La coalición PP-Cs sobrevive en nueve municipios de Madrid, pero se rompe en Collado Villalba y peligra en Guadarrama
La formación naranja abandona en bloque el gobierno de la ciudad serrana tras las acusaciones de corrupción de la alcaldesa popular a uno de los concejales. La mayoría de los seis alcaldes de Cs se plantean concurrir con otras siglas a las municipales
“Quiero anunciar, con efectos inmediatos, que Ciudadanos abandona el gobierno de Collado Villalba. Nos vemos obligados tras lo que consideramos una deslealtad”. El mensaje lo dio el hasta ahora teniente de alcalde y uno de los cuatro concejales del partido en el Ayuntamiento, Bernardo Arroyo, el pasado 15 de febrero en rueda de prensa. Con esas 22 palabras se rompía la coalición municipal con el Partido Popular, a esca...
“Quiero anunciar, con efectos inmediatos, que Ciudadanos abandona el gobierno de Collado Villalba. Nos vemos obligados tras lo que consideramos una deslealtad”. El mensaje lo dio el hasta ahora teniente de alcalde y uno de los cuatro concejales del partido en el Ayuntamiento, Bernardo Arroyo, el pasado 15 de febrero en rueda de prensa. Con esas 22 palabras se rompía la coalición municipal con el Partido Popular, a escasos tres meses de las elecciones. La noticia llegaba cinco días después de que la alcaldesa popular, Mariola Vargas, interpusiera una denuncia por presuntos delitos de prevaricación, tráfico de influencias y actividades prohibidas a funcionarios al edil y al exdirector de Recursos Humanos y persona de confianza del concejal, Francisco Santandreu, ambos de la formación naranja.
La coalición entre PP y Ciudadanos ha saltado por los aires en una localidad de casi 65.000 habitantes a 40 kilómetros de Madrid, y tras esta ruptura, ya solo gobiernan juntos en nueve de los 179 municipios de la Comunidad, cuando empezaron la legislatura coaligados en 13 poblaciones. La coalición persiste en Aranjuez, Torrejón de la Calzada, Arroyomolinos, Cubas de la Sagra, Meco, Daganzo, Guadarrama, San Lorenzo y Madrid. En la mayoría de ellos, la alianza parece estable, al menos por ahora.
En Arroyomolinos, por ejemplo, ambos partidos gobiernan juntos desde 2020, cuando Vox decidió desvincularse del gobierno municipal que compartía con el PP por una pérdida de confianza. Además, el alcalde de la localidad durante la anterior legislatura fue Carlos Ruipérez, también de Ciudadanos y el primer regidor del partido arrestado por corrupción. En 2018 anunció su dimisión como alcalde de Arroyomolinos —entonces catalogado como el municipio más joven de España por la media de edad de la población, que no superaba lo 40 años―, decisión a la que le empujaron desde su partido y la oposición por estar investigado en la Operación Enredadera.
Otras localidades, como Guadarrama, ven peligrar la coalición: el único concejal de Ciudadanos abandonó el 28 de febrero el partido, aunque no su puesto, y se ha unido al grupo mixto. Lo mismo ocurrió en Colmenar Viejo, dos ediles anunciaron su baja del partido en marzo de 2021, aunque continuaron desempeñando sus funciones en el Gobierno municipal como no adscritos.
“Es una trama orquestada”
En el caso de Collado Villalba, la ruptura del equipo de gobierno ha sido el culmen a cuatro años de tensiones entre ambos partidos. La alcaldesa acusó el 19 de enero a Arroyo, encargado del departamento de personal, y Santandreu, trabajador eventual, de interferir en el proceso de selección para una plaza de Técnico de Administración General en el Ayuntamiento. Desde entonces, la oposición está paralizada. Arroyo defiende que las incriminaciones son “injustas” y responden a una “trama orquestada” por la alcaldesa. El motivo, según el concejal, es la ojeriza que Vargas tiene contra él desde el inicio de la legislatura en 2019, especialmente desde que Arroyo se dispuso a esclarecer un polémico contrato de concesión para un aparcamiento del centro de la localidad.
“Lo prepara todo para dejarme como un corrupto y poner el trabajo del partido bajo sospecha. Me acusa de haber ido a por ella desde el inicio de la legislatura. Busca un relato de cara a las elecciones, para llegar solos a la campaña”, cuenta el edil a este periódico. De los 25 concejales del Ayuntamiento de Collado Villalba ―además de los cuatro de Ciudadanos―, seis son del PP, otros seis del PSOE, tres de Unidas Podemos, dos del partido MCV Corazón Villalbino, uno de Vox, uno de Más Madrid y dos no adscritos.
El motivo detrás de la acusación, según la alcaldesa, es que existen indicios de que Francisco Santandreu ―encargado de escoger a los miembros del tribunal de oposición― ha interferido en dicho tribunal para favorecer a una de las tres candidatas a la plaza pública. El presidente y los tres vocales del órgano niegan esta versión y acusan a la secretaria de manipular una de las actas de reunión para que cuadre con el relato de la alcaldesa. Tienen previsto interponer medidas legales. El concejal de Ciudadanos fue avocado de sus competencias el pasado 10 de febrero, el mismo día que la alcaldesa interpuso la denuncia. “Esto va a escalar más arriba”, asegura Arroyo.
Lo sucedido en Collado Villalba parece un hecho aislado en las relaciones entre ambos partidos, entre otras cosas porque algunos alcaldes de Ciudadanos (por ejemplo, el de Paracuellos del Jarama, Juan Alberto Campos, que lo hizo de forma explícita), ya han manifestado su deseo de concurrir a las próximas municipales con una lista independiente. Son de Ciudadanos los alcaldes de El Molar, Torrejón de la Calzada, Villarejo, Robledo y Alcobendas, en este último caso tras un acuerdo con el PSOE, según el cual ambos partidos se alternarían en el mando. Es decir, el futuro electoral del partido naranja en las próximas municipales no deja de ser una incógnita.
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