El Gobierno salva la prórroga del estado de alarma pese a la fractura con el PP

Casado ataca con dureza al líder del PSOE: “La situación de excepción no admite una dictadura constitucional”

El presidente del Gobierno, durante el pleno del Congreso de este miércoles.Vídeo: J. J. Guillén (POOL)

El Gobierno ha salvado la prórroga del estado de alarma gracias al apoyo de Ciudadanos, del PNV, CC, Más País, Teruel existe, NC y PRC, pero lo ha conseguido con el menor apoyo desde que comenzó la pandemia. El estado de alarma estará vigente hasta el 24 de mayo y ha salido adelante con 178 votos a favor, 75 en contra y 97 abstenciones.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha solicitado la aprobación de la cuarta prórroga porque lo considera un instrumento legal imprescindible y sin alternativa para poder aplicar el plan de desescalada y vencer al coronavirus. Durante su intervenc...

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El Gobierno ha salvado la prórroga del estado de alarma gracias al apoyo de Ciudadanos, del PNV, CC, Más País, Teruel existe, NC y PRC, pero lo ha conseguido con el menor apoyo desde que comenzó la pandemia. El estado de alarma estará vigente hasta el 24 de mayo y ha salido adelante con 178 votos a favor, 75 en contra y 97 abstenciones.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha solicitado la aprobación de la cuarta prórroga porque lo considera un instrumento legal imprescindible y sin alternativa para poder aplicar el plan de desescalada y vencer al coronavirus. Durante su intervención, Sánchez ha anunciado un homenaje público a las víctimas y que decretará luto oficial cuando “la mayor parte del país esté en la fase 1 de la desescalada”. En su reclamación de un nuevo apoyo ha advertido a los partidos que se han desmarcado de esa votación: “Levantar el estado de alarma ahora sería un error absoluto”. El líder del PP, Pablo Casado, arremetió con extrema dureza contra el presidente del Gobierno, al que acusó de demandar poderes absolutos, pero admitió que el voto de su partido sería en esta ocasión la abstención. El giro de ERC, de la abstención al no, y el apoyo ahora del PNV y Ciudadanos abren un escenario de pactos futuros distintos para el Gobierno a varias bandas, al menos durante esta crisis.

El Ejecutivo de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos ha contado finalmente con el apoyo confirmado a última hora del PNV, Ciudadanos y Coalición Canaria, algo que le ha permitido sacar adelante la prórroga del estado de alarma con 178 votos a favor. Los votos en contra han sido 75: los de ERC, JuntsxCat, la CUP, Vox y Foro Asturias; y 97 ha sido las abstenciones: PP, Bildu, BNG y UPN.

El presidente ha iniciado la exposición de sus razones para demandar la cuarta prórroga del estado de alarma, tras siete semanas de confinamiento generalizado, sosteniendo que, efectivamente, el país ya está en fase de desescalada y de transición hacia “la nueva normalidad”, pero matizando que ese logro general de la sociedad no ha sido por casualidad o por “azar”, sino por el esfuerzo de toda la sociedad y gracias al “instrumento constitucional” del estado de alarma. Sánchez ha informado de que el Gobierno lleva semanas estudiando fijar el luto oficial y organizar públicamente un acto de homenaje a todas las víctimas de la covid-19 en cuanto el país esté de manera generalizada en la fase 1 de desescalada. El presidente del Gobierno ya se lo ha comunicado al jefe del Estado, el rey Felipe VI.

La mayoría de los mensajes del discurso inicial de Sánchez estuvieron destinados a justificar la necesidad de seguir instalados en el estado de alarma, como una “herramienta legal básica y clave” para triunfar frente a esta crisis, pero sin eliminar libertades ni derechos sino solo con el interés de limitar algunos. “Todos los derechos están intactos, no hay una sola libertad vulnerada, solo dos limitadas, la de libre circulación de movimientos y para asegurar la salud pública y salvar vidas”, ha remarcado. “La enfermedad está siendo controlada, España ha empezado a recuperarse, pero debemos ser cautos y necesitamos la herramienta constitucional y legal del estado de alarma”, remachó, para advertir que “el virus sigue ahí al acecho, con una capacidad de contagio evidente”.

El presidente del PP durante la sesión de control al Gobierno el lunes. En vídeo, Casado anuncia la abstención del PP a la prórroga del estado de alarma.

En esa línea de intentar recuperar apoyos políticos perdidos en estos últimos días, Sánchez ha reconocido que ningún lugar del mundo ni ningún Ejecutivo han conseguido “aciertos absolutos”, pero ha señalado todos los datos médicos que reflejan un cierto control del coronavirus para asegurar que “la meta está cerca” y para exhortar a perseverar en la unidad de todos en la salida. “Necesitamos limitar la libertad de movimiento unas semanas más”, reiteró, para no poner en peligro a los españoles y evitar que el virus se propague sin control por las provincias. El presidente prometió que esa demanda “no es un ardid para limitar las libertades” e insistió en que su proyecto progresista para España no está en perpetuar un estado de alarma.

