Las confesiones de Rihanna: quiere ser madre pronto y la fama le provoca ansiedad
La cantante confirma su ruptura con el multimillonario saudí Hassan Jameel y asegura que desea tener “tres o cuatro hijos”, con o sin pareja
Rihanna ha sido protagonista estas últimas semanas por varias razones. Primero porque fue de las primeras estrellas en donar una gran cantidad de dinero por la crisis del coronavirus. La cantante de Barbados ofreció cinco millones de dólares a través de la fundación Clara Lionel, organización que creó la artista en 2012, que fueron destinados a bancos de aliment...
Rihanna ha sido protagonista estas últimas semanas por varias razones. Primero porque fue de las primeras estrellas en donar una gran cantidad de dinero por la crisis del coronavirus. La cantante de Barbados ofreció cinco millones de dólares a través de la fundación Clara Lionel, organización que creó la artista en 2012, que fueron destinados a bancos de alimentos, material médico e investigación de la vacuna. Días después su nombre ocupó titulares porque, tras más de tres años de silencio musical, la intérprete de Umbrella lanzó una nueva canción junto al rapero canadiense PartyNextDoor que ha decepcionado a muchos de sus seguidores que ansiaban el regreso de su ídolo. Aunque Believe it es solo una colaboración y no su trabajo propio, los admiradores de la cantante han criticado que Rihanna aporte su voz para apenas dos “frases insignificantes” en todo el single. Y, por último, la artista ha vuelto a ser noticia por su última entrevista con la edición británica de Vogue, de la que es portada, y en la que, entre otras revelaciones, confirma que ha terminado su relación con el multimillonario saudí Hassam Jadeel y admite que quiere convertirse en madre.
Preguntada por la periodista Afua Hirsch sobre qué se ve haciendo en diez años, Rihanna lo tiene claro. “Sé que querré vivir de manera diferente. En diez años tendré 42 y seré vieja. Tendré hijos, tres o cuatro", confiesa. Es consciente de que su apretada agenda como exitosa empresaria de moda y cosmética y cantante apenas le ha permitido dedicar tiempo a su vida personal y ya el pasado noviembre dio un adelanto y sorprendió a todos cuando anunció a través de sus redes sociales que decidía retirarse temporalmente. “Perdonadme. Este año ha sido demasiado intenso y ahora estoy trabajando en eso que se conoce como equilibrio. Volveré pronto”, escribió en su Instagram. Entonces se especuló sobre un posible embarazo de la artista junto a su pareja, el multimillonario saudí Hassan Jameel, con quien salía desde 2017, pero que nunca llegó a confirmarse y a principios de este año ya se comentaba que la cantante y el empresario habían zanjado su relación.
Ahora, en su entrevista con Vogue UK, Rihanna lo confirma. “No tienes mucho tiempo para tolerar la mierda, ¿sabes? Cuando estás abrumada debes comenzar a cortar con las cosas”, asegura en referencia a Jameel, sin ofrecer más detalles. Sin embargo, no tener pareja no es un freno para la artista en su deseo de probar la maternidad. “Siento que a la sociedad le dan ganas de decirme: ‘Oh, te equivocaste...’ Te infravaloran como madre si no hay un padre en la vida de tus hijos. Pero lo único que importa es la felicidad, esa es la única relación sana entre un padre y un hijo. Eso es lo único que puede criar a un hijo de verdad, el amor”, insiste.
Esta no es la única revelación que ha hecho la cantante, que ha confesado también la ansiedad que le provoca la fama. Rihanna, quien con solo 32 años ha vendido más de 280 millones de discos y quien, según Forbes, es la cantante más rica del mundo al amasar una fortuna de más de 532 millones de euros pese a que su último disco, Anti, lo publicó tres años antes, ha hablado de lo mucho que le sigue costando salir a la calle y la crisis que experimentó durante la gala de los Grammy de 2016, que le impidió subir al escenario. “Sufrí un ataque de pánico y tuve que cancelar la actuación alegando problemas de voz, después de que me hubieran maquillado, peinado y todo”, cuenta a la revista de moda cuatro años después de lo ocurrido. “Me pongo nerviosa cada vez que me subo al coche para ir a algún lado. Puede resultar devastador. Y cuando tengo una alfombra roja, me pongo fatal. […] Aparecer en cámara o estar en una sala llena de famosos sigue sin resultarme normal”, confiesa la intérprete. Este ha sido uno de los motivos que le llevó a establecer su actual hogar en Londres, una ciudad en la que dice pasar desapercibida por sus calles. “Me gusta porque son tan estirados que les importo una mierda. Cuando voy por ahí, soy invisible. Y nada me hace sentirme mejor que ser invisible”, reconoce.
Pero la capital británica no es el único lugar donde Rihanna se siente a gusto. La artista se considera una nómada y de Londres, donde se siente más creativa, viaja a París, la cuna de la moda y sus actuales negocios, a Barbados, su tierra para estar más cerca de la familia y, su favorito, México, donde sabe cómo relajarse. “Me encanta México, realmente necesito hacer mi prueba de ADN”, bromea sobre sus orígenes.
Con su portada en Vogue UK, la intérprete de Diamonds se ha convertido en la primera mujer que aparece luciendo una durag, una prenda que primero fue símbolo de esclavitud negra y después se convirtió en el estandarte del movimiento de poder negro, como un potente símbolo de superviviencia y celebración afrocaribeña. Pero no es en lo único en lo que Rihanna ha hecho historia. El año pasado, cuando Fenty, su marca, se asoció a LVMH, el conglomerado de lujo más grande del mundo, Rihanna se convirtió en la primera mujer en dirigir una firma propia dentro de LVMH y en la primera diseñadora negra al frente de una marca del conglomerado. También ha sido la primera embajadora negra de Dior y ha hecho de su marca una verdadera muestra de inclusión. Su línea de cosméticos, Fenty Beauty, valorada ahora en unos 3.000 millones de dólares, fue de las primeras marcas de maquillaje que estableció 40 tonos de piel como un nuevo estándar en la industria. Y la de lencería, Savage x Fenty, cuyo valor se estima en 150 millones de dólares, supo plantar cara a Victoria’s Secret y en la última semana de la moda de Nueva York se convirtió en la primera firma que incluyó modelos de diferentes razas, tallas, con discapacidades y de diversa condición sexual.