La Delegación del Gobierno prohíbe una manifestación falangista por poner en peligro el orden público
Las cargas policiales y los contenedores quemados de la última marcha ultraderechista condicionan la celebración de la próxima, en el contexto del 50 aniversario de la muerte de Franco
Los falangistas pretendían marchar por el centro de Madrid el próximo viernes, pero no lo podrán hacer, al menos, de manera legal. La Delegación del Gobierno en la región ha desautorizado el encuentro convocado por los ultraderechistas porque, según los informes de la Policía Naciones, existen “razones fundadas de que puedan producirse alteraciones del orden público, con peligro para las personas o bienes”. La manifestación, convocada para última hora de la tarde, iba a ser el preludio de una jornada de encuentros extremistas convocada dos días más tarde y, el domingo, y que aún sigue en pie. En ella se han dado cita en la capital de España los líderes de los partidos más ultras de todo Europa.
Desde la Delegación del Gobierno recuerdan que la última marcha de ultraderecha celebrada el sábado 8 de noviembre en Madrid terminó con cargas policiales y disturbios en el Barrio de las Letras, la detención de tres personas y varios contenedores en llamas pleno centro de la ciudad. “Este episodio demuestra que las movilizaciones de carácter ultraderechista han generado ya alteraciones graves del orden público”, señala el delegado del Gobierno, Francisco Martín, en un informe remitido a los falangistas para informarles de los motivos por los que no autorizará su marcha. “El riesgo asociado a nuevas convocatorias no es hipotético, sino probado y verificable”, añade.
La marcha, a mayores, preveía terminar en la calle de Ferraz, frente a la sede federal del PSOE. Allí, en ese punto exacto, fue donde empezó a consolidarse el actual movimiento de ultraderecha en el contexto de las protestas por frente a la aprobación de la Ley de Amnistía a los presos por el proceso secesionista catalán en noviembre de 2023.
Ahora la situación es otra. Esta semana se conmemora el 50 aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco, lo que, para la Delegación de Gobierno, genera una “especial sensibilidad social” ante este tipo de actos. “Existen razones objetivas y fundadas para prever que durante la manifestación puedan producirse discursos de odio y humillación expresa de las víctimas del franquismo, incitación a la violencia o exaltación de la dictadora franquista”, justifica el delegado del Gobierno.
Para rechazar la convocatoria, el delegado del Gobierno se ampara en el artículo 10 de la Ley Orgánica 9/1983, que regula el derecho de reunión porque considera que no existen “medidas menos restrictivas capaces de garantizar la seguridad de las personas y bienes”.
Esta manifestación, que estaba prevista para las nueve de la noche de este viernes, iba a servir para calentar los ánimos antes de un encuentro ultra aún convocado para este domingo. El acto, llamado Europa, una grande y libre, es una cumbre de movimientos nacionalistas e identitarios de todo el continente que se oponen a la Unión Europea, a la que acusan de “destruir la identidad” de la naciones que la componen y, de nuevo, se señalará al migrante como el culpable de “acabar con el sustrato étnico racial del pueblo europeo”. Allí se verán militantes de partidos como Forza Nouva (Italia), Les Nationalistes (Francia), el activista ultra británico Nick Griffin y un “invitado especial ruso”, del que aún no han revelado nada, entre otras figuras de ese espectro ideológico.