Diez días de Vox en la Comunidad de Madrid: dimisión en Móstoles, subidas de sueldo en Torrelodones, más toros y pin parental
La ultraderecha también quita los puntos violeta en Torrelodones. La oposición califica la irrupción de Vox en varios municipios de la Comunidad de Madrid como la llegada “del ejército de Pancho Villa”
Sin tanto ruido como en Valencia, Gijón o Valladolid, Vox ha ido tomando posesión de algunos de los ayuntamientos más importantes de la Comunidad de Madrid hasta gobernar sobre una población de más de medio millón de habitantes, lo que sería l...
Sin tanto ruido como en Valencia, Gijón o Valladolid, Vox ha ido tomando posesión de algunos de los ayuntamientos más importantes de la Comunidad de Madrid hasta gobernar sobre una población de más de medio millón de habitantes, lo que sería la quinta ciudad más grande de España, por debajo de Málaga. Tras las elecciones del 28 de mayo, de las 24 ciudades con más de 50.000 habitantes que hay en la región, el PP logró la mayoría absoluta en siete, pero en otras 11 los populares dependen de los concejales de Vox, aunque solo en algunas abrió las puertas plenamente a la ultraderecha para formar un gobierno conjunto. En la Comunidad de Madrid, Vox “es el ejército de Pancho Villa”, señala una fuente del PSOE acostumbrada a negociar con el partido de Abascal en la región gobernada por Isabel Díaz Ayuso: “Depende en cada municipio del tipo que te toque. Hay algunos muy ideológicos y retorcidos y otros que quieren hacer bien las cosas para su pueblo”.
Móstoles (210.000 habitantes)
La joya de la corona es Móstoles, tanto por su dimensión, 210.000 habitantes, como por su significado político, ya que la derecha vuelve al poder de la segunda ciudad más grande después de Madrid. En Móstoles, el PP consiguió 12 ediles, pero pactó con Vox para garantizarse la mayoría absoluta, y entrará en el gobierno con dos concejales que gestionarán Turismo y Cultura. Sin embargo, no había pasado ni una semana desde que Manuel Bautista y Maite López Divasson se fotografiaron anunciando el acuerdo cuando el martes llegó la primera dimisión. El concejal de Vox, Israel Díaz, abandonó el cargo después de reprochar a sus compañeros que hubieran renunciado a sus ideas “a cambio de sillones”, en referencia a no haber peleado por imponer el PIN parental o políticas para “proteger y defender la vida” y reprochó a sus compañeros lo poco conseguido en la negociación. “No se ha pedido la concejalía de Educación para defender el PIN parental y acabar con las charlas de adoctrinamiento; no se ha pedido la concejalía de Familia para protegerla y defender la vida; ni la de festejos, para defender las tradiciones y las fiestas populares con sus espectáculos taurinos, tampoco la de seguridad para defender los barrios… ¿Este éxito en la negociación a quién se lo atribuimos?”, se preguntó en una carta pública.
Originalmente, Vox incluía en su programa devolver los toros a la ciudad o hacer de la red hospitalaria una fuente de atracción e inversión, aunque alguien del ayuntamiento saliente reconoce que les “han dado carteras ideológicas sin mucho contenido, como Turismo”.
En una de las pocas opiniones expresadas desde el acuerdo de gobierno, la portavoz de Vox, Maite López Divasson, se ha referido en Twitter a la “mal llamada ley de violencia de género”, para decir que la sociedad se ha olvidado de los padres injustamente maltratados. “Buena gente estigmatizada por ser hombres”, escribió.
Alcalá de Henares (197.000 habitantes)
En la ciudad complutense, PP y PSOE lograron 11 concejales, pero los tres diputados de Vox decantaron la balanza hacia la derecha. Con estos números, Judith Piquet se convirtió en alcaldesa y cedió a Vox la Segunda Tenencia de Alcaldía y competencias en las áreas de Familia y Empleo. Vox encabezará también el área de Proyectos Estratégicos y Proyectos Europeos. En el acuerdo sellado, PP y Vox se comprometen a crear “unidades específicas para combatir la inseguridad” y citan concretamente “el botellón, las bandas juveniles violentas y la okupación ilegal”. El escrito propone reforzar la Policía Local, mejorar la limpieza de la ciudad o facilitar el tránsito de vehículos. En resumen, un pacto ambiguo y sin mucho detalle que fusiona programas electorales y que fue presentado la semana pasada en una foto conjunta. El equipo de Vox prescindió en las últimas votaciones de algunos de los nombres más polémicos que en la legislatura anterior se hicieron virales por criticar las uniones homosexuales o vinculados a grupos violentos de extrema derecha. Por esta razón, la oposición define al grupo de Vox en Alcalá como “un equipo de gente que llegó de fuera, concretamente de Paracuellos, y que es incapaz de moverse sin Google Maps por la ciudad”.
