Enrique de Inglaterra y Meghan Markle se interesan por la casa de Mel Gibson
La propiedad, valorada en 14 millones y situada en Malibú, goza de una gran privacidad
Enrique de Inglaterra y Meghan Markle buscan una casa en Malibú para continuar su vida en Los Ángeles. En concreto, les ha gustado una propiedad que pertenece al actor Mel Gibson y por la que estarían dispuesto a pagar 14 millones. La villa, que se construyó hace 64 años, lleva varios meses a la venta y ahora los duques de Sussex están interesados en ella, según informan diversos medios de EE UU. Los vecinos dicen que la mansión está más protegida que Fort Knox, conocido porque alberga el depósito de lingotes...
Enrique de Inglaterra y Meghan Markle buscan una casa en Malibú para continuar su vida en Los Ángeles. En concreto, les ha gustado una propiedad que pertenece al actor Mel Gibson y por la que estarían dispuesto a pagar 14 millones. La villa, que se construyó hace 64 años, lleva varios meses a la venta y ahora los duques de Sussex están interesados en ella, según informan diversos medios de EE UU. Los vecinos dicen que la mansión está más protegida que Fort Knox, conocido porque alberga el depósito de lingotes de oro de los Estados Unidos.
La agencia Branden Williams de Hilton & Hyland está siendo la intermediaria de la operación. La villa de estilo rústico, en la que abunda la madera y la piedra, tiene 6.000 metros cuadrados en una parcela de 20.000, y consta de cinco dormitorios, cinco baños, una piscina con cabaña contigua y un impresionante jardín con espectaculares vistas al océano Pacífico. En el anuncio de la agencia se ofrece bajo la denominación de una “villa de ensueño”.
Además de las características propias de la casa, los duques de Sussex han valorado la privacidad que ofrece la zona. Tras perder la protección oficial al dejar de ser miembros de la familia real británica son ellos quienes deben de pagarse la seguridad. Para ello han contratado los servicios de una agencia que también vela por Angelina Jolie, Brad Pitt y los hijos de ambos. Durante el tiempo en que estuvieron en Vancouver, los duques se convirtieron en un blanco fácil para los fotógrafos durante los paseos que daban con su hijo Archie por los jardines próximos a su residencia lo que les obligó incluso a poner lonas en algunas vallas.
Tras mudarse precipitadamente a causa del coronavirus desde Vancouver a Los Ángeles, los duques de Sussex se instalaron de alquiler en una propiedad de Kylie Jenner de 8 dormitorios y 10 baños, bodega, spa y piscina, así como un jardín de olivos.
Desde que llegaron a Los Ángeles, la pareja no ha sido vista. El único movimiento en púbico que han hecho ha sido la compra del dominio de su nueva fundación, Archewell, que en las últimas horas ha sido hackeado por un grupo de piratas informáticos.