Ninguno de esos argumentos ha servido para convencer al líder de los populares. Pablo Casado, con un discurso muy duro, avanzó que las últimas concesiones del Gobierno a otros partidos en sus negociaciones de última hora, que calificó como “prebendas”, harían que su grupo no votara en contra, como le aseguró en su conversación del lunes, sino que se abstendrían. Casado se ha escudado tras una cita de un artículo del magistrado Manuel Aragón en EL PAÍS para rebatir la tesis sobre la relevancia de mantener el estado de alarma: “La situación de excepción no permite el establecimiento de una dictadura constitucional. Esto no lo digo yo, lo dice Manuel Aragón, que fue magistrado del Tribunal Constitucional a propuesta de su partido".

“Usted pretende trazar un relato al margen de la realidad para llegar a esa inquietante nueva normalidad que pretende vendernos. Lo hace mintiendo sobre las causas de la grave afectación del coronavirus en España. Lo hace también manipulando sus consecuencias económicas y sociales. Y lo hace malversando los instrumentos del sistema democrático para la gestión de esta crisis". Este fue uno de los primeros dardos que Casado lanzó a Sánchez. Luego le achacó no haber reconocido ni errores ni fallos ni tener humildad: “Su retórica bélica ya parece más un chiste de Gila, que produciría hilaridad si no fuera por el drama que acompaña a su estrepitoso fracaso de gestión”.

El presidente del PP ha hecho un discurso de rechazo absoluto a cada paso del Gobierno en la lucha contra la pandemia y ha argumentado la abstención de su partido en que entiende que Sánchez "ha aceptado sus propuestas” por lo que ha denominado como su “geometría variable” en los pactos alcanzados anoche con Ciudadanos y a última hora con el PNV. Pero Casado ha advertido: "No traiga otra prórroga dentro de 15 días porque no la aprobaremos”. Más tarde, en la réplica, ha sido incluso más taxativo: “Aproveche, porque será la última votación que no va a ser negativa, es usted el peor presidente en el peor momento, pero afortunadamente esto no le saldrá gratis”. El dirigente popular ha sostenido que el presidente debe afrontar esta fase con la crisis del virus ya más estabilizada sanitariamente con varias propuestas de normas y limitaciones contenidas en una ristra de leyes ya existentes que mencionó, que, sin embargo, han puesto en duda numerosos expertos juristas.

Casado ha vuelto a acusar a Sánchez de mentir y de haber incurrido en todo tipo de responsabilidades, incluidas las penales, y auguró que le caerán querellas y demandas de múltiples colectivos. Según Casado, la restricción de libertades está instalada en España sin necesidad; también concluyó que las promesas del jefe del Ejecutivo sobre protección social son inviables: “Usted dice que no tiene plan b al estado de alarma, lo cual ya de entrada es una tremenda irresponsabilidad. Lo que dudo es que usted tuviera alguna vez un plan a. Dice: o se le apoya a usted o esto es el caos. Aunque ya sabe cómo terminaba esa mítica viñeta de Ramón en Hermano Lobo. ¿Qué es el caos? ¿Y usted me lo pregunta? El caos es usted. España no puede seguir viviendo en la excepción constitucional ilimitadamente". Y ha acabado: “No avalamos este desbordamiento legal que se ha convertido en un estado de excepción encubierto”, ha dicho Casado que ha apuntado que la lealtad de su partido no está con este Gobierno, sino con los españoles.

En la réplica, Pedro Sánchez puso varios ejemplos para argumentar que la pandemia ha afectado y causado incidentes y fallos en todos los países y recalcó la importancia del diseño del estado de alarma en la Constitución. El presidente pidió sin ningún éxito a sus oponentes que “despoliticen la emergencia”. El presidente reprochó a Casado que le pida hablar más cuando parece evidente que no se entienden y le volvió a acusar de tener miedo a los pactos por creer que le pueden perjudicar electoralmente. También de haber sucumbido al “movimiento muy minoritario, ultraderechista y ruidoso de las caceroladas” que identificó con Vox.

Sánchez exhortó al líder popular a retornar la responsabilidad con la definición determinante de su voto: “O rompan filas o súmese a una progresión en el camino hacia la nueva normalidad. La unidad o salvése quién pueda”. Casado no le aceptó ninguno de los envites e insistió: “Usted es el error absoluto, el problema es usted”. Y le propinó otra tacada de descalificaciones que luego la portavoz socialista, Adriana Lastra, ha cuantificado en 37 insultos en 15 minutos.

