Los vaivenes de la vida de Mila Ximénez
La colaboradora de televisión, que se hizo famosa por su matrimonio con Manolo Santana, se enfrenta a un cáncer que llega en una etapa en la que por fin había hallado la paz
Quienes conocen bien a Mila Ximénez la definen como un huracán. Una mujer que explota, suelta por lo boca todo lo que piensa y algo más para luego reflexionar sobre su salida de tono y pedir disculpas. Guerrera de mil y una batallas se enfrenta ahora a una complicada: un cáncer de pulmón al que está convencida de que ganará. La enfermedad le llega en un momento vital en el que había hallado la paz. Por fin disfrutaba de armonía familiar —su hija Alba la hizo abuela por partida doble— y de una saneada ...
Quienes conocen bien a Mila Ximénez la definen como un huracán. Una mujer que explota, suelta por lo boca todo lo que piensa y algo más para luego reflexionar sobre su salida de tono y pedir disculpas. Guerrera de mil y una batallas se enfrenta ahora a una complicada: un cáncer de pulmón al que está convencida de que ganará. La enfermedad le llega en un momento vital en el que había hallado la paz. Por fin disfrutaba de armonía familiar —su hija Alba la hizo abuela por partida doble— y de una saneada economía gracias a su contrato con Mediaset y a las colaboraciones que realiza en algunas revistas. No es periodista de carrera pero lleva años ejerciendo como tal. Llegó a ese mundo de la prensa del corazón porque ella misma perteneció a él aunque como protagonista. Se casó con el gran tenista español Manolo Santana, un matrimonio que ocupó portadas y tuvo al expresidente Adolfo Suárez como padrino, pero que solo duró tres años. Los viajes interminables del deportista y alguna infidelidad acabaron con una unión que nació marcada por la diferencia de carácter de ambos. Con el divorcio comenzaron los vaivenes en la vida de Mila Ximénez.
Ahora se pasea con bolsos de Chanel pero hubo años en los que no tenía ni para pagar la luz. Ella misma lo ha contado. Su precariedad económica fue tal que decidió que lo mejor para su hija era que viviera con su padre y la tercera esposa de este, Otti Glanzielus, en Marbella. Una decisión que para siempre ha marcado su vida, de la que se ha sentido culpable y de la que su hija intenta que se perdone. “Hice lo mejor para ella”, ha dicho una y otra vez. Siempre ha estado muy unida a Alba, tanto que tardó una semana en contar que estaba enferma porque no encontraba el valor para hablar con ella. También puso como condición a los médicos que el tratamiento de quimioterapia y radioterapia que tiene que hacerse le permita pasar un mes de vacaciones con su hija y nietos en una casa de Marbella que alquiló antes de saberse enferma.
Nació en Sevilla hace 68 años, cumplidos el pasado 21 de mayo. Trabajó como enfermera en el hospital Nuestra Señora del Rocío, en Sevilla, gracias a una gestión de su padre con el entonces gobernador civil, luego ministro, Utrera Molina. Allí conoció a los 18 años a uno de sus primeros amores, un jefe de departamento que estaba casado, todo un escándalo en aquella España. Estuvieron juntos casi una década pero no pudieron casarse. Vivía Franco y el divorcio era una quimera. En 1983 llegó Santana, la fama, las fiestas, el reconocimiento social y, poco después, el abismo tras un abrupto divorcio.
“Mi primera relación amorosa”, explicó en referencia al médico con el que convivió en su juventud, “me hizo mucho daño, y el padre de Alba también y nunca entendí el porqué. Lo único bueno es que mi hija recuerda su niñez con amor y paz. Yo sabía que me quería y Ana, la persona que la cuidaba entonces, se preocupó de que yo estuviera en su vida”.
Marbella vivía sus años de gloria y fiesta, y a ellos se sumó Mila Ximénez, que cayó en las redes de un playboy muy conocido, Antonio Arribas. Con él ha contado que conoció la pasión y el amor sin freno, también que tras su repentina muerte todavía le echa de menos como le sucedió a otras de sus amigas que también fueron conquistadas por el galán como Carmen Ordóñez o Lolita.
Mila Ximénez no acostumbra a hablar de su vida amorosa pero hay nombres que ha sido imposible que quedaran en la intimidad como el de José Sacristán al que conoció cuando ella le hizo una entrevista para las páginas de ABC. Tampoco pasó inadvertida su relación con el polémico Emilio Rodríguez Menéndez, una etapa que querría olvidar.
La llamada de Mediaset cambió su vida y cerró otra etapa de vaivenes cuando trabajó en Directamente Encarna, el programa que conducía Encarna Sánchez en la Cadena COPE. La propia Mila Ximénez ha contado la fascinación que ejerció en la periodista que se convirtió casi en la obsesión. Pero todo cambió cuando se incorporó a la plantilla de colaboradores de Telecinco, cadena en la que ha trabajado en varios de sus programas estrella como Crónicas Marcianas, A tu lado, La Noria, Sálvame y Sábado Deluxe, y en Supervivientes y Gran Hermano VIP como concursante. En este tiempo ha librado grandes batallas y se ha enfrentado a demandas millonarias como la que le interpuso Isabel Pantoja, con la que no solo ha firmado la paz sino también ha fraguado una buena relación.
Mila Ximénez ha podido con todo en su vida. Ahora dice que tiene miedo pero su carácter le impide mostrar debilidad y por eso proclama: “Esta batalla estoy segura de que la voy a ganar. Lo prometo por mi hija y mis nietos”.