La justicia ordena entregar los restos del cuerpo de la víctima del Rey del Cachopo a su madre cinco años después del crimen

El torso de Heidi Paz permanecía en el Instituto de Medicina Legal desde que fue hallado en una nave de Madrid por la oposición de César Román, el asesino, a que se devolviera a su familia

La madre de Heidi Paz, Gloria Francis Bulnes, a su llegada al juicio por el asesinato de su hija, en la Audiencia Provincial de Madrid.Isabel Infantes (Europa Press)

Cinco años después de que los restos de Heidi Paz fueran hallados en una maleta abandonada en una nave industrial de Madrid, la justicia ha ordenado devolver el cuerpo a su madre para que pueda, por fin, enterrar a su hija. Esta ciudadana hondureña fue asesinada por César Román, el Rey del Cachopo, en agosto de 2018, después la descuartizó y dejó su tronco ...

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Cinco años después de que los restos de Heidi Paz fueran hallados en una maleta abandonada en una nave industrial de Madrid, la justicia ha ordenado devolver el cuerpo a su madre para que pueda, por fin, enterrar a su hija. Esta ciudadana hondureña fue asesinada por César Román, el Rey del Cachopo, en agosto de 2018, después la descuartizó y dejó su tronco en este edificio que tenía alquilado junto a otros socios. En diciembre, el Supremo confirmó la pena de 15 años de prisión por homicidio, y ahora la Audiencia Provincial de Madrid ha ordenado devolver los restos, tras las reiteradas peticiones de la familia, siempre recurridas por la defensa de Román.

Una de las líneas de defensa durante la vista oral fue la de cuestionar que los restos pertenecieran a la expareja de Román, a pesar de que el ADN no dejaba lugar a dudas. Diversas fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) apuntaban hace unos meses a este periódico que tal vez sea ese el motivo por el que la magistrada encargada de la decisión de entregar el cuerpo prefirió “ser prudente” y esperar a la ratificación de la sentencia del Supremo. El abogado de la familia de Heidi, Alexis Socías, había solicitado la entrega del cadáver tanto al acabar el juicio de la Audiencia Provincial, como con la confirmación del fallo del TSJM. La defensa del Rey del Cachopo ha recurrido esta solicitud siempre, alegando que cabía la posibilidad de que se realizaran nuevas pruebas al cuerpo.

La víctima de César Román fue hallada descuartizada en este edificio alquilado por el empresario en agosto de 2018, nunca aparecieron las extremidades ni la cabeza y la autopsia duró dos días y fue tremendamente complicada por el estado en el que el asesino dejó el torso, al que llegó a echar cal, como se explicó en el juicio por el que le condenaron a 15 años por homicidio. Además, el asesino extrajo sus prótesis mamarias para dificultar la identificación. En la sentencia se condenó a Román también por la profanación del cadáver por el trato vejatorio con el que manipuló a los restos.

La magistrada ordena la entrega inmediata “a fin de que sus familiares y con la colaboración de las autoridades consulares hondureñas procedan a la repatriación de los restos mortales de la finada”. La intención de sus allegados es enterrarla en San Pedro Sula, una de las ciudades más peligrosas del mundo de la que Paz emigró con destino Madrid, y donde aún vive parte de su familia.

El acusado César Román, conocido como el Rey del Cachopo, a su llegada a la Audiencia Provincial de Madrid ete jueves donde se celebra el último día del juicio en su contra con los informes finales de las partes y una previsible larga intervención del procesado en su derecho a la última palabra antes de que el jurado popular que decidirá sobre su culpabilidad o inocencia se retire a deliberar. 01/06/2021 Foto: EFE/Víctor Lerena | Vídeo: EFE

Heidi y César se conocieron en uno de los restaurantes que en aquel momento regentaba el conocido como Rey del Cachopo, porque era el plato estrella de sus locales. Comenzaron una relación que duró apenas unos meses. En agosto de 2018, la mujer, que murió con 25 años, acudió a casa del condenado en Vallecas y nunca más se volvió a saber de ella, hasta que las pruebas forenses confirmaron que el tronco de esa nave era el suyo. Román comenzó entonces una huida que se prolongó varias semanas, hasta que fue identificado en Zaragoza por la dueña de un bar en el que el prófugo había comenzado a trabajar y fue detenido por la policía.

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