Enrique López, auge y caída del hombre fuerte de Díaz Ayuso en el Gobierno de Madrid
La posible salida del consejero de Presidencia, Justicia e Interior tras las elecciones avanza los cambios de gabinete que impondrá la líder si alcanza de nuevo el poder
La carrera política de Enrique López descarriló un día concreto y trágico para sus intereses. 18 de febrero de 2022. El Gobierno de la Comunidad de Madrid convoca una rueda de prensa para defender a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, frente a la polémica generada porque su hermano haya cobrado más de 55.000 euros de la empresa ...
La carrera política de Enrique López descarriló un día concreto y trágico para sus intereses. 18 de febrero de 2022. El Gobierno de la Comunidad de Madrid convoca una rueda de prensa para defender a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, frente a la polémica generada porque su hermano haya cobrado más de 55.000 euros de la empresa Priviet por facilitar mascarillas para cumplir con un contrato de 1,5 millones firmado con la Administración que preside su hermana. A la cita deben acudir López, el titular de Sanidad, Enrique Ruiz-Escudero, y el de Economía y Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty. Pero el exmagistrado del Tribunal Constitucional no se presenta. Tiene un compromiso previo inamovible, defienden en su equipo, como si hubiera algo más importante para los integrantes del gobierno de Madrid que defender la supervivencia política de su líder. Aunque un año después López sigue aún en el ejecutivo, y espera acabar la legislatura, su carrera política junto a Ayuso termina ese mismo día. Por eso acaba de renunciar a la afiliación al PP para poder volver a la judicatura si no repite como consejero tras las elecciones del 28 de mayo.
“Desde ese momento, desde aquella rueda de prensa, no hay relación”, afirma una fuente conocedora de los hechos. “A López le reclama para ser consejero en Madrid Pablo Casado, un presidente que sabe de pocas cosas, impresionado por su trayectoria como juez, y que cree que hay que inocular en el gobierno de la Comunidad a alguien responsable, que controle, a ser posible le vaya contando lo que hace Ayuso, y sea su posible sustituto”, sigue. “Al principio, se llevan bien, porque a la presidenta le da seguridad”, añade sobre el papel que ha desempeñado este jurista en los 12 recursos judiciales que ha registrado Madrid contra el Estado en su política de confrontación con el Gobierno central de Pedro Sánchez. “Pero luego llega esa rueda de prensa, y todo se acaba”, continúa. Y remata: “Por eso se va cinco minutos antes de que le echen. Y sin avisarla a ella primero. Porque a quien avisa primero es a la dirección nacional”.
López subraya que su salida se produce tras una reunión con la presidenta regional, que queda informada de todo. Sin embargo, ninguno de los dos protagonistas precisa cuándo se produjo, ni dónde. Lo único seguro es que la guerra civil que se desata en el PP a raíz del caso del hermano de la presidenta, y en la que acaba imponiéndose la versión de Ayuso, corta las alas de López.
El cambio de la dirección nacional, con la salida de Casado y la llegada de Alberto Núñez Feijóo, deja huérfano al exmagistrado. Desde entonces, López se reúne en distintas ocasiones con Esteban González Pons, uno de los hombres fuertes del nuevo líder, que incluso se desplaza hasta su consejería para esas citas. Pero los términos de la relación están claros. No es de iguales. López, flamante secretario de Justicia con Casado, es ahora un subordinado. “Se citan con tanta frecuencia como necesite González Pons”, explica, sin paliativos, una fuente de la dirección nacional del PP sobre los contactos del dirigente con el exmagistrado del Constitucional.
En ningún momento se pone sobre la mesa que López vuelva a ocupar la secretaría de Justicia nacional, como hacía con Casado, según explica este interlocutor que cuenta con la confianza de Núñez Feijóo. Ese puesto no es un asunto menor: señala a su ocupante como hipotético ministro de Justicia de un próximo gobierno del PP. Además, esa no es la única señal de que la relación entre las dos partes ya no es la misma que en tiempos de Casado. Hay una peor para los intereses de López. También con fecha y hora.
15 de junio de 2022. Díaz Ayuso convoca una rueda de prensa para anunciar que ha nombrado a Enrique Ossorio como vicepresidente del gobierno regional. Eso supone desplazar a López como número dos de facto del gobierno. Y algo más. “Hay quien piensa que él estaba en el gobierno o para heredar (la presidencia de Madrid) o para ser ministro”, opina una fuente popular. “Pero ese día queda constatado por decreto que él no sustituirá a Ayuso, siquiera temporalmente, porque haya un embarazo, una pierna rota o un viaje internacional”, añade sobre una responsabilidad que recaía hasta entonces en el consejero de Presidencia, puesto que no había vicepresidente.
Ahora López tiene abiertas las puertas de la vuelta a la judicatura, que defiende (”un juez que haya ejercido labores políticas no podrá ser promovido durante cinco años para ningún nombramiento discrecional y deberá abstenerse en todos aquellos asuntos que afecten al partido político que le nombró”, recordó el juez en la Asamblea) o a un despacho privado que pueda explotar la experiencia adquirida como juez y los contactos y conocimientos ganados durante su etapa en la Administración.
Su previsible salida de la política avanza los cambios que hará Ayuso en su gobierno en el caso de que gane las elecciones autonómicas del 28 de mayo. Carlos García Pache, viceconsejero de Transportes e Infraestructuras, y amigo íntimo de la presidenta regional, se perfila como sustituto de David Pérez al frente de esa consejería. El futuro de Carlos Izquierdo, que no apoyó a Díaz Ayuso en su conflicto con Casado, también está entre interrogantes, como el de Enrique Ruiz-Escudero, al que el PP evalúa como posible candidato en Pozuelo de Alarcón.
En las reuniones del partido conservador incluso se especula con la posibilidad de que Javier Fernández Lasquetty, todopoderoso consejero de Economía y Hacienda, opte por alistarse en el Ayuntamiento de Madrid. Más fácil es la continuidad de Ossorio, la mano derecha de Díaz Ayuso; de la titular de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura, Paloma Martín, a la que Díaz Ayuso tiene en alta estima; o de Marta Rivera de la Cruz, responsable de Cultura, que dio el paso de dejar Ciudadanos tras las elecciones de 2021.
“Para formar gobierno, primero hay que ganar las elecciones”, excusa una fuente que cuenta con la confianza de Díaz Ayuso, que quiere centrar los próximos meses en su oferta electoral y no en las luchas internas de poder en el PP.
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