución global de los gastos del Estado”, continúa el comunicado. “En este contexto, el Príncipe Soberano ha decidido reducir los gastos de funcionamiento del Palacio con una bajada del 40% de su dotación, que pasa de 13,2 millones de euros a ocho”.
Las imágenes del príncipe en la fiesta de la cerveza echan por tierra sus gestos solidarios.