14 pasos para que un gran almacén sea sostenible, planta a planta
¿Es posible que las grandes superficies comerciales sean sostenibles medioambientalmente? Desde el transporte de mercancías a la eficiencia energética, pasando por el reciclaje de los móviles, los electrodomésticos y hasta de los pantalones vaqueros: estas son, por departamentos, las prácticas y los procesos para que un gran almacén logre acercarse al residuo cero
Azotea
Placas solares
Apostar por la energía solar es clave en la lucha contra el cambio climático: por cada 100 kW de
potencia solar instalada, se evita la emisión anual de 75.000 kilos de CO2. Un
compromiso con el
que se ha alineado la Comisión Europea, cuyos
objetivos para 2030 establecen una reducción del 40%
en la emisión de gases de efecto invernadero, un 27% de cuota de energías renovables y una mejora
del 27% en eficiencia energética.
Dentro del objetivo por implantar prácticas sostenibles, las grandes superficies comerciales
apuestan poco a poco por la instalación de placas fotovoltaicas que reduzcan su consumo energético
y su impacto medioambiental. Además,
la caída en el precio de las placas solares ayudó durante 2018
a ello y promete crecer aún más este año.
Planta 5
Agencia de viajes
En 2017,
1.322
millones de personas viajaron por el mundo, según la Organización Mundial del
Turismo (OMT). Por ello, y en línea con los Objetivos
de Desarrollo Sostenible de la ONU, se hace
cada vez más necesario viajar de forma consciente, minimizando el impacto sobre el medio ambiente,
el patrimonio cultural y las comunidades locales, lo que implica respetar los recursos naturales y
contribuir a la reducción de la pobreza.
Un gran almacén que disponga de agencia de viajes y esté comprometido con el entorno debe trabajar
con proveedores sostenibles y fomentar prácticas turísticas consecuentes con esos principios. Cada
superficie puede hacerlo de una manera; El Corte Inglés ha agrupado estos principios de acción en
su Decálogo
del
viajero responsable, de uso en todas sus agencias.
Planta 4
Restauración
La gestión del aceite usado es una asignatura pendiente para todos. A pesar de ser altamente
contaminante, suele acabar en el desagüe, con las
consecuencias que ello acarrea: atasca las
tuberías, afecta a las depuradoras, repercute negativamente en el ciclo del agua y daña el
ecosistema de ríos y mares.
Un gran almacén puede ser medioambientalmente responsable a través de la gestión correcta del
aceite usado. Por ejemplo, el 100% del utilizado en las cafeterías y restaurantes de El Corte
Inglés (casi 90 toneladas en 2018) se destina a la fabricación de biodiésel.
Planta 3
Electrodomésticos energéticamente eficientes
En 2017 se vendieron 6,76
millones de electrodomésticos de gama blanca solo en España. Sin embargo,
tan solo un 35%
de los RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos) se gestiona de forma correcta
en Europa. También son RAEE las pilas y
las lámparas. Casi la totalidad de las materias primas utilizadas para fabricar las primeras (el
mercurio) o las segundas (vidrio, metales y polvo de fósforo) pueden recuperarse para nuevos usos,
algo muy relevante si se piensa en que una sola pila puede contaminar hasta 600.000 litros de agua.
Para la venta de electrodomésticos eficientes, en un gran almacén no solo vale el etiquetaje
correcto: también que empleados bien formados puedan informar debidamente al cliente sobre el coste
energético medio de cada uno. Una formación también muy útil para indicar dónde encontrar los
contenedores destinados a reciclar pilas y lámparas. Durante el último año, El Corte Inglés ha
enviado a plantas especializadas más de 120 toneladas de lámparas y casi 20 de pilas.
Planta 2
Teléfonos móviles y juguetes
En España, el 96% de la población tiene un teléfono móvil, según Hootsuite. La gestión de estos
residuos es de vital importancia: una sola batería puede contaminar 600.000 litros de agua. El
principal problema es que lleguen a los puntos de recogida porque, aunque el 90% de sus componentes
son reciclables, muchos terminales se quedan en un cajón.
