El claretiano Fernando Prado releva a Munilla como obispo de San Sebastián
El nuevo prelado donostiarra asume el nombramiento “con vértigo, pero lleno de confianza”
El sacerdote claretiano Fernando Prado Ayuso, nacido en Bilbao hace 53 años, ha sido nombrado por el Papa Francisco nuevo obispo de San Sebastián, responsabilidad que ha aceptado “con vértigo, pero lleno de confianza” el encargo de dirigir la diócesis guipuzcoana, que permanecía vacante desde que hace ocho meses su antecesor, José Ignacio Munilla, fuese designado obispo de Orihuela-Alicante. Prado tomará posesión como nue...
El sacerdote claretiano Fernando Prado Ayuso, nacido en Bilbao hace 53 años, ha sido nombrado por el Papa Francisco nuevo obispo de San Sebastián, responsabilidad que ha aceptado “con vértigo, pero lleno de confianza” el encargo de dirigir la diócesis guipuzcoana, que permanecía vacante desde que hace ocho meses su antecesor, José Ignacio Munilla, fuese designado obispo de Orihuela-Alicante. Prado tomará posesión como nuevo prelado de San Sebastián el próximo 17 de diciembre.
Fernando Prado, licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad del País Vasco (UPV) en 1993, fue ordenado sacerdote en mayo de 2000 por el obispo Juan María Uriarte y se incorporó a la pastoral infantil y juvenil del colegio Corazón de María de San Sebastián. Desde 1992 pertenece a la congregación de los misioneros claretianos y realizó los estudios teológico-sacerdotales en Bilbao hasta obtener la licenciatura en Estudios Eclesiásticos en la Universidad de Deusto (1998). En 2002 fue destinado a la comunidad claretiana de Buen Suceso, en Madrid, donde completó sus estudios eclesiásticos. Desde 2003 se ha encargado de dirigir la editorial Publicaciones Claretianas, actividad que compagina desde 2011 con la docencia en el Instituto Teológico Vida Religiosa de Madrid (Universidad Pontificia de Salamanca), donde actualmente imparte la asignatura de Teología de la Misión.
El nuevo obispo de San Sebastián ha comparecido este lunes en el Seminario Diocesano de la capital guipuzcoana tras hacerse oficial un nombramiento que el Papa le comunicó el pasado 17 de octubre. Ha asegurado que tardó “unas horas en contestar”, aunque aceptó el cargo “con no poca sensación de vértigo, pero lleno de confianza”. En su respuesta al pontífice Francisco, Prado le indicó que recibía “abrumado la inmerecida confianza” que ponía en él para afrontar su nuevo cometido.
En la carta de saludo a la Diócesis donostiarra, Prado ha recordado a los tres obispos que le han precedido al frente de la iglesia guipuzcoana: “¿Cómo no recordar el largo y fecundo ministerio de monseñor José María Setién, en el que tanto nos instruyó con sus enseñanzas?¿Cómo no recordar la cordial cercanía y la sabiduría creyente de monseñor Juan Mari Uriarte? ¿Cómo no valorar la elocuencia de monseñor Munilla que llenó tantos espacios en la diócesis y también fuera de ella con sus innumerables catequesis y su presencia virtual? Muchas gracias, pues, a quienes han sido mis predecesores”.
Munilla ha felicitado a Prado por su nombramiento y se ha mostrado dispuesto a “colaborar con él”. A través de un mensaje en las redes sociales, Munilla ha reaccionado con la expresión latina Laus Deo!, que significa Alabado sea Dios. “Y ahora, con un solo corazón y una sola alma, a colaborar con él”, ha escrito en su cuenta de Twitter. Munilla, que dejó la diócesis de San Sebastián el 7 de diciembre de 2021 y tomó posesión en Orihuela en febrero de este año, dirigió durante 12 años la prelatura donostiarra, un periodo marcado por las polémicas debido a sus declaraciones sobre el «feminismo radical», la eutanasia o el aborto, que comparó con el holocausto.
Prado se ha presentado ante los feligreses de Gipuzkoa acompañado por el vicario general Juan María Olaetxea, y por el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez González, quien ha ejercido como administrador de la diócesis durante el periodo en que el puesto de obispo ha permanecido vacante. Deja Madrid y llegará a su nuevo destino “con una maleta y poco más”, y ha explicado así su desempeño sacerdotal en Madrid: “He trabajado muchos años con inmigrantes latinoamericanos en EE UU y en los últimos seis años vengo realizando un ministerio un poco peculiar en la iglesia de San Antón de Madrid, con los sin techo trabajando mano con mano con el padre Ángel García”.