La historia de Lea Michele: de la muerte de su pareja a convertirse en madre primeriza
La actriz alcanzó la fama con la serie ‘Glee’, que terminó sumida en una profunda depresión tras el fallecimiento de Cory Monteith
Lea Michele confirmó el pasado sábado lo que ya sabían diferentes cabeceras estadounidenses: que espera su primer hijo. La actriz, conocida por interpretar a Rachel Berry en la serie musical Glee, publicó una fotografía en su perfil de Instagram donde abraza su vientre, ya en un avanzado estado de gestación. Tanto ella como su marido, el empresario Zandy Reich, no han desvelado todavía el sexo del bebé.
Su relación se hizo pública en 2017 ...
Lea Michele confirmó el pasado sábado lo que ya sabían diferentes cabeceras estadounidenses: que espera su primer hijo. La actriz, conocida por interpretar a Rachel Berry en la serie musical Glee, publicó una fotografía en su perfil de Instagram donde abraza su vientre, ya en un avanzado estado de gestación. Tanto ella como su marido, el empresario Zandy Reich, no han desvelado todavía el sexo del bebé.
Su relación se hizo pública en 2017 y contrajeron matrimonio el 9 de marzo del año pasado. Celebraron una boda privada en California, a la que solo tuvo acceso la revista People. Entre los invitados se encontraban algunos miembros del elenco de Glee, como Becca Tobin, Darren Criss y Jonathan Groff. También estuvo presente el productor Ryan Murphy, que trabajó con Michele en la serie que la catapultó a la fama y en Scream Queens, donde compartió pantalla con Emma Roberts, sobrina de la actriz Julia Roberts. De hecho, Murphy fue el encargado de oficiar la ceremonia. La intérprete, de 33 años, no quería pronunciar el “sí, quier” sin contar con el beneplácito del productor: “Sí, mis padres, mis amigos, lo que quieras. Pero el acuerdo se firmó por Ryan Murphy. [Su aprobación] cerró el trato”.
“Estamos muy emocionados de habernos casado y agradecidos de estar rodeados de nuestros amigos y familiares. Y sobre todo, estamos muy felices porque vayamos a pasar el resto de nuestras vidas juntos”, expresaron entonces los recién casados en un comunicado. Ahora el matrimonio se siente agradecido ante la llegada de su primer hijo. “Siempre han querido ser padres”, aseguró recientemente una fuente a la misma revista. Algo que no ha ocultado la actriz cuando le han preguntado por ello. El pasado octubre explicó que le encantaría vestir a sus hijos de león o de taco para Halloween.
Sin embargo, no le ha resultado sencillo concebir niños. La intérprete reveló en septiembre que padece síndrome de ovario poliquístico, que provoca un aumento de hormonas y por consiguiente, infertilidad y menstruación irregular en determinados casos. Después de acudir a varios especialistas que no lograron identificar su problema y le recetaban diferentes medicamentos y tratamientos, encontró a un médico que le diagnosticó finalmente la enfermedad y le recomendó un cambio en su dieta. Desde entonces, Michele pudo controlar los cambios de peso y el acné en su piel, pero tardó un tiempo en compartir su experiencia. “Soy muy afortunada porque hay casos mucho más extremos del síndrome de ovario poliquístico con los que las mujeres tienen muchas dificultades. La mía no es tan intensa”, comentó a la revista Health.
Tras el anuncio de su embarazo, celebridades y seguidores han querido felicitar a la actriz. Incluso sus fans se han percatado de que la intérprete y su personaje en Glee guardan ahora mismo ciertas similitudes. Algunos de ellos han querido recordar a través de las redes sociales que en el último episodio de la serie, emitido en 2015, la trama se desarrollaba cinco años después, es decir, en 2020. Y Rachel Berry, el personaje que encarnaba Michele, estaba embarazada.
Glee supuso un antes y un después para la actriz. Acostumbrada al mundo de los musicales —su primer trabajo en Broadway fue en el musical de Los Miserables cuando no tenía ni 10 años—, la producción creada por Ryan Murphy, Brad Falchuk (actual marido de Gwyneth Paltrow) e Ian Brennan en 2009 cambió drásticamente su carrera, dejando atrás los teatros por la pequeña pantalla, que le reportó mayor notoriedad. Durante el rodaje conoció a Cory Monteith, que interpretaba a Finn Hudson. Ambos protagonizaron un amor frente a las cámaras que a los pocos años traspasó a la vida real. Comenzaron a salir a finales de 2011 y los rumores de boda les perseguían constantemente. Sin embargo, el actor falleció el 13 de julio de 2013 en un hotel de Vancouver por una sobredosis de heroína y alcohol, que se investigó como suicidio. Tenía 31 años y unos meses antes había acudido a una clínica de rehabilitación tras una larga historia de adicciones.
Michele no tardó en regresar al trabajo para compartir el dolor con el resto del reparto durante un episodio en homenaje al intérprete donde su personaje también moría. Cuando terminó la serie, en 2015, Michele cayó en una gran depresión. Quiso probar suerte en la industria de la música, pero sin demasiado éxito. En 2014 lanzó su primer disco Louder, al que siguió en 2017 Places, un fracaso mayor que el primero. En cualquier caso, recuperó la buena racha con su participación en la serie Scream Queens.
En lo personal, Michele volvió a abrir su corazón al año de perder a Monteith. Salió con el actor Matthew Paetz durante año y medio. Y en 2017 conocería a su actual marido, Zandy Reich, junto al que va a ser madre.
Su trágica historia se asemeja en parte a la de Becca Tobin, también compañera de Glee. Un año después de la muerte de Cory Monteith, el equipo de la serie volvió a estar de luto después de que el novio de Tobin, encargada de dar vida a Kitty, fuera encontrado muerto en la habitación de un hotel en Filadelfia. Al parecer, Matt Bendik falleció a los 35 años de un ataque al corazón debido en parte al estrés que sufría por expandir su negocio. Al igual que Michele, Tobin volvió a encontrar el amor y se casó en 2016 con el empresario Zach Martin. En esta ocasión, la misa fue oficiada por la actriz Jane Lynch, que encarnó a la entrenadora Sue Sylvester en la misma serie.
Los actores de Glee han sido protagonistas de un gran éxito televisivo, pero también de numerosas tragedias. Además de las historias de Michele y Tobin, entre el reparto se pueden contar casos de suicidios, pedofilia, violencia machista y hackeos de fotos íntimas, lo que ha llevado a convertir a la producción en una serie maldita.