Esperar 150 días por una cita en dermatología con un pre carcinoma en la cara

Pablo Peinado, de 63 años y con cáncer de próstata, se miró durante semanas una “pupa” que apareció en su mejilla. Al inicio no le dio importancia, pensaba que era una “simple herida”. Pero se empezó a preocupar cuando notó que la costra se caía y siempre volvía a crecer: “Ahí supe que no era normal”. Ya con un diagnóstico de cáncer por delante, y más consciente de la consulta temprana, fue el lunes 30 de septiembre a atención primaria para que su médico lo examinara. La doctora determinó que era un pre carcinoma y le indicó que le iba a pedir una cita con el dermatólogo. Horas después de reci...

Pablo Peinado, de 63 años y con cáncer de próstata, se miró durante semanas una “pupa” que apareció en su mejilla. Al inicio no le dio importancia, pensaba que era una “simple herida”. Pero se empezó a preocupar cuando notó que la costra se caía y siempre volvía a crecer: “Ahí supe que no era normal”. Ya con un diagnóstico de cáncer por delante, y más consciente de la consulta temprana, fue el lunes 30 de septiembre a atención primaria para que su médico lo examinara. La doctora determinó que era un pre carcinoma y le indicó que le iba a pedir una cita con el dermatólogo. Horas después de recibir esa noticia, y apenas intentando procesar lo que esto significaba, recibió una llamada del servicio de citas de la Consejería de Sanidad madrileña en la que lo citaban con un especialista dentro de 12 meses, en septiembre de 2025. A la mañana siguiente recibió una llamada del mismo departamento por el que le comunicaban una nueva fecha, el 28 de febrero de 2025, en el Hospital Fundación Jiménez Díaz.

Tampoco fueron excelentes noticias. Por su mente pasaron diferentes soluciones, una de ellas fue acudir a la sanidad privada, algo que todavía no descarta. Pero, de momento, Peinado tendrá que lidiar con al menos cinco meses de incertidumbre, tiempo en el que, tal vez, su pre carcinoma crezca o empeore. “Me parecen cifras denigrantes, cada cita es como una pelea”, cuenta desde su piso en Malasaña. Su caso no es anecdótico. Refleja la crisis en el servicio de Dermatología en Madrid, la especialidad con más lista de espera, según datos oficiales de Sanidad. Hay 204 médicos especialistas para atender a 6.794.867 personas adscritas en toda la Comunidad. Tradicionalmente, el liderazgo en listas de espera correspondía a Traumatología, pero desde enero de 2022, dermatología, semestre tras semestre, ocupa la primera posición. Hasta hace poco había también cierto déficit entre el número de dermatólogos, eso a pesar de que esta especialidad es la que disfruta de los mejores sueldos en la sanidad privada.

Sentado en una silla de madera en el salón de su casa, que también se utiliza como taller de pintura, Peinado asegura que no se ha quedado de brazos cruzados. Este lunes fue de nuevo a la consulta, en la que otro médico lo revisó y le dijo que “no era mucho tiempo de espera”. Él es uno de los 103.768 pacientes que están a la espera de una consulta de dermatología en alguno de los hospitales públicos de Madrid, servicio con la mayor lista de espera de toda la Comunidad, según datos públicos del Ministerio de Sanidad y de la propia Comunidad. Muy por detrás está Traumatología, con 93.734 personas en cola, y Oftalmología, con 86.920.

El centro con más pacientes en cola es el Hospital Universitario La Paz, que tiene en su lista a 11.243 personas. En segundo lugar, el Hospital Clínico San Carlos (8.607) y en tercero el Ramón y Cajal (7.342). Pero más cantidad de pacientes no equivale a una mayor espera. El Ramón y Cajal es en el que los pacientes deben tener más paciencia, con una demora media de 241 días. En este último centro, CC OO ha denunciado que las agendas se han cerrado, lo que no permite a los médicos de cabecera citar a pacientes en ese centro ni derivarlos a otros hospitales.

