Energía solar totalmente ‘made in Spain’
El sector español de estructuras fotovoltaicas juega la baza de la proximidad con Europa para ganar a la competencia china
La energía solar fotovoltaica es ya la más barata de las renovables y podría convertirse en la principal fuente de energía. España, además de estar bien posicionada, tiene músculo en la fabricación de instalaciones, lo que ayuda a localizar la producción. El director del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), Joan Groizard, lo tiene claro: “El despliegue en renovables debe estar ligado a nuestra industria”, una máxima ...
La energía solar fotovoltaica es ya la más barata de las renovables y podría convertirse en la principal fuente de energía. España, además de estar bien posicionada, tiene músculo en la fabricación de instalaciones, lo que ayuda a localizar la producción. El director del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), Joan Groizard, lo tiene claro: “El despliegue en renovables debe estar ligado a nuestra industria”, una máxima que se materializa en la exigencia de que las beneficiarias de las subastas publiquen el origen de sus materiales y se comprometan a dar trabajo local.
“Estamos cerca de liderar el mercado”, apunta José Donoso, director general de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), “en contra de la creencia de que es una tecnología china, tenemos capacidad de fabricación y empresas líderes”. El error, dice, es ver de la instalación únicamente los paneles solares, “que solo suponen el 35% del coste de instalación de una planta”, y no el resto de partes. Pero incluso en ese porcentaje quiere influir Europa. La iniciativa SolarPower, una alianza de empresas y asociaciones, planea fabricar localmente módulos. “Se puede aspirar al 100% de la producción siempre que se haga una apuesta coordinada a nivel europeo, como con el hidrógeno”, mantienen desde la UNEF.
Porque en la carrera del sol ganará el que esté mejor preparado y tenga mejores fabricantes, pero también el que menos dependa del exterior. “La pandemia nos ha hecho ver los riesgos de tener industria deslocalizada”, dice Donoso. Y en el caso de la fotovoltaica, la demanda se ha disparado, y depender de otros países lastra la descarbonización. “Está habiendo sobredemanda y hay desabastecimiento de semiconductores, que se hacen en China. Es importante incentivar la fabricación en países con industria y España tiene todas las condiciones para ser uno de ellos”, mantiene Francisco Heredia, responsable de desarrollo de negocio en España y Portugal de la austriaca Fronius.
El otro 65% de una instalación lo cubre el resto de partes, y en el listado de proveedores mejor posicionados hay empresas de aquí. “Somos un país de servicios, pero no solo de restauración y turismo, también de prestación de servicios tecnológicos”, apunta Teodosio del Caño, director de Onyx Solar Energy, fabricantes de módulos, el 35% del coste de una instalación. Fundada en 2009, es uno de los cinco líderes mundiales en integración arquitectónica fotovoltaica (materiales de construcción de base fotovoltaica en vidrio). Para él, la energía solar tiene como prioridad “ser competitiva”. Y para ello no considera que se deba sostener con subvenciones.
A este respecto, Groizard remarca la apuesta del Estado por “invertir en tecnologías innovadoras que capten mejor la energía y se integren mejor en el territorio”. Como IDAE, pueden invertir en la cadena de valor, apoyar proyectos y al ecosistema de fotovoltaica, “por ejemplo, ayudar a un fabricante que se quiera instalar aquí, a varias empresas que se alíen o startups que monten instalaciones de autoconsumo”, detalla el responsable de la institución, que acaba de anunciar a las autonomías un paquete de ayudas al autoconsumo. “Nos interesa que la gente tome la decisión de invertir ya mismo, más en un contexto de crisis”.
La división de la austriaca Fronius (dedicada a productos como inversores solares) fabrica en Europa. Heredia defiende que, entre otras cosas, esto favorece el servicio técnico y posventa. “No se puede pensar en una instalación a corto plazo, sino en quién te va a coger el teléfono cuando en 30 años tengas algún problema”. Pero insiste que se sienten “desamparados” para defender sus precios. “Lo respaldas con la formación de trabajadores e instaladores y sobre todo con el servicio técnico, pero necesitamos más apoyo”.
España cuenta con los 10 mayores fabricantes de inversores (convierte la corriente en alterna) y 4 de los 10 de seguidores. Su crecimiento, sin embargo, ha sido a costa de exportaciones. “Aún es necesario que la política industrial reconozca el potencial para contribuir a la reindustrialización”, apostilla Donoso. José Álvarez, vicepresidente ejecutivo de Ampere, fabricantes de sistemas de gestión inteligente de la energía, lo expone así: “Tenemos tecnología puntera, capacidad de fabricación, pero contamos con menos apoyo que otros países de la UE”.
Una de las características y virtudes del ecosistema es que gran parte se queda en el territorio, lo que favorece la normativa vinculada a las subastas de que los adjudicatarios localicen su producción. “Si pusiéramos un mapa de España y señalásemos allí donde hay fabricantes, centros de investigación y tecnológicos, cubriríamos todas las comunidades autónomas”, apunta Lucía Dólera, directora de proyectos en APPA.
En Navarra está Ingeteam, en Ávila Onyx Solar y en Asturias está Praxia, que construye para 28 países seguidores, la parte que orienta los paneles solares y que supone el 15% del coste de una instalación, y estructuras (10% del coste). “Llevamos desde 2006 dedicados al diseño, fabricación e integración de estructuras de acero galvanizado”, apunta el consejero delegado, Pablo Cuesta. Además de suelos y cubiertas, hacen agrovoltaica, es decir, soluciones solares en terrenos de cultivos leñosos, olivo, por ejemplo.
También se hacen módulos en León, en la fábrica de Escelco, una iniciativa industrial para la fabricación integrada de células y paneles solares en Europa. Sevilla va a acoger una fábrica de módulos PERC, “una tecnología distinta al silicio con perspectivas prometedoras”, detalla Donoso, con capacidad para fabricar 5 gigavatios anuales.
Donoso pide que España tome “las medidas adecuadas para constituirse como un nudo industrial fotovoltaico”. Porque, según los expertos, es viable. “Contamos con una fuerte posición en la cadena de fabricación, tecnología propia en elementos con mayor valor añadido y con empresas posicionadas a nivel mundial”, detalla el portavoz de la UNEF. Y en ese sentido, su propuesta pasa por seguir con las subastas y “proteger la industria evitando altibajos” para competir con mercados fuertes como Asia.
Pero no siempre fue líder China. España y Europa fueron referentes mundiales en la fabricación de estos módulos. En palabras de la directora de proyectos en APPA, “no supimos competir con la mano de obra y su corta y pega [replicaron la forma de hacerlo] fue más eficaz”. “Pero estamos haciendo avances; tenemos mejores eficiencias y se están haciendo grandes evoluciones en los materiales”, resume. Para el directivo de Ampere, la fórmula deseable sería que el sector se fortalezca, “buscar sinergias entre compañías y que todo ello venga acompañado de apoyo institucional”.
Datos personales
Uno de los problemas de depender de otros países en partes de una instalación solar es que, como todo está digitalizado, alguien va a tener el control y propiedad de los datos. De consumo y de uso, entre otros. “Es importante que cuando hablamos de China nos preguntemos si estamos dispuestos a que un solo país controle la energía y las telecomunicaciones”, reflexionan desde Frontius.