Tal y como marca la ley, cualquier persona puede acudir a una gran superficie para depositar allí
su pequeño dispositivo eléctrico o electrónico de hasta 25 centímetros. La economía circular y
solidaria tiene sitio entre los juguetes: El Corte Inglés lleva varios años participando en la
campaña Comparte y Recicla, que promueve
la donación de
juguetes en buen estado para su cesión a
entidades benéficas.
Planta 1
Moda
La industria textil es en parte responsable de la contaminación de ríos y mares.
Por ello, es importante fomentar la economía circular a través del reciclado y la reutilización de
ropa, un
proceso que incluye a diversas organizaciones sociales y que sirve para dar empleo a personas en
riesgo de exclusión.
Los grandes almacenes pueden contribuir a reducir el impacto medioambiental de la industria
favoreciendo la reutilización de ropa, calzado y complementos. En ese sentido trabaja El Corte
Inglés, con la instalación de contenedores, a través de un acuerdo de colaboración con Cáritas. El
proyecto Moda RE emplea a personas en riesgo de exclusión social en sus plantas de selección y
tiendas de segunda mano. Parte del material seleccionado es reciclado y convertido en nuevas
fibras. Además, se realizan campañas de donación de residuos vaqueros para la elaboración de
prendas con tejidos reciclados.
Planta baja
Muelle de recepción de mercancías
Los vehículos a gas son una buena posibilidad de movilidad sostenible, especialmente para autobuses
y para los dedicados al transporte de mercancías. Son más económicos que los eléctricos, consumen
menos y generan una cantidad de emisiones significativamente inferior. La
futura ley de cambio
climático prevé que los coches de gasolina, diésel, híbridos y de gas natural dejen de
venderse en
2040.
La opción escogida para repartir las mercancías tiene un gran impacto en la huella de carbono. Para
reducirla, El Corte Inglés ha introducido en su flota vehículos a gas natural comprimido (GNC), que
emiten un 80% menos de nitrógeno, un 95% menos de óxido de azufre y de partículas sólidas y una
cuarta parte menos de monóxido y dióxido de carbono.
Planta baja
Iluminación
La utilización de la luz artificial debe ser bien gestionada tanto en interiores
como en exteriores. En ambos casos se incrementa la eficiencia energética pero, además,
exteriormente se contribuye a que la contaminación lumínica, muchas veces olvidada, se reduzca.
Ahorrar en el consumo energético ha de ser una prioridad para las grandes superficies comerciales.
Para ello, conviene sustituir las fuentes de luz convencionales por otras de menor consumo que
permitan un ahorro de electricidad, como las luces LED, u otras que lleguen en el futuro, como la
basada en nanotubos de carbono, descubierta por investigadores japoneses.
Sótano 1
Cuarto de Clasificación de Residuos: plásticos
En los últimos 50 años se han producido 8.000
millones de toneladas de plástico, la mitad tan solo
en los últimos 13 años, pero únicamente el 9% se ha reciclado. Una parte importante deriva de un
aspecto que, habitualmente, queda olvidado: el plástico film utilizado para los embalajes. Su
reciclado es básico para que la economía circular basada en el residuo cero sea una realidad.
Esta gestión es otra de las pautas fundamentales en la búsqueda del residuo cero en los grandes
almacenes. Un caso paradigmático es el de El Corte Inglés, que fabrica 50.000 bolsas recicladas por
cada tonelada de plástico film recogida en sus instalaciones de clasificación de residuos.
Cuando
no son recicladas, como ocurre en las Salas de Alimentación, están certificadas para su
reutilización hasta, al menos, 15 veces.
Sótano 1
Cuarto de Clasificación de Residuos: papel cartón
Cada español consume 143 kilos de papel y cartón al año, según datos de Aspapel (Asociación de
Fabricantes de Papel y Cartón). Eso equivale a unos 6.683 millones de papel y cartón anuales en
todo el país.