Esta saturación se ha acentuado con los años. En 2019, hace cinco años, la cantidad de madrileños que esperaban una cita en dermatología era de 61.753, para 2023 esta cifra llegó a 98.932, y para agosto de 2024 el dato es de 103.768 pacientes, según las cifras de la Comunidad. Es decir, en cinco años la cantidad de pacientes ha aumentado en casi un 70%.

Las personas con sanidad privada tampoco viven una situación envidiable. EL PAÍS ha comprobado que pacientes con seguros privados de Sanitas y Adeslas, dos de los más importantes en Madrid y en España junto a SegurCaixa, deben esperar hasta diciembre para visitar a un dermatólogo. Otros consultan varias veces al día para intentar conseguir una cita que otro paciente haya cancelado y que sea más cercana.

Más conciencia, pero menos dermatólogos

Las causas de la saturación son múltiples. Montserrat Fernández, dermatóloga en el Ramón y Cajal y directora de la clínica privada Madriderma, ha dicho a este diario que una de las razones del colapso es la incorporación de ciertas patologías a su especialidad, como los problemas de mucosa y del pelo. También considera que los pacientes se han vuelto más conscientes del cuidado de la piel, pero que eso, aunque sea positivo, provoca saturación. “La mayoría de la gente que nos viene no tiene nada maligno, pero ellos no lo saben y consultan. Hay que verlos para analizar si hay que hacer algo”, indica. Con este criterio coincide José Luis Palancar, médico de Familia en el centro de salud Doctor Cirajas, que deriva pacientes a especialistas. “Desde la población existe un interés por la imagen y la piel es lo más expuesto y, por lo tanto, cualquier lesión que la pueda “afear” es fuente de consulta”, comenta.

Ambos coinciden, sin embargo, en que la razón principal es la falta de dermatólogos en el sistema. El Ramón y Cajal tiene 24 especialistas de este tipo para una población adscrita de 603.000 personas, aproximadamente. En toda la sanidad pública madrileña hay 204 dermatólogos, encargados de suplir la demanda de las 6.794.867 personas adscritas en toda la Comunidad.

Se podría pensar que es porque hay pocos médicos que optan por esta especialidad. Todo lo contrario. No son pocos los profesionales interesadas en ser expertos en temas de la piel. En el MIR, el examen que hacen los médicos para obtener una plaza en especialidad, Dermatología está desde hace años entre las primeras en cubrirse. En 2023, se otorgaron 120 plazas en toda España, 31 para Madrid. Ese año, uno de cada cinco aspirantes con mejores notas se decantó por esta opción, según informó EL PAÍS el año pasado. En 2022 se adjudicaron 115 puestos para este servicio en todo el país, en 2021 fueron 12 plazas; para 2020, 108, y en 2019 el dato fue de 94 plazas. Según cuentan los mismos aspirantes, las condiciones laborales (no tienen guardias de 24 horas), sus buenos sueldos y las muchas salidas en el ámbito privado pesan para la elección, pero los graduados explican que existen también otras razones que tienen que ver con las características de la propia especialidad, como su capacidad para resolver problemas rápidamente y el trato con el paciente.

Según el informe Oferta y demanda de empleo en España, que elaboran Adecco e Infoempleo, los dermatólogos son los médicos mejor pagados de España, con un sueldo medio de 72.122 euros brutos al año, seguidos de pediatras (70.996 euros brutos anuales) y neumólogos (55.260).

El caso de Pablo Peinado no es el único, ni tampoco el más grave. Decenas de personas han denunciado situaciones similares en redes sociales. Todos critican el sistema con el mismo tono de indignación, en el que también se esconde la angustia ante un diagnóstico. “Cuando tienes una enfermedad que te preocupa, no puedes esperar un año para que te vea un especialista y te diga qué gravedad tiene o cómo se ha ido acentuando durante la espera”, insiste el madrileño.