El divorcio multimillonario del ‘rey’ de las vacunas en China
La cónyuge del máximo responsable de la biotecnológica Kangtai se convierte en una de las mujeres más ricas del mundo tras su separación
Durante siglos, los matrimonios en China siguieron el principio de “puertas y ventanas a juego”. Toda unión, convenida entre los padres de los casaderos, no era otra cosa que un contrato entre dos familias con la procreación como único propósito. Bastaba un indicador para establecer la idoneidad de los pretendientes: un nivel socioeconómico parejo. Para que ninguna parte se aprovechara de la otra, sus hogares debían tener el mismo número de puertas y ventanas. De acuerdo al dicho popular, los jóvenes debían “casarse primero y enamorarse después”...
Durante siglos, los matrimonios en China siguieron el principio de “puertas y ventanas a juego”. Toda unión, convenida entre los padres de los casaderos, no era otra cosa que un contrato entre dos familias con la procreación como único propósito. Bastaba un indicador para establecer la idoneidad de los pretendientes: un nivel socioeconómico parejo. Para que ninguna parte se aprovechara de la otra, sus hogares debían tener el mismo número de puertas y ventanas. De acuerdo al dicho popular, los jóvenes debían “casarse primero y enamorarse después”, siendo la segunda cláusula la porción opcional.
No fue hasta 1908 cuando la Ley de Matrimonio consagró la libertad de escoger pareja. Desde entonces, el amor romántico ha ido ganando protagonismo. Pero en esta tierra de oportunidades existen muchas maneras de lograr fortuna, cada una más imaginativa y menos ética que la anterior. Sin las viejas convenciones de por medio, pocas resultan tan efectivas como una boda seguida de un divorcio. Si alguien puede atestiguarlo es Yuan Linping, quien de la noche a la mañana se ha convertido en una de las mujeres más ricas del mundo.
El amor que le unía a Du Weimin, presidente de Shenzhen Kangtai Biological Products, se quebró por la mitad del paquete accionarial. Del 51,25% que poseía de la empresa, un 23,99% fue a parar a manos de su exmujer, según notificó la farmacéutica en un comunicado oficial el pasado 29 de mayo. 161 millones de acciones, valoradas cada una de ellas en 140,78 yuanes (17,63 euros) en el momento de la transacción, lo que significa que 2.840 millones de euros aparecieron de pronto en el bolsillo de Yuan Linping. Su caso se ha comparado al de MacKenzie Bezos, quien percibió 42.000 millones de euros tras separarse de Jeff Bezos, fundador de Amazon, convirtiéndose así en la cuarta mujer más rica del planeta.
La historia de esta riqueza recién adquirida es, en realidad, la historia de su exmarido. Du nació hace 56 años en el seno de una familia de granjeros en la provincia de Jiangxi, al sur del país. Tras estudiar en una escuela sanitaria local en 1984 obtuvo su primer empleo como inspector en la Estación Provincial de Salud y Prevención de Epidemias en 1987. Su destino cambió cuando abandonó su puesto para convertirse en comercial para una firma de vacunas. En 1995 ya era su responsable de ventas y en 2004 fundó su propia empresa, Beijing Minhai Biotechnology, la cual un lustro más tarde sería adquirida por Kangtai. Esta operación hizo de él el máximo responsable de la nueva entidad.
Sobre la empresa hay mucha información disponible porque desde 2017 cotiza en la Bolsa de Shenzhen. Sobre la pareja, bastante menos. No ha trascendido cómo se conocieron, aunque se sabe que sus trayectorias coincidieron en Kangtai: ella fue su directora entre 2011 y 2018. En la actualidad se desempeña como vicegerente de la filial Minhai, la empresa fundada por su exmarido. Yuan ostenta la nacionalidad canadiense aunque reside en Shenzhen, la pujante ciudad china al otro lado de la frontera con Hong Kong y uno de los centros tecnológicos del país. Es una mujer de perfil bajo y en rara ocasión aparece en los medios.
El comunicado de Kangtai afirmaba que no está interesada en hacerse con el control de la compañía, por lo que el acuerdo de divorcio especifica que cederá a Du su derecho a voto en las reuniones de la junta general de accionistas. A causa de la separación, el patrimonio de él se ha reducido de 5.770 millones de euros a 2.750, interrumpiendo su vertiginoso ascenso en la lista Forbes. En 2018 ostentó 1.240 millones y en 2019 1.330 que le valieron el 81º lugar en la lista de personas más ricas de China. El significativo salto en su cuenta corriente este último año se debe a que, hasta que recuperó la soltería, la evolución de los acontecimientos jugaba a su favor.
Kangtai es una empresa biotecnológica especializada en vacunas, las cuales investiga, desarrolla, manufactura y vende. Su cotización se dobló el año pasado y ha seguido ascendiendo desde febrero, cuando anunció un plan para desarrollar una vacuna contra el coronavirus. El mercado había reaccionado con un optimismo que se ha visto contenido por el divorcio: sus acciones cayeron un 3,6% cuando la noticia salió a la luz. Yuan seguía siendo una nueva millonaria, solo un poco menos, con dinero suficiente para levantar tantas puertas y ventanas como necesite.