Una mujer de 49 años muere apuñalada por su hijo en una vivienda de Madrid
La Policía Nacional ha detenido al joven de 23 años, que se encontraba dentro de la vivienda donde ocurrieron los hechos
Una mujer de 49 años ha muerto esta madrugada tras haber sido apuñalada presuntamente por su hijo, de 23, en una vivienda situada en el número 267 de la calle Bravo Murillo, en el distrito madrileño de Tetuán. La mujer residía junto con su hijo y su pareja desde hacía alrededor de un mes en un piso de la primera planta del edificio. El suceso ha ocurrido sobre las 0.45 y el joven ha sido detenido en el propio domicilio por agentes de la Policía Nacional.
Según fuentes de la investigación, la víctima ha recibido 12 puñaladas en el pecho, 44 en la espalda y una en el costado, causadas con un arma blanca. A la llegada de los primeros agentes, la mujer se encontraba ya en parada cardiorrespiratoria. Los policías iniciaron entonces maniobras de reanimación que se prolongaron durante unos 30 minutos sin éxito.
“El estado era incompatible con la vida. Estaba prácticamente exsanguinada”, ha explicado el supervisor de guardia del Samur-PC, Emilio Benito.
El presunto agresor ha sido detenido en el interior del domicilio, un primero, puerta F. Según fuentes policiales, el joven es de nacionalidad española, tiene reconocida una discapacidad intelectual del 30% y estaba en tratamiento médico. Durante su detención, ha manifestado: “Yo no quería hacerlo”.
Ismael, un joven de 18 años que vive en el piso superior, presenció parte de la escena del asesinato. Según ha relatado, en un primer momento pensó que los gritos que se escuchaban procedían de una serie de televisión. Al asomarse al rellano, ha visto a la mujer en pijama pidiendo ayuda mientras su hijo, vestido de negro, tiraba de ella. Después, según su testimonio, se ha hecho el silencio. El joven se encuentra en estado de shock por lo ocurrido. El padre de Ismael ha sido quien ha hecho la llamada telefónica de auxilio a las autoridades. Los primeros en personarse en el lugar han sido agentes de la Policía Nacional, que han encontrado a la mujer ya sin signos de vida.
Otros vecinos de la misma planta han explicado que escucharon gritos de auxilio, pero que no se han atrevido a salir al rellano. En el suelo del edificio todavía quedan restos de sangre.
La primera planta del edificio estaba ocupada originalmente por locales comerciales que fueron convertidos en viviendas de alquiler temporal hace meses. En tres de ellas funcionan hoy casas de citas y en otra, identificada con la letra F, residía la víctima.
Flor, vecina de la misma planta, ha explicado que no ha escuchado nada durante el suceso y que conocía a la familia porque tenían un par de perros que ladraban con frecuencia. Ha señalado además que el edificio registra un constante trasiego de personas.
Varias mujeres que se encontraban en una de las viviendas de la misma planta han escuchado los gritos. “Hemos oído a una mujer pidiendo ayuda. Nos ha dado miedo salir”, han relatado.
Hasta el lugar se han desplazado agentes del Grupo de Atención al Ciudadano, la Policía Científica y el grupo V de Homicidios, que se ha hecho cargo de la investigación.