El Ayuntamiento ha sancionado uno de cada cien pisos turísticos ilegales en Madrid
Almeida presenta el plan que anunció en octubre para endurecer las condiciones a los apartamentos de vacaciones del centro, pero admite que el problema está en los ilegales
En el centro no habrá pisos turísticos dispersos en comunidades de vecinos. Al menos, no los habrá legales. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha presentado este jueves, acompañado de su mano derecha y delegado de Urbanismo, Borja Carabante, el plan Reside, que echará a andar a partir de junio del año que viene y cuyo contenido avanzó en octubre. Su objetivo es “proteger el uso de la vivienda habitual” dentro de la almendra central y “ubicar los pisos turísticos fuera de los edificios residenciales”. Para aquellos propietarios de viviendas de uso turístico, las llamadas VUT, será imprescindible a partir de entonces adoptar las nuevas medidas. Sin embargo, según los datos que ha dado Carabante, de los 16.100 apartamentos vacacionales que el Ayuntamiento estima que hay en Madrid, solo 1.131 operan con licencia. De esa inmensa mayoría ilegal, solo se detectaron 448 durante el último año y 183 fueron multados.
Tanto el Gobierno municipal como la oposición son conscientes de que las VUT sin licencia son un problema importante en la ciudad. En mayo de este año, Almeida hizo público un mapa y una lista actualizada con la localización exacta de los apartamentos que operan con todos los papeles en regla. De este modo, por descarte, los usuarios pueden comprobar si el piso que han alquilado para pasar unos días de sus vacaciones en la capital española no cumplen con la normativa. También permite a aplicaciones intermediarias, como AirBNB, comprobar si están ofreciendo un servicio legal o ilegal en sus portales. El alcalde ha pedido la colaboración de este sector privado para solucionar esta crisis de la ciudad. “¿Por qué comercializan y publican viviendas turísticas que saben de sobra que son ilegales?”, ha preguntado.
El Ejecutivo municipal se ha comprometido a reforzar el cuerpo de inspectores un 15%. Es decir, que pasarán de los 65 que hay ahora a 75. Ya en abril aprobó un plan provisional hasta que el que se anuncia ahora esté aprobado. A partir de entonces, se dejaron de dar nuevas licencias para estos apartamentos y se endurecieron las multas para aquellos que operasen sin autorización: 30.001 euros si es la primera vez que ocurre; una segunda acumulativa de 60.001 euros si continúa la actividad irregular, y una tercera de 100.001 euros si persiste. Hasta la fecha se han impuesto sanciones a 183 pisos de los casi 15.000 que operan sin licencia.
Nuevas limitaciones
Con el nuevo plan Revive se han impuesto una serie de limitaciones adicionales a los pisos turísticos que operan dentro de la almendra central, en el ámbito AP001. La medida estrella es que se prohibirán los pisos turísticos dispersos en edificios residenciales en esta zona. Hasta ahora solo estaban permitidos si tenían una entrada independiente. El Ayuntamiento quiere que ahora se concentren en bloques exclusivos para este tipo de vivienda y ahí no tendrán ninguna limitación. Para Más Madrid esto solo sirve para fomentar la especulación. Según su portavoz, Rita Maestre, la medida va a “incentivar” a fondos de inversión, bancos y grandes tenedores inmobiliarios a “expulsar” a inquilinos de sus casas para convertir esos bloques en apartamentos turísticos.
También se ha prohibido convertir en apartamentos turísticos los bajos comerciales. Es decir, aquellos locales que un día fueron una frutería o una peluquería y ahora son una casa. Esta nueva norma, además de aplicar a la zona centro, afecta también a los llamados “ejes tercializados”. Son esos puntos clave donde se concentra la actividad comercial, como la calle de Marcelo Usera, en el distrito de Usera, o la del general Ricardos, en el de Carabanchel.