El bum del euríbor golpea a Metro de Madrid: paga 67 millones extra en 2023 por sobrecostes en energía, personal y trenes alquilados
La prórroga de los presupuestos de 2022, y un contrato vinculado al índice de referencia para las hipotecas lastraron las cuentas de la empresa pública
Igual que si fuera uno de eso hipotecados ahogados por la subida del euribor en 2023, las cuentas del Metro de Madrid en ese ejercicio fueron golpeadas por el látigo del índice hasta provocarle un desvío inesperado de cinco millones de euros a través de varios contratos de alquileres de trenes vinculados al indicador, que arrancó el año en el 3,337% y llegó a dispararse hasta el 4,160%. Pero no fue el único problema de la mayor empresa ...
Igual que si fuera uno de eso hipotecados ahogados por la subida del euribor en 2023, las cuentas del Metro de Madrid en ese ejercicio fueron golpeadas por el látigo del índice hasta provocarle un desvío inesperado de cinco millones de euros a través de varios contratos de alquileres de trenes vinculados al indicador, que arrancó el año en el 3,337% y llegó a dispararse hasta el 4,160%. Pero no fue el único problema de la mayor empresa pública de la región junto al Canal de Isabel II, según un anuncio publicado en el Boletín oficial de la comunidad. Como PP y Vox no se pusieron de acuerdo para aprobar unos Presupuestos para ese año, hubo que prorrogar los de 2022, lo que ha acabado obligando al Consorcio Regional de Transportes Públicos Regulares (CRTM) a afrontar unos gastos excepcionales de 67 millones de euros.
“Los gastos se explican porque no se aprobaron los presupuestos de la Comunidad de Madrid de 2023, por lo que durante este año rigieron los presupuestos de 2022, cuya elaboración tiene lugar en julio de 2021″, explica un portavoz de la compañía. “Por ello, no se podía contemplar en aquella fecha los incrementos retributivos aprobados en los Presupuestos Generales del Estado del personal público para 2023, los incrementos extraordinarios en los precios de la energía, que comenzaron en octubre de 2021, cuando ya estaban los presupuestos aprobados (y que regirían durante 2022 y 2023), así como el aumento en los costes de alquiler que cada año se producen, lo que afectó a los costes de alquiler de los trenes”. Estos fueron los principales problemas para las cuentas de la empresa pública.
Trenes arrendados con el alquiler disparado por el euribor y el IPC: 10,6 millones. Pan para hoy y hambre para mañana. Esa es la fórmula que llevan aplicando los gestores del Metro de Madrid para ampliar su flota de trenes desde hace más de 20 años: en lugar de adquirir nuevos vagones, los directivos firmaron un puñado de acuerdos de alquiler con opción a compra. Así, a finales de 2021, esta empresa pública no era dueña del 59% de los vagones que circulaban por sus vías, y pagaba cifras millonarias por usarlos. Los contratos de arrendamiento de material móvil con las sociedades Ferromóvil 3000, Ferromóvil 9000 y Plan Metro contemplan una cláusula de revisión de precios anual referenciada al valor del Euribor de ese año. El “extraordinario repunte” de ese índice, describe la compañía, disparó la factura en 2023, cuando supuso un sobrecoste de 4.813.050 euros. No fue el único problema. “El incremento del IPC, muy por encima de la serie histórica, de los contratos de mantenimiento de este mismo material móvil supone un sobrecoste de 5.806.446 euros”, detallan en la compañía, para un total de 10,6 millones por estas dos partidas.
Una factura energética disparada: 27,6 millones. Al operar con las cuentas públicas de 2022, Metro contaba con casi 60 millones para electricidad. Sin embargo, el 28 de diciembre preveía cerrar con un gasto de 80,5, generando un déficit de 27,6. No es el primer problema del suburbano con los costes de la luz. En 2022 ya tuvo que retirar un 10% de sus trenes de las vías para afrontar esta factura, que se disparó como consecuencia de vincular su contrato al mercado diario y no a una tarifa fija. Como consecuencia, en enero de 2023 la Comunidad de Madrid ya tuvo que rescatar a la compañía con 114 millones de euros.
Costes de personal: 28 millones. Como consecuencia de la prórroga presupuestaria los importes previstos en las cuentas de 2022 no recogen los incrementos en los costes de personal desde enero de ese año. El importe estimado a cierre del ejercicio por estos conceptos es de 453.409.162 euros por lo que el sobrecoste respecto al presupuesto prorrogado de 2022 en 2023 es de 28.783.157 euros.
Los problemas en las cuentas de 2023 eran conocidos ya a finales del año pasado, cuando la Comunidad de Madrid aprobó un Presupuesto de casi 1.000 millones para la compañía al dar luz verde a una adenda del convenio que le une con el CRTM: la cantidad para cubrir los servicios de 2024 se estima en alrededor de 987 millones de euros. De estos, 572,8 parten del presupuesto avalado por el Consejo de Gobierno. Los 414,2 restantes se financiarán con la recaudación de tarifas de los usuarios de la red, a través de los abonos mensuales, los billetes sencillos y otros títulos de viaje.
En el trasfondo, una megaoperación clave para el futuro de este transporte público: Metro ha firmado con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Instituto de Crédito Oficial (ICO) préstamos por valor de 820 millones para financiar la adquisición de los 80 nuevos trenes que costarán más de 1.000 millones, y cuya entrega está prevista para 2026.
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