Detenido el dueño de una discoteca de Madrid por explotar a ‘chicas imagen’ para atraer clientela masculina

Las jóvenes eran captadas por redes sociales, cobraban entre 50 y 80 euros por noche y no firmaban ningún tipo de contrato laboral

Entrada a la discoteca Opium de Madrid, en marzo de 2023. David Expósito

Se las llama chicas imagen para decir de una forma elegante que son jóvenes a las que se paga 50 euros por pasar toda una noche vestidas sexy en una discoteca para atraer a la clientela masculina. El dueño de uno de esos establecimientos que acostumbra a reclutar a estas chicas ha sido detenido por explotarlas laboralmente, porque no firmaba ningún tipo de acuerdo laboral con ellas, pero sí las obligaba a cumplir un horario y unas condiciones de apariencia. La Policía Nacional ha identificado a al menos a 22 ...

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Se las llama chicas imagen para decir de una forma elegante que son jóvenes a las que se paga 50 euros por pasar toda una noche vestidas sexy en una discoteca para atraer a la clientela masculina. El dueño de uno de esos establecimientos que acostumbra a reclutar a estas chicas ha sido detenido por explotarlas laboralmente, porque no firmaba ningún tipo de acuerdo laboral con ellas, pero sí las obligaba a cumplir un horario y unas condiciones de apariencia. La Policía Nacional ha identificado a al menos a 22 mujeres que formaban parte de una especie de bolsa de trabajo de la que podían tirar para llenar el local. El establecimiento se ubica en una exclusiva zona de Madrid, en el distrito de Chamberí.

Según las pesquisas, la discoteca, llamada Opium, contaba con personal específico para reclutar a jóvenes a las que se encontraba por redes sociales o a través de conocidos. Sabía lo que buscaba: jóvenes guapas, de entre 20 y 30 años, a las que contactaba a través de Instagram. Les hacía algunas preguntas preliminares, les exponía los términos básicos del trabajo e incluso les llegaba a pedir fotos y vídeos, como si de un casting se tratara. Si este empleado daba el visto bueno, pasaban a formar parte del listado de jóvenes a las que llamar. Las chicas eran incluidas en un chat de una red de mensajería a través del que eran convocadas para algunas noches.

Los agentes de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras comenzaron a finales del año pasado una investigación para determinar en qué condiciones se desarrollaba la labor de las conocidas con el eufemismo de chicas imagen. Centraron sus pesquisas en algunos de los establecimientos de ocio más conocidos de Madrid, entre cuya clientela había un gran número de chicas que tenían una apariencia parecida y un comportamiento similar dentro y a las puertas de los locales. Para los agentes, podía haber indicios de explotación laboral.

En diciembre, los investigadores, junto con la Inspección Provincial de Trabajo y la Seguridad Social, entraron en la discoteca para identificar cuántos empleados había y en qué condiciones. La policía informa de que ese día identificó a 22 mujeres que se encontraban trabajando aquella noche en el local, a las que se les había impuesto un horario y unas tareas, pero no existía ningún contrato laboral entre la discoteca y ellas. Además, cuatro de las chicas se encontraban en España en situación irregular.

¿Cuáles eran esas condiciones? Una forma concreta de vestir, en la que los tacones eran obligatorios, un horario determinado, y “un trato cercano y alegre, incluso sugerente” con los clientes. Los empleados de la sala estaban pendientes del desempeño de las chicas. Todas ellas tenían entre 20 y 30 años, se les explicaba que debían ser un “reclamo” para la clientela masculina y también “incentivar” a estos hombres para que alquilaran exclusivos reservados y compraran botellas y copas.

Al final de sus servicios, las jóvenes cobraban entre 50 y 80 euros que podían recibir por varios medios: en mano o por la aplicación de transferencias económicas Bizum. Las chicas podían cobrar al final de la noche o después de varias jornadas, para recibir todo el dinero de una vez.

Como consecuencia de esta investigación, la policía detuvo al dueño de la discoteca como autor de un posible delito contra los derechos de los trabajadores. Además, la inspección de trabajo propuso varias sanciones administrativas. En los próximos meses, esta operación de inspección de locales de ocio continuará abierta.

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