Los espacios para clasificar los residuos son vitales para que las cajas de papel cartón en las que
llegan los productos que se ponen a la venta empiecen su segunda vida, donde son separadas y
prensadas para su reutilización. En el caso de El Corte Inglés se reciclan fabricando nuevas cajas
para el reparto. En el caso de las bolsas de papel, no son recicladas, sino que provienen de
bosques gestionados sosteniblemente.
Sótano 1
Supermercado ecológico y donaciones
Según la Comisión Europea, cada año se desaprovechan en el mundo más de 1.300
millones de toneladas de alimentos debido a excedencias en la producción, compras
innecesarias o defectos en el
transporte. De hecho, la ONU quiere reducir esta cifra a la mitad para 2030.
Las estrategias específicas de gestión
para evitar que los productos caduquen o se deterioren son fundamentales. Si no pueden venderse
pero son aptos para
el consumo, se donan: las 530 toneladas de alimentos canalizados a través de comedores sociales,
bancos de alimentos y entidades similares por El Corte Inglés en el último año son un ejemplo.
En cuanto a su oferta, dispone de más de 1.500 referencias de productos con certificaciones de
sostenibilidad.
Sótano 2
Aparcamiento: Recarga de vehículos eléctricos
El Acuerdo de París contra el cambio climático y las restricciones al tráfico rodado que se aplican
en muchas ciudades han favorecido que España
alcance los 40.000 vehículos eléctricos e híbridos
enchufables. No son muchos: estamos a la cola en Europa occidental. Según la Agencia Europea de
Medio Ambiente, estos producen entre un 17% y un 21% de emisiones menos que un diésel, y entre un
26% y un 30% menos que uno de gasolina.
Aunque los puntos de recarga son escasos (Madrid tiene 400; París, 12.000), la
variedad de lugares en los que se pueden implantar hace que empresas, hoteles, restaurantes o
grandes superficies cuenten ya con sus propias electrolineras… y subiendo: El Corte Inglés, por
ejemplo, cuenta ya con 98 plazas para vehículos eléctricos, y prevé aumentarlas en 150 más durante
2019.
Sótano 2
Contenedores RAEE
Teléfonos, ordenadores, electrodomésticos… En 2016 se generaron en todo el mundo casi
45 millones
de toneladas (930.000 de ellas en España) de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos
(RAEE),
pero solo se recicló un 20%, a pesar de que muchos de sus componentes son reusables. Las emisiones
de un aparato de aire acondicionado mal gestionado, por ejemplo, equivalen a las de 250 coches
circulando un día entero.
Muchos consumidores no lo saben, pero aquellos establecimientos de más de 400 m2 que
venden este
tipo de dispositivos están obligados a recoger
cualquier aparato de menos de 25 centímetros para su
reciclaje, sin necesidad de realizar compra alguna. En el caso de El Corte Inglés, ha enviado más
de 20.000 toneladas a plantas especializadas (lo que supone más del 8% del total de RAEE
recogido
en España).
Sótano 3
Sistemas de control y medición
Un grifo que gotee durante 24 horas provoca la pérdida
de 24 litros de agua. Es un mero ejemplo
que, extrapolado a la cantidad de energía consumida por un gran almacén (gas, luz, etc.), da idea
de lo necesarios que son los sistemas de control de pérdidas y fugas como de medición de consumo,
un paso fundamental si se quiere ser medioambientalmente eficiente.
Por ello, si un gran almacén quiere reducir la huella de carbono que emite a la atmósfera, la
implantación de fuentes de energía renovables y los sistemas informáticos que optimicen el
rendimiento energético son vitales. En este sentido, El Corte Inglés obtiene hoy el 29% de su
consumo de fuentes renovables y, gracias a sus sistemas de medición, ha ahorrado, en los últimos
cinco años, un 11% por m2 en agua y un 14,5% por m2 en consumo eléctrico.