Camilo Blanes deja la música para administrar su herencia
El hijo de Camilo Sesto olvida sus planes para ser cantante y se convierte en administrador y accionista mayoritario de una sociedad de grabación y edición musical fundada por su padre
Camilo Blanes, conocido como Camilín, se ha mostrado distante con los medios de comunicación desde que falleció su padre, Camilo Sesto, el pasado mes de septiembre. En alguna intervención puntual, ya sea desde la vivienda de Torrelodones (Madrid) en la que vivía su padre o en el programa Viva la vida de Telecinco, ha dado pinceladas de su vida tras la muerte de su progenitor de quien era heredero universal: “No creo que cambie mucho por la herencia....
Camilo Blanes, conocido como Camilín, se ha mostrado distante con los medios de comunicación desde que falleció su padre, Camilo Sesto, el pasado mes de septiembre. En alguna intervención puntual, ya sea desde la vivienda de Torrelodones (Madrid) en la que vivía su padre o en el programa Viva la vida de Telecinco, ha dado pinceladas de su vida tras la muerte de su progenitor de quien era heredero universal: “No creo que cambie mucho por la herencia. Cambiará mi forma de actuar, pero será para bien. No creo que me compre un yate ni nada por el estilo. Voy a seguir siendo productivo artísticamente o como sea. No he perdido mi rumbo”. Sin embargo, su trayectoria ha cambiado tal como apunta Vanitatis que asegura que Blanes, de 37 años, ha abandonada temporalmente su faceta como cantante para dedicarse a los negocios.
El hijo de Camilo Sesto y Lourdes Ornelas figura actualmente como “administrador único y accionista mayoritario” de Torrepeñote, una sociedad limitada unipersonal (en el caso de contraer una deuda no afectaría a su patrimonio personal sino al capital que aporta como socio) que su padre fundó en 1990 para albergar actividades de grabación de sonido y edición musical. El artista que triunfó con temas como Vivir así es morir de amor y Perdóname ha sido dado de baja este mismo mes de la sociedad y desde el día 8 de marzo quien se sitúa en su lugar es Blanes. Fuentes de su entorno no precisan qué va a hacer con la sociedad a partir de ahora, “pero en principio parece que se está centrando en la gestión de algunos derechos editoriales”.
Se desconoce la cifra exacta que Blanes ha percibido de los derechos de autor y la herencia de su padre, pero el patrimonio era elevado si se tiene en cuenta la exitosa carrera profesional del artista y las propiedades que poseía. El cantante vivía en un gran chalé de tres plantas en la localidad madrileña de Torrelodones, de casi 500 metros cuadrados de superficie, con piscina y un gran terreno de casi 10.000 metros. Precisamente allí, en su residencia habitual, es donde fue asaltado en enero de 2013, en un robo en el que le amordazaron y le sustrajeron joyas y 2.500 euros. La policía detuvo a los autores del mismo seis meses después, en Cuenca. Propiedades similares a la casa del intérprete en Torrelodones oscilan en el mercado entre los 500.000 y el millón de euros.
Además, Camilo Sesto disponía de otra vivienda en el norte de Madrid, en la urbanización La Chopera (Las Rozas), que adquirió de obra nueva hace 10 años y que consta de un terreno de más de 2.000 metros cuadrados con una casa de más de 300. El valor de la propiedad en el mercado puede rondar entre los 500.000 y 700.000 euros.
Junto al patrimonio inmobiliario y los ahorros de los que disponía el cantante, también era el dueño de una sociedad —precisamente con sede en Torrelodones— para sus actividades musicales, cuyas últimas cuentas, de 2012, arrojan un patrimonio de más de 830.000 euros. También existe otra pequeña empresa llamada Camilo Ediciones Musicales S. L. con un patrimonio neto de 400.000 euros.
Su nueva faceta empresarial se conoce después de meses en los que se ha especulado con su estado tras el fallecimiento de Camilo Sesto. Su madre habló públicamente sobre Blanes y sus supuestos problemas de adicciones, asegurando que su hijo había entrado en una espiral de alcohol y noches descontroladas. Después de que la revista Hoy Corazón captara a un Camilo Blanes deambulando por las calles del céntrico barrio madrileño de Chueca desorientado y sin apenas poder articular palabra, Ornelas no ocultó su angustia. Según contó ella misma a la publicación, el joven estuvo tres días desaparecido, no durmió en su casa y volvió “sin sus documentos, sin sus tarjetas de crédito y sin su teléfono”. Su madre se mostró entonces muy preocupada por la salud de su hijo porque temía que la vida repleta de excesos le estuviese pasando factura. “Ha pasado muchas veces y se volverá a repetir”, reveló. Esta situación no era nueva en la vida de Camilo Blanes. Ornelas reveló que el joven estuvo en tratamiento en varias clínicas tanto en Madrid como en México, donde residía hasta la muerte de su padre, aunque en ninguna consiguió curarse.
Blanes desmintió días después todos estos comentarios en el programa Viva la vida al asegurar que estaba “sobrio”. “He salido mucho pero nunca ha pasado esto. No sé por qué mi madre dice eso […] mi madre es como es, exagera algunas cosas y da entrevistas sobre ellas. Pero…un beso mamá, te quiero igualmente, no te preocupes”, sentenció.