Jan, el hijo de Antonio Orozco, un polifacético artista de 12 años
El adolescente ha heredado de su padre la pasión por la música. Canta, compone, toca la batería y el piano y, además, pinta
Un solo de batería de la famosa canción de Uptown Funk de Bruno Mars da la bienvenida al Instagram de Jan Orozco Prat. El músico sonríe a cámara mientras toca concentrado los bombos y los platillos del instrumento que domina a la perfección con solo 12 años. Se trata del hijo de Antonio Orozco, que llega pisando fuerte a la industria musical. A pesar de su corta edad, Jan canta, compone, rapea, produce sus propias canciones, toca el piano y la bate...
Un solo de batería de la famosa canción de Uptown Funk de Bruno Mars da la bienvenida al Instagram de Jan Orozco Prat. El músico sonríe a cámara mientras toca concentrado los bombos y los platillos del instrumento que domina a la perfección con solo 12 años. Se trata del hijo de Antonio Orozco, que llega pisando fuerte a la industria musical. A pesar de su corta edad, Jan canta, compone, rapea, produce sus propias canciones, toca el piano y la batería, está aprendiendo el bajo, y, además, es un virtuoso del dibujo.
No resulta extraño si se tiene en cuenta que ha crecido entre notas y letras y, desde bien pequeño, ha sido protagonista en las quedadas de amigos que su padre organiza en su casa. Reuniones a las que son asiduos Pablo López, David Bustamante, Malú, Pablo Alborán o Alejandro Sanz, entre otros, y que a menudo acaban con alguno de ellos al piano y a la guitarra mientras el resto entona famosas canciones.
“Mi hijo es una sorpresa tras otra. Es un delirio. Pablo [López] dice que todavía estamos a tiempo de eliminarlo”, bromeaba hace un par de años el propio Orozco en El Hormiguero. El músico confesaba entonces que su hijo no es fiel seguidor suyo, pero no duda en ponerle sus canciones antes de terminarlas y recibir el veredicto del que ya considera un experto. “No le hace mucha ilusión escuchar mi música, pero se mete en todo lo que hago y me recomienda unos arreglos u otros”, contaba Orozco.
El chico pizpireto de ojos azules y con una media melena castaña clara es la viva imagen de su madre, Susana Prat, quien falleció en octubre de 2017 a consecuencia de un cáncer. Pese a que Prat y Orozco llevaban tiempo separados, mantenían una muy buena relación y en más de una ocasión el artista declaró la admiración y el respeto que tenía por la madre de su hijo. “(Jan) sacó de mí la poca vergüenza, pero es la viva imagen de su madre. Ella es un ejemplo. Yo quiero ser como su madre, la amo, la adoro, la respeto y todos los días la miro como si fuese el último minuto que la voy a tener", dijo el cantante en una entrevista en 2012.
Su pérdida fue un gran varapalo en la vida del cantante, quien se vio obligado a suspender algunos conciertos de su gira tras su fallecimiento. Aunque padre e hijo siempre han estado muy unidos, el cantante se volcó en él más que nunca tras la muerte de su expareja. Que Orozco siente debilidad por Jan se puede apreciar en las redes sociales del propio artista, quien publica imágenes y vídeos de su hijo tocando el piano o la batería. Publicaciones que son comentadas por Alejandro Sanz que se refiere al pequeño como “Atila”, Pablo López o José Mercé, entre otros. Orozco acompaña cada publicación con la etiqueta #ElNiñoEsMío, una broma que mantiene con todos sus amigos artistas quienes la cambian por #ElNiñoEsDeTodxs.
Jan ha heredado el talento de su padre, pero ha querido encaminarse por otros derroteros musicales y quiere volar solo. Prueba de ello es que en su perfil de Instagram @jan_o_oficial, donde acumula más de 60.000 seguidores, ha omitido sus apellidos y solo incluye las iniciales. A diferencia de Orozco, su música no es comercial. Aunque canta desde Led Zepellin hasta los Mojinos Escozíos, su primer disco, The Album X, —que ya está produciendo— lo conforman temas de rap y hip hop, sus grandes pasiones. “Le sacas de la música de los suburbios de Los Ángeles y no le interesa nada. Está colgado de Compton y el hip hop de los 80 de la costa oeste pero también le interesa el rap actual y gente del primer reguetón de Puerto Rico como Tego Calderón”, reconocía en otra entrevista con El Correo el intérprete de Estoy hecho de pedacitos de ti.
El pequeño artista va camino de superar al mayor, de 47 años. Orozco lo asume y lo admite. “Se tira todo el día con la música. No sé dónde va ni si quiero seguirle de lo rápido que lo hace. Es un niño avanzado para lo bueno y lo malo”, decía en esa misma conversación. El joven acompaña a su padre a algunos conciertos y será cuestión de tiempo verle tocando con él sobre el escenario. Seguro que tampoco faltará mucho para que sea el propio Orozco quien asista a las actuaciones de su descendiente por el mundo. De momento, continúa presumiendo de su talento.