Aranjuez (60.000 habitantes)
En Aranjuez, el PP logró en las pasadas elecciones el 33% de los votos y nueve concejales, a cuatro de la mayoría absoluta que son los ediles que aporta Vox al acuerdo de gobierno. Según este, la ultraderecha estará al frente de concejalías como Infancia y Juventud, Salud y Consumo o Familia y Mayores. No se sabe todavía si el homenaje que se llevaba a cabo cada año a los vecinos que fueron deportados a los campos de concentración nazis se repetirá los 5 de mayo.
Colmenar viejo (50.000 habitantes)
En Colmenar Viejo, el PP consiguió 12 ediles a los que se suman los tres de Vox. El actual alcalde, Carlos Blázquez, ha querido mantener la distancia con la formación de Abascal desde el primer momento, a pesar de la entrada del partido en el gobierno, donde gestionará las áreas de Familia y Desarrollo Empresarial. El Ayuntamiento mantendrá las celebraciones del Día del Orgullo y se iluminará la fachada con los colores del arcoíris, además de que habrá una bandera gay en el balcón principal. Para explicar cómo se gestionará visiones tan distintas, el alcalde defendió: “Cuando haya declaraciones institucionales sobre temas en los que tenemos una política y opinión diferentes, seremos independientes sin que se rompa el gobierno”. Blázquez añadió, en la misma entrevista con Onda Cero, que “todo lo que es igualdad, política social o medio ambiente seguirá siendo competencia del PP”.
Galapagar (35.000 habitantes)
En Galapagar, la popular Carla Greciano sumó a los 10 ediles conseguidos, los cuatro de Vox. Aunque podía haber gobernado en minoría, ambos partidos firmaron un marco programático que incluye adherir al municipio a la red de ciudades favorables a la familia, aprobar un nuevo plan general de ordenación urbana, además de elaborar un plan “antigrafitis y un plan antiokupas”.
Torrelodones (25.000 habitantes)
En Torrelodones, PP y Vox anunciaron un acuerdo con medidas para “defender el derecho a la vida, la propiedad privada y las tradiciones locales”. Lo que se traducirá, según fuentes populares, en ayudas a organizaciones antiaborto, aumentar la policía y recuperar los toros durante las fiestas. Sin embargo, la primera medida adoptada por el nuevo equipo de gobierno no aparece en ningún programa y tiene que ver con una subida de sueldos. Si en los últimos cuatro años el total de las retribuciones ascendía a 484.509,37 euros anuales, a partir de ahora serán 1.155.239,43 euros. A pesar de que la formación ultraconservadora insiste una y otra vez en la austeridad y en terminar con los “chiringuitos”, en Torrelodones se pasará de tener tres concejales dedicados exclusivamente al Ayuntamiento a nueve. Aunque cobrarán menos, según Vox, se triplica el número. La otra medida que ha generado polémica es la eliminación de los puntos violeta para denunciar actos de acoso sexual. “Vamos a quitar de nuestras fiestas municipales los puntos violetas podemitas”, anunció el martes Sonsoles Palacios, concejala de Vox del área de Servicios Sociales, Familia y Mayores.
Villaviciosa de Odón (28.000 habitantes)
Es uno de los municipios de los que menos información se tiene. El acuerdo firmado por Juan Pedro Izquierdo y Pilar Baos, candidata de Vox en esta localidad, permitirá al popular convertirse en alcalde, aunque todavía no han trascendido oficialmente los detalles del pacto. En el comunicado conjunto solo se dice que “comienza una nueva etapa en la que lo único importante es ponerse a trabajar”.
Valdemoro (15.000 habitantes)
Aunque el PP necesitaba solo dos ediles más para llegar a la mayoría absoluta, finalmente los cuatro concejales de Vox se integran en el Ejecutivo local. Su portavoz, Juan Carlos Vicente, lo hace de momento ocupándose únicamente de la Segunda Tenencia de Alcaldía, sin un área concreta de gestión. Su partido tendrá las carteras de Seguridad y Emergencias, e Innovación y Proyectos Europeos. Aunque no hay detalles concretos del acuerdo, el primer gesto compartido entre ambas formaciones retrata el perfil que tendrá el nuevo Ayuntamiento: PP y Vox acudieron juntos a borrar una pintada contra la policía.
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