Sin rastro de Rosaura Diana, una desaparición de alto riesgo tras una denuncia por violencia de género

La joven de 19 años le escribió a su hermano pequeño el domingo y le dijo que había vuelto a Madrid procedente de Galicia, donde había pasado el verano trabajando

Rosaura Diana de la Coba Maldonado, desaparecida en Madrid el domingo 1 de octubre, en unas imágenes suministradas por la familia.

—¿Cómo estás?

—Mal.

Esta es la última conversación por mensajes que mantuvieron Rosaura Diana de la Coba y su hermano pequeño el lunes. Eran las tres de la tarde. Una hora después, se registró la última hora de conexión del teléfono y, desde entonces, su familia no ha vuelto a saber de ella. Un caso que la asociación SOS Desaparecidos considera de “alto riesgo” porque viene precedida de una reciente denuncia por violencia de género y una orden de alejamiento por parte de la chica de 19 años hacia su...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

—¿Cómo estás?

—Mal.

Esta es la última conversación por mensajes que mantuvieron Rosaura Diana de la Coba y su hermano pequeño el lunes. Eran las tres de la tarde. Una hora después, se registró la última hora de conexión del teléfono y, desde entonces, su familia no ha vuelto a saber de ella. Un caso que la asociación SOS Desaparecidos considera de “alto riesgo” porque viene precedida de una reciente denuncia por violencia de género y una orden de alejamiento por parte de la chica de 19 años hacia su expareja, de la misma edad.

Rosi, como la conocen sus allegados, conoció a su novio hace tres. Juntos vivían en un bloque de pisos ocupado de forma ilegal en el distrito de Carabanchel, en Madrid, hasta que este verano les llegó una oferta de trabajo y vivienda en el sector de la hostelería en Galicia, y se marcharon unos meses. “Tienen una relación muy tóxica. Ella es muy dependiente, y las cosas allí empeoraron. Nos contó que le había dado una paliza y ella se decidió a denunciar”, explica Ana, la cuñada de la desaparecida.

Hace unos días, el domingo, el hermano pequeño de Rosi recibió un mensaje de la chica en el que le anunciaba que había vuelto a Madrid porque se había acabado el trabajo, y que estaba en casa de una amiga, pero no le especificó una dirección. Al día siguiente, la última conversación, en la que ella simplemente contestó “mal” ante la pregunta de su hermano de cómo estaba. Desde entonces “se la ha tragado la tierra”, asegura su cuñada, la mujer de su hermano mayor. Su familia asegura que nunca pasan más de dos días sin comunicarse, y que en ninguna de sus redes sociales hay signo alguno de actividad. “Algo ha pasado. Algo no cuadra, estamos muy nerviosos”, reconoce Ana.

La chica tiene una perra mezcla de las razas pitbull y american stanford, negro y marrón, que se llama Kira y con la que siempre iba. De ella tampoco se sabe nada desde la semana pasada. El animal tiene un chip a nombre de la expareja de Rosi. La investigación se mantiene abierta y se la busca tanto en Madrid como en Galicia, donde se encuentra su última residencia conocida y donde se tramitó la denuncia por violencia de género. La asociación SOS Desaparecidos detalla que se trata de una chica que mide 1,67, de complexión delgada, pelo castaño, ojos verdes y que lleva gafas.

Para comunicar cualquier información que ayude a dar con el paradero de la chica que lleva días desaparecida, se puede contactar con la Policía Nacional en el teléfono 091 o con el 112. O a los teléfonos de la asociación SOS Desaparecidos 649 952 957 y 617 126 909.

Suscríbete aquí a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.

Sobre la firma

Más información

Archivado En