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La severa alocución de Casado se asemejó bastante a la posterior del líder de Vox, Santiago Abascal, que también advirtió al presidente del Gobierno de que tendrá que afrontar procesos judiciales por su actuación ante esta crisis y hasta amenazó con una hipotética moción de censura. Para Abascal, Sánchez ha incurrido en todo tipo de responsabilidades, aunque también dirigió buena parte de su discurso contra el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, al que atribuyó una desafección total hacia España, además de aspirar a un régimen bolivariano. Abascal avisó de que pretende proclamar sus reproches al Gobierno en las calles de España por lo que este mismo jueves pedirá a las delegaciones del Gobierno autorización para manifestarse. Con el estado de alarma en vigor, no son posibles esas manifestaciones por peligro de contagio.

Un discurso doliente desgranó el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, para argumentar su no a la prórroga del estado de alarma y el cambio de posición plasmado por su partido en los últimos 15 días. “No hay criterios sanitarios para justificar este estado de alarma de mando único en Madrid sin contar con la información crucial del territorio; que decida el territorio por pura eficiencia”, dijo. ERC sí está por prorrogar “medidas excepcionales” pero no este estado de alarma: “Decimos no a la prórroga sine die de no tener derechos”, porque hay alternativa como es “la corresponsabilidad”.

Cogobernanza y diálogo

Esa cogobernanza que exigen muchos partidos nacionalistas es la clave de lo que pactado por el Gobierno con Ciudadanos y el PNV. Rufián, sin embargo, ha defendido este miércoles el voto negativo y romper la alianza fraguada en su día para la investidura de Sánchez: “El Gobierno ha elegido pactar con Ciudadanos y no con nosotros por lo que decir que ERC vota con Vox es lo mismo que decir que el PSOE vota con Vox contra comisiones de investigación del emérito (el rey Juan Carlos I), intelectualmente es falso.”

Uno de los pocos bálsamos reparadores de la jornada lo obtuvo Sánchez de la intervención de Jaume Asens, en representación de Unidas Podemos, que se congratuló de muchas de las medidas tomadas, algunas de ellas, recomendadas por su grupo, pero que también pidió vigilancia absoluta en que no haya vulneración de derechos y que se escuche más a las comunidades autónomas. Asens citó a Albert Camus y sus advertencias de las consecuencias del miedo en comportamientos sociales dañinos.

Junts per Catalunya se volvió a situar por cuarta vez en el no, como reafirmó su portavoz, Laura Borrás: “Nos preocupa mucho la pandemia pero también su centralización, que, además no es eficiente”. Íñigo Errejón, de Más País, dijo que no cree que el Gobierno se merezca el apoyo acrítico pero que votarían sí por el interés y las necesidades de los ciudadanos, aunque alertó al presidente sobre la ruptura del bloque que votó su investidura y le aconsejó que lo cuide más. Un aviso que también le llegó de Joan Baldoví, de Compromís: “A pesar de que el Gobierno ha dialogado poco y ha recentralizado mucho, Compromís votará a favor por respeto a las víctimas, a los sanitarios y a los millones de españoles afectados". El BNG mantuvo su abstención porque cree que hay que prorrogar el estado de alarma pero rechazan el mando único y defienden que en la desescalada la comunidad autónoma de Galicia debe ser el ámbito de decisión y no las provincias.

Al ataque y a la defensiva simultáneamente intervino la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas. Su apoyo al Gobierno para la prórroga ha ido acompañado de críticas y más peticiones, pero también recordó a los que criticaron el sentido de su voto que lo relevante ahora es mantener el estado de alarma y no la investidura de Pedro Sánchez: “Tenemos la obligación de ser un partido útil”. Aunque precisó que ese voto no quiere decir que el Ejecutivo pueda contar con Ciudadanos para todo.

El PNV no tiene duda de que debe continuar el estado de alarma y por eso lo ha apoyado, además de por haber conseguido del Gobierno corresponsabilidad de la comunidades autónomas a partir de ahora. “Vaya preparando el futuro en estos 15 días porque quizá en todas las fases no hace falta el estado de alarma”, ha apuntado el portavoz vasco, Aitor Esteban. “Nuestras enmiendas van en la línea de corresponsabilidad y cogestión y con absoluta lealtad”. Y ha recordado que el País Vasco y Galicia tienen pendientes la celebración de sus elecciones y transcurren 54 días desde que se convocan hasta que se celebran, por lo que piden que la Administración central colabore en el aparato logístico de su montaje.

EH Bildu, a pesar de su juicio muy crítico con la gestión del Gobierno, se quedó en la abstención "por responsabilidad con la ciudadanía y no añadir más zozobra”, como afirmó su portavoz parlamentaria, Mertxe Aizpurua. La portavoz de la CUP, Mireia Bahí, defendió que no hace falta más estado de alarma, que con las leyes actuales ya había suficiente y vaticinó que tras este periodo vendrán huelgas.

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