Los coches usados estiran el negocio

Más compañías suman este segmento a sus catálogos, una solución flexible ante la crisis de fabricación de automóviles nuevos

Fahroni (Getty Images/iStockphoto)

Goza de buena salud el sector del renting en España: en los últimos seis años el parque de vehículos ha aumentado en un 77,98% y sus nuevos clientes se han cuadruplicado en este periodo, según la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER). Las diferentes opciones de flexibilización que se han ido sumando a los contratos de renting están detrás de este extraordinario crecimiento. Una de las más importantes es la incorporación de vehículos usados, ya sea para un nuevo alquiler o para su venta, que además está consiguiendo garantizar la movilidad de los clientes en ...

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Goza de buena salud el sector del renting en España: en los últimos seis años el parque de vehículos ha aumentado en un 77,98% y sus nuevos clientes se han cuadruplicado en este periodo, según la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER). Las diferentes opciones de flexibilización que se han ido sumando a los contratos de renting están detrás de este extraordinario crecimiento. Una de las más importantes es la incorporación de vehículos usados, ya sea para un nuevo alquiler o para su venta, que además está consiguiendo garantizar la movilidad de los clientes en un contexto de incertidumbre debido a la crisis mundial de microchips. Este segmento, con modelos que no superan de media los tres o cuatro años de antigüedad, supone también una solución sostenible a uno de los mayores retos medioambientales: renovar y aligerar el parque automovilístico español.

Como explica José Martín Castro, presidente de AER, la flota de segunda mano se ha convertido en “el complemento perfecto para la flexibilización que caracteriza al sector del renting”. Su introducción se ha ido realizando de manera progresiva hasta convertirse actualmente en una tendencia consolidada. “Lo que hace un lustro era algo puntual, hoy es una de las opciones más demandadas por los clientes. Por ello, cada vez más empresas incorporan esta solución en sus catálogos”, apunta Castro.

Del mismo modo, el alquiler de segunda mano ha conseguido flexibilizar aún más la duración de los contratos. “Las obligaciones de cinco o seis meses están posibilitando que las compañías de renting mantengan la movilidad de los clientes ante la crisis de fabricación y entrega de vehículos nuevos. Si no fuera así, la situación actual sería un verdadero drama, con devoluciones de coches y sin stock para iniciar nuevos contratos”, añade el presidente de AER.

El renting de segunda mano se compone de vehículos usados, pero “no agotados”, es decir, su vida económica aún puede extenderse. De media, son modelos que no superan los tres o cuatro años de antigüedad. Según la compañía, puede que las condiciones se fijen por kilometraje. En ALD, el límite está en los 120.000 kilómetros, aunque la mayoría de los vehículos seminuevos que ofrecen en su formato Redrive no superan los 80.000 kilómetros. Como explica su director de marketing, Javier Ochoa, “son coches funcionales, en buen estado, y que garantizan una reutilización óptima”. “En España se tiende a pensar que un vehículo con ese kilometraje está muy usado. En la cultura europea esto no pasa, por lo que debemos cambiar poco a poco esa mentalidad”, añade. El segmento de segunda mano de ALD ha experimentado un crecimiento del 350% en el último año. “Principalmente por la escasez de vehículos de renting nuevos, pero también porque los clientes han descubierto un producto muy versátil que les ofrece una flexibilización adicional en un contexto de incertidumbre económica”, señala Ochoa.

Los contratos de Redrive son de un año, o de 10.000 kilómetros o 20.000 kilómetros en algunos casos, y ofrecen la misma cobertura que un contrato de renting de vehículo nuevo. Como explica el director de marketing de ALD, “el abaratamiento de las cuotas es significativo, teniendo en cuenta el incremento de precios de los modelos nuevos que está experimentando el mercado”. Las mensualidades oscilan entre los 200 y los 400 euros para modelos de rango medio.

Propuesta sostenible

Para Alberto Bajjali, director ejecutivo de la empresa Amovens, la crisis mundial de microchips y los problemas en las cadenas de suministros “han supuesto una oportunidad para explotar el mercado de segunda mano de vehículos”. Amovens trabaja en colaboración con otras empresas de renting como ALD y la mitad de su flota se compone de modelos seminuevos.

Particulares y autónomos son los que más demandan el renting de segunda mano —80%, según datos de ALD— motivados en muchos casos por la flexibilización de los contratos: de 12 meses, con la posibilidad de rescindir el servicio sin coste alguno a los 6 meses, y con opción a compra del vehículo. “Esta solución es una vía importante para la popularización del renting y la venta”, explica Castro, de AER.

Las ventas de los vehículos de renting usados también han crecido. En el caso de compañías como Northgate, lo hace a un ritmo del 10% anual. El objetivo, según explica su gerente de cuentas, Raúl Lasso, “es dinamizar estas flotas a las que todavía les queda mucha vida útil”. “El perfil del consumidor está cambiando, la gente joven busca funcionalidad y piensa en soluciones del presente. En este sentido, los vehículos de renting de segunda mano son una buena oportunidad de adquisición que permite ahorrar hasta un 40%”, apunta Lasso.

Normalmente son las propias compañías las que se encargan del acondicionamiento de estos vehículos para su posterior alquiler o venta. Modelos con etiquetados C, Eco y Cero, que están consiguiendo renovar el parque automovilístico español, con una edad media de 12,3 años. Según las estimaciones de la patronal de concesionarios Faconauto, el 70% de las emisiones proceden de modelos sin etiquetado o con etiqueta B (gasolina EURO 3/III y diésel EURO 4/IV o 5/V). En este sentido, el presidente de AER concluye que “el renting se perfila como una de las soluciones más sostenibles para reducir las emisiones y lograr los objetivos medioambientales”.

Compartir es ahorrar

La reutilización de coches de renting también evita seguir sumando vehículos nuevos al parque automovilístico. “La ocupación de espacio también es contaminación”, apunta Alberto ­Bajjali, “debemos reducir el número de coches”. Este es el mantra de la start-up Amovens, que nació con el objetivo de promover el alquiler de coches entre particulares y que hoy ofrece también el renting de vehículos nuevos y seminuevos. Atendiendo a esa filosofía de movilidad sostenible, esta empresa digital es pionera en permitir que los usuarios de renting subarrienden los vehículos a otros particulares. “De esta forma, pueden recuperar dinero de las cuotas cuando no utilizan el coche”, explica su director ejecutivo. Durante el periodo en el que el vehículo está siendo utilizado por un tercer usuario se establece una cobertura adicional establecida por un acuerdo de colaboración que Amovens mantiene con la empresa de seguros Allianz. 


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