Nueva etapa en El Comidista

Queridos lectores, oyentes y videntes es motivo de orgullo y satisfacción para mí comunicaros que hoy comienza una nueva fase en este proyecto para dominar el mundo y sojuzgar a la humanidad conocido como El Comidista. Mmm... ¿cómo os lo explico? Venga, voy tirar de una metáfora algo sobada, pero efectiva: es un paso atrás para dar dos adelante.

El paso atrás significa que mi presencia personal en este blog se reducirá a partir de la semana que viene. Los dos adelante, que los próximos meses me dedicaré a pensar nuevas ideas para relanzar El Comidista después del verano. Imagino que a los que tenéis el vicio nefando de seguirme, semejante decisión os suscitará algunas preguntas. Adelantándome a vuestras cuitas, he preparado este FAQ que espero os sacie la curiosidad.

¿Desaparece El Comidista?

No. El blog seguirá vivo. Yo publicaré una entrada semanal, en la que hablaré de proyectos interesantes que se estén llevando a cabo alrededor de la comida o cuestiones de actualidad relacionadas con ella. Mi ayudante, colaboradora gastronómica de El País Semanal y autora del libro A vueltas con la tartera, Mònica Escudero, os deleitará con sus fantásticas recetas. También incorporaremos recetas de lectores: si queréis luciros, ya estáis mandado propuestas a recetascomidista@gmail.com. Por último, mi columna de los sábados en la versión impresa de EL PAÍS también se incluirá en el blog.

¿Por qué estos cambios?

Porque lo que no cambia, se estanca. Llevo cinco añazos -cuatro en El Comidista, y uno, en mi anterior blog, Ondakín- publicando a diario, en los que he currado lo correspondiente a varias vidas pero también me he divertido cual enano saltarín. En este tiempo, he hecho amigos que me alegran y enemigos que me honran, como diría Daniel Samper Pizano, y sobre todo he aprendido toneladas de cosas que no sabía sobre la comida. Ahora ha llegado el momento de evolucionar. Y para reiniciar, hay que tomarse un pequeño receso en el que reflexionar y estudiar nuevas posibilidades.

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¿Cómo será el nuevo Comidista?

Mejor que el actual, espero. Con más contenido y más audiovisual, confío. Y poco más se puede contar por ahora, aseguro.

¿Se pueden sugerir ideas?

Por supuesto. Todos los canales de comunicación siguen abiertos para vuestras sugerencias: el mail elcomidista@gmail.com, la página de Facebook de El Comidista y mi cuenta de Twitter. Ahí os espero, comiendo un huevo y confiando en que alguno de vosotros me mande la fórmula de la Coca Cola del gastroperiodismo exitoso y millonario. Por si no suena la flauta, intentaré encontrarla por mí mismo, y me va a llevar tiempo, así que si no puedo contestar vuestros correos en persona, será Mònica –a partir de ahora Miss Moneypenny– la que lo haga.

¿Te vas de EL PAÍS?

No entra en mis planes abandonar EL PAÍS, medio en el que me he sentido muy cómodo y donde me han dejado decir lo que he querido como he querido. Un lujo al que no me apetece renunciar (igual que tampoco me apetece renunciar a comer, pagar el alquiler, ir al cine y esas nimiedades que le dan un poco de sentido a la vida).

¿Y el Aló, Comidista?

Tranquilos, vuestra dosis mensual de consejos culinarios mezclados con experiencias paranormales está garantizada: la próxima entrega llegará la semana que viene. Mantener el contacto con mis seguidores en la López Ibor siempre ha sido una prioridad para mí, hasta que consiga mi propia plaza en tan magna institución. Además, he desarrollado una adicción insana a interactuar con gente que se hace tostadas con lubricante de sabores, que se pregunta si el horno se usa con la puerta abierta, que bebe agua de mar para estar sano o que me confunde con mi hermano (o, directamente, con Arguiñano).

No entiendo nada, soy monguer.

Pues pregunta en los comentarios y te contestaremos. Siempre que tu pregunta no tenga que ver con eso que ya he dicho que no se puede contar, ni con mis perversiones sexuales, ni con mi pasado como agente doble del Mossad y la KGB.

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