Posar, desfilar… e instruirse bien
La diversidad de modelos que demanda el sector ha roto los cánones de belleza e incrementa las salidas profesionales
Puede parecer que en la profesión de modelo basta con tener una buena apariencia, posar delante de una cámara y desfilar, pero nada más lejos de la realidad. La formación es clave para tener una carrera profesional de éxito y conocer las características de un sector en constante transformación. En los últimos años se ha potenciado la diversidad de perfiles, rompiendo con aquellos estereotipos de belleza clásica, joven y caucásica. Especialmente la industria publicitaria busca modelos co...
Puede parecer que en la profesión de modelo basta con tener una buena apariencia, posar delante de una cámara y desfilar, pero nada más lejos de la realidad. La formación es clave para tener una carrera profesional de éxito y conocer las características de un sector en constante transformación. En los últimos años se ha potenciado la diversidad de perfiles, rompiendo con aquellos estereotipos de belleza clásica, joven y caucásica. Especialmente la industria publicitaria busca modelos con los que los consumidores puedan sentirse representados, lo que ha aumentado las oportunidades laborales de muchas personas, independientemente de su talla, edad, género o etnia.
Como explica Mireia Verdú, directora de la agencia de modelos Francina 1983, la formación es una inversión que permite iniciar una carrera profesional más rápida y eficazmente. “El tiempo es dinero y, cuanto más tardes en acceder a un trabajo, mayores serán las pérdidas económicas”, apunta. “Puede que hagas decenas de castings y no te cojan en ninguno porque no estás familiarizado con el proceso. En cambio, si accedes a un curso en el que te enseñan cómo funciona, tendrás más posibilidades de conseguir ese trabajo antes”.
Ya desde sus orígenes hace casi cuatro décadas, esta agencia de modelos de Barcelona también ofrece cursos especializados en modelaje, en los que se imparte una formación completa. “Desde acting, posar y desfilar hasta nociones de contabilidad, indispensables para trabajar por cuenta propia, algo muy común en esta profesión”, explica Verdú.
Las agencias están acostumbradas a que les lleguen diamantes en bruto todavía por pulir. “Hacen falta muchas aptitudes que solo se consiguen con la formación y la práctica. Alguien puede disponer de un buen físico, pero no tener ni idea de cómo actuar frente a una cámara. No podemos mandar a alguien así a un anuncio publicitario para una marca importante”, explica Ángel Borondo, director de la agencia y escuela de modelos Fama, que ofrece un máster propio de modelaje profesional, en formato presencial, en Madrid.
No solo las agencias valoran más a aquellos modelos que han recibido formación acreditada, sino también los profesionales de la publicidad, como explica María José Rodríguez, secretaria general de la Asociación de Modelos y Agencias de España (AMAE). “Los directores de publicidad, los cuales muchos provienen del mundo del cine, prefieren trabajar con gente formada en interpretación porque les facilita el trabajo a la hora de pedir diferentes registros delante de la cámara”, aclara Rodríguez.
En los últimos años, la diversidad de perfiles se ha ido abriendo paso en el sector de la moda y la publicidad. “Se ha ido dejando atrás el canon de belleza clásica del 90-60-90″, explica Borondo, dando lugar a la popularización de tallas grandes, lo que se conoce como modelos curvies (con curvas). Una tendencia internacional que en España ha tardado un poco más en afianzarse, como apunta Verdú. “La talla media de las mujeres españolas es una 42, por lo que no tenía sentido utilizar modelos con tallas mucho más inferiores. Las marcas se han dado cuenta de que buscando la naturalidad de sus catálogos mejoran las ventas”, añade.
Las tallas grandes están tomando posiciones en ciertos productos, “sobre todo en el apartado moda y en productos deportivos”, según explica la dirigente de AMAE: “Por otro lado, en el 75% de las peticiones de casting, en el que antes solo había gente caucásica, ahora el porcentaje de etnias es más igualitario”.
Apuesta por el realismo
La diversidad también la componen personas trans y no binarias, o personas con discapacidad física. Así lo explica Judith López, cofundadora de Lane Casting, un colectivo de directores de casting —con sedes en Barcelona, Madrid y Londres— que trabaja con grandes empresas tanto de la industria publicitaria como cinematográfica. “Aunque muchas marcas puedan sumarse a esta diversidad por moda, a nosotros nos gusta presentar perfiles variados para que exista una representación social real”, apunta López.
La apuesta publicitaria por el realismo también ha incrementado las oportunidades laborales de modelos de todas las edades. “El anunciante quiere que el consumidor se vea reflejado en los anuncios de forma natural, en lo cotidiano, sin tantos estereotipos como antes”, explica Ramiro Ochova, director de la escuela de modelos Scouting Barcelona. “Lo normal, si estás promocionando una crema antiedad, es que lo haga una modelo de 50 o 60 años, no una joven que no lo necesita”, añade Mireia Verdú.
Poder ver a personas de diferentes edades, tallas, géneros, etnias y discapacidades protagonizando anuncios publicitarios o portadas de publicaciones de moda es una excelente noticia. “Son referentes que antes no existían y que pueden abrir las puertas de esta profesión a mucha gente que ni se planteaba dedicarse a esto”, apunta Judith López.
Superadas estas barreras de apariencia física, la captación de talento se centra ahora “en perfiles con carisma, que enganchen”, como explica Ángel Borondo. Y en este aspecto son muy importantes las redes sociales. “Cualquiera que quiera dedicarse a esto debe tener en cuenta que los modelos de ahora son también influencers, su trabajo no termina con un rodaje de un anuncio o un desfile, tienen que alimentar sus perfiles de Instagram y otras redes sociales y seguir demostrando lo que pueden ofrecer”, concluye el director de Fama Academy.
Consejos para iniciarse en las pasarelas
Como en cualquier otra profesión, hay que tener una buena actitud, “ganas de aprender, de crecer”. Existen unos mínimos que las agencias valoran positivamente, como explica María José Rodríguez, de AMAE: la personalidad, poseer un estilo actual y original y desparpajo ante la cámara. También es importante buscar la formación adecuada, atendiendo a las distintas salidas laborales que puedan ofrecer. Muchas de las escuelas de modelaje son también agencias, por lo que se puede optar a una bolsa de empleo que facilita el salto al mundo profesional. “Buscar un representante puede ayudar mucho no solo a encontrar trabajo, sino a saber qué tipo de formación necesitas recibir o en qué sector tienes más posibilidades”, apunta la cofundadora de Lane Casting, que también recomienda “estar al día de las novedades de la industria, conocer a los profesionales de dirección y contratación y no cerrarse puertas”.