Las matronas de Madrid reducen su actividad al mínimo por la falta de personal

El Colegio de Enfermería denuncia que la Comunidad tiene 15 matronas por cada mil nacimientos, 11 menos de las que recomienda la OCDE

Un recién nacido en una foto de archivo.Westend61 (Getty Images)

El Colegio Oficial de Enfermería de Madrid (CODEM) ha denunciado este lunes en un comunicado el déficit de matronas en el sistema público de sanidad, que solo tiene adscritas 769 de estas enfermeras especialistas. El cruce de esta cifra con los datos del INE sobre nacimientos en la región ―50.961 partos en 2022― revelan una relación de 15 matronas para cada 1.000 nacimientos, una tasa “claramente insuficiente” a ojos del CODEM, que recuerda que el ratio ideal es de 25,9 matronas por cada 1.000 nacimientos, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La principal preocupación por la falta de matronas es que el trabajo de estas sanitarias se ha restringido a las labores de parto, cuando en realidad son necesarias para toda una gama de funciones que van desde hasta el cribado del cáncer hasta el acompañamiento a las madres después del alumbramiento. CODEM estima que Madrid necesita más de 550 matronas para equilibrar el número de plazas, frenar la sobrecarga laboral y evitar la fuga de talento hacia otras comunidades.

La portavoz del Colegio de Enfermería, Mar Rocha, ha ilustrado que “la labor de educación prenatal y educación sexual se ven insuficientemente desarrolladas por el número tan escaso [de matronas] en la Comunidad de Madrid”. Esta hipótesis cobra vida en el testimonio de Alicia Gil, delegada sindical que ha fungido de matrona por casi 20 años: “Solo estamos en el paritorio. Cuando hay cualquier riesgo para la madre después del parto, como un sangrado de más, hay que bajarlas al paritorio para que las evaluemos. No hay suficientes matronas para que subamos a la planta o para que se abran consultas en el hospital”. Y agrega: “Si tuviéramos más personal de matronas, podríamos hacer una asistencia one to one (una matrona por parto)”. Lejos de eso, narra que algunas enfermeras llegan a atender tres o cuatro partos en 24 horas. “Nos sobrepasa el trabajo y no podemos hacer la asistencia como queremos”, sentencia la matrona y sindicalista del hospital Infanta Leonor de Vallecas.

Las funciones de las matronas incluyen los cuidados durante el embarazo y el puerperio, así como la pedagogía sobre las enfermedades de transmisión sexual, la menopausia o los cribados de cáncer de cuello uterino ―el cuarto más común en las mujeres a escala global, según la OMS―.

El colegio de enfermería subraya que “la situación es aún más comprometida en Atención Primaria, pues el número de matronas disponible para todos los centros de salud de la región es solo de 266 para atender una población de más de 3,5 millones de mujeres”. Cristina González, presidenta de la Asociación de Matronas de Madrid (AMM) llama la atención sobre los ratios “muy dispares” en la Atención Primaria, donde “hay matronas que tienen asignadas a 6.000 mujeres y otras que tienen 26.000, lo que provoca un síndrome de burnout por la sobrecarga asistencial tan grande″.

Desmotivadas y saturadas de trabajo, algunas matronas han optado por marcharse de Madrid. Roche señala que “hay una fuga de talento a otras comunidades autónomas donde hay contratos de mayor duración”, ya que las cláusulas en Madrid “no brindan estabilidad”. Gil narra que algunas de sus compañeras “se han ido al Servicio Vasco de Salud porque está mejor pagado”, mientras que otras se han mudado a Asturias “porque la eventualidad en Madrid es altísima” o “porque no se pueden pagar un piso”.

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Las matronas que se quedan en la capital reclaman más garantías contractuales, para ello impulsan una reclasificación profesional que las cambie del grupo A2, en el que están las enfermeras sin especialización y fisioterapeutas, al A1, en el que están los médicos de familia y médicos especialistas. “Nos exigen cuatro años de formación y dos de especialización y aun así estamos en A2 ―se lamenta Gil―, es desesperante que después de todo el tiempo invertido en nuestra formación y toda la carga emocional de este trabajo no nos veamos bien pagadas”. Roche critica que las matronas “están sujetas a una bolsa de empleo temporal”, lo que las mantiene a la espera de que suene el teléfono con una oferta laboral “de un día para otro y por un tiempo muy limitado”, condiciones que, según la portavoz del colegio de enfermería, “ponen en riesgo el relevo generacional”.

La degradación de las condiciones laborales de las matronas, continua el comunicado de CODEM, repercute en que “la población femenina de nuestra región no tiene acceso con garantías a una matrona, con el consiguiente riesgo para su salud sexual, reproductiva y maternal y el sesgo de género en la atención sanitaria que se les presta”. El texto reclama “más reconocimiento, inversión, recursos y autonomía para las matronas, en un momento en que nuestra sociedad se enfrenta a un paulatino envejecimiento de la población y un aumento de la edad media de la maternidad”

González señala que la solución a la falta de matronas en la Comunidad de Madrid debe empezarse a tejer por el primer eslabón de la cadena, ya que las plazas para las oposiciones sanitarias habilitadas para esta especialidad son ínfimas. Para esto, la presidenta de la AMM propone aumentar los cupos o buscar otros métodos para formar a las matronas “que no dependan de la enfermería”. Eso sí, remarca González, “no sirve de nada que formemos matronas si luego no les ofrecemos unas condiciones laborales buenas”.

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