Cuatro pautas para que perros y gatos toleren las visitas en casa durante la Navidad
El nerviosismo, la ansiedad o el comportamiento hostil son algunas reacciones de las mascotas ante la invasión de su territorio. Ofrecerles un espacio donde refugiarse les puede hacer sentir más cómodos y a salvo
Los felinos suelen tolerar peor que los canes las visitas en casa durante la Navidad debido a que son animales más territoriales. En general, ambas especies...
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Los felinos suelen tolerar peor que los canes las visitas en casa durante la Navidad debido a que son animales más territoriales. En general, ambas especies tienen que adaptarse a un contexto poco habitual; con personas que no suelen estar en casa y cuyo comportamiento también difiere de lo común. “Se trata de un comportamiento normal. En el caso de los gatos, debido a su estructura social apegada a su territorio, pueden sentir temor ante los cambios que se producen, y si son repentinos y bruscos, es lógico que se escondan”, explica Marcos Villén, veterinario en etología clínica del centro Katu Horia (Gipuzkoa).
Los perros urbanos están acostumbrados al contacto con personas desconocidas durante el paseo. “Pero también puede haber casos en los que el animal muestre miedo y ansiedad en estas celebraciones, debido a que se convierte en un contexto imprevisible”, comenta Villén. Así describe este experto las señales que indican que el can o el felino no están cómodos con las visitas navideñas: “Los gatos, por lo general, cuando perciben en su territorio posibles amenazas, tienden a buscar un refugio, por lo que lo normal es que se escondan y no aparezcan en la escena social”. Los perros presentan más tipos de comportamiento cuando quieren eludir la interacción social navideña. “No solo se pueden esconder, sino también mostrarse nerviosos, miedosos o con ansiedad al enfrentarse a un conjunto de humanos, que según la percepción del animal, actúan de una forma sobredimensionada que le induce a un estado de alerta”, continúa el etólogo. También destaca el aumento de animales que se sienten inadaptados en el entorno humano, sobre todo cuando hay cambios en la rutina, como durante la Navidad. “Los animales son, a priori, los miembros de la familia que peor van a llevar la celebración navideña cuando su espacio seguro, que es el hogar, es invadido por extraños”.
Pautas para evitar que el perro o el gato se estresen
Para conseguir que los animales se alteren lo menos posible con el trasiego de gente por casa en Navidad, conviene mantenerles protegidos de las situaciones que les alteran. “Hay que permitir esconderse al gato o al perro si lo necesitan y que sea una zona prohibida para las personas que están fuera del núcleo familiar habitual”, recomienda el experto en comportamiento animal Marcos Villén, que menciona también las consecuencias de molestar a los animales: “Cuando dan señales de que quieren que les dejen en paz y no se les respeta, es posible que haya muestras de agresividad”. Si se prevé que el animal no va a estar a gusto con las reuniones familiares navideñas, conviene prevenir escenarios de estrés. “Si sabemos que la situación va a sobrepasar al perro o el gato, lo mejor es proporcionarle dentro de la vivienda una habitación donde no sea molestado y de forma periódica visitarle para comprobar su estado”, aconseja el experto.
Además, Villén menciona la forma de actuar una vez que el animal ya muestra signos de nerviosismo intenso: “Cuando hay señales de ansiedad, como ladridos, movimientos continuos o agresividad, si se está en casa ajena, conviene regresar al hogar. Y si donde se produce esta situación es en la vivienda propia, se puede llevar al animal a una zona segura donde no sea molestado y permanecer con él hasta que se tranquilice”. Para no aumentar el nerviosismo del animal hay que evitar hacerle reproches verbales. “Tampoco hay que castigarle, ya que interpretará que su referente o tutor en vez de protegerlo, lo acosa”, advierte.
Este experto habla sobre la influencia del ruido, como la pirotecnia, en perros y gatos durante las celebraciones navideñas: “Lo indicado es visitar al veterinario para que aporte indicaciones preventivas, como el uso de fármacos si fuera necesario”. Otros problemas que suelen sufrir los animales durante las comidas familiares de estas fiestas son los digestivos. “Es debido a la ingestión de forma descontrolada de distintos tóxicos de origen prefabricado, como los mazapanes, los huesos de pato o restos de turrón con envoltorio incluido”, explica. Por su parte, Ernesto Sanz, etólogo especialista en medicina del comportamiento animal en el servicio de etología de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, hace varias recomendaciones para conseguir que el animal se adapte lo mejor posible al trasiego de gente en casa durante la Navidad:
- Anticiparse a las situaciones que incomodan al perro o gato para ofrecerle un entorno adaptado donde pueda estar cómodo, como en una habitación aislada.
- Hacer partícipe al animal de los cambios que van a suceder. En el caso de que se trate de un perro, dar un paseo en compañía de los invitados antes de ir a casa.
- Preparar una habitación aparte en la vivienda para los gatos, con el fin de que puedan esconderse si lo necesitan con los recursos que precisen, como agua, comida, arenero, zona de juego y de descanso.
- Crear una zona segura para el perro con el fin de que pueda refugiarse y aislarse. Puede tratarse de una casita o un transportín donde pueda acudir si se siente inseguro o estresado.