Miedo a la versión española de 'Top chef'

En el Top Chef americano, los concursantes son cocineros profesionales se enfrentan por separado o en equipo a diferentes desafíos, como cocinar recetas con determinados ingredientes, sabores o precios en un tiempo limitado. Un jurado de chefs de renombre, personajes del mundillo gastronómico o famosos invitados evalúan el trabajo de competidor, y al final uno queda eliminado. El programa no sólo cuenta con buena factura y ritmo televisivo, sino que además enseña técnicas de cocina de una forma entretenida. Y sin necesidad de humillar a los participantes.

Por todo ello, una versión con concursantes españoles me parece una buena idea, siempre que se lleve a cabo con dignidad. En principio, la cadena que lo va a programar no parece muy dada a los esperpentos: si lo hiciera Telecinco podríamos ir preparándonos para la transformación de Top Chef en un 'Hombres, mujeres y viceversa' con delantales en vez de tangas, pero Cuatro mantiene (por ahora) un perfil algo más humano en su parrilla. En cuanto a la productora, BoomerangTV, pues ha hecho de todo: desde buenos programas como 'Pekín Express' a telemiseria como 'El diario' o 'El juego de tu vida'.

Los anteriores concursos culinarios españoles incitan, desde luego, al pesimismo. 'Ven a cenar conmigo', traslación sarnosa y hecha con cuatro duros del británico Come dine with me, despedía ese tufo rancio tan característico de los realities de Antena 3. 'Esta cocina es un infierno', con Sergi Arola y Mario Sandoval como maestros de ceremonias y gente con el nivelazo de Bárbara Rey, Ernesto Neyra o Leticia Sabater de concursantes, fue un zurullo relleno que no se comieron ni los más habituados a Telecinco. Sólo 'Todos contra el chef', en Cuatro y con Darío Barrio, consiguió elevar el nivel: sin ser la octava maravilla, al menos divertía y respetaba la integridad moral de los que acudían al programa.

Lo que he podido averiguar sobre el Top Chef español apunta a una adaptación con buenas intenciones. Se habla de Ferran Adrià como posible jurado, aunque me cuesta creer que el cocinero español más famoso del mundo acabe colaborando con el programa (ojalá me equivoque). Me consta que la productora, demostrando vivir en el siglo XXI, ha contactado a algún bloguero con talento como posible participante. No tengo claro, eso sí, que el show cuente con un gran presupuesto: los concursantes no cobran un duro por pasar 12 semanas encerrados, y el premio aquí es de 50.000 euros destinados a algún proyecto relacionado con la gastronomía frente a los 100.000 que ganan en EEUU.

Confío, de cualquier forma, en que los responsables del show sigan los pasos de la edición original, un exitazo de audiencia que ya va por la novena temporada. Me encantaría que acertaran con el cásting, que el jurado fuera divertido y que no acabaran cargando las tintas en la telerrealidad en perjuicio de la competición. Aunque no sé si son muchas esperanzas tal como se presenta este 2012 para la tele y los medios